Anna es una escritora y hermana de un futbolista del equipo merengue...
En sus visitas a la cancha, conoce al dueño de sus suspiros quién le dará vuelta a su mundo patas para arriba; pues con su acento inglés y su carisma conquistará muchos corazo...
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" La familia Valverde ya está presente en el predio, Anna con el mayor de sus sobrinos y Mina quien empuja el carrito del bebé, ingresan al Montnjuic ". " Me extraña que la hermana del Alcón no traiga puesta la camiseta del Madrid" . " Claro que no la usa, por Raphina obviamente "
Los innumerables comentarios de los canales de farandula uruguaya se hacían presente como siempre, muchas veces pasaban desapercibidos para los Valverde; pero bueno, son personas y por lo tanto no son de acero.
- ¡Allá mirá!- señala el pequeño Benicio el lugar de donde van saliendo los jugadores del Madrid para realizar su calentamiento.
- Mirá papá - le dice Mina al pequeño Bauti quién ríe y provoca la sonrisa de ambas mujeres.
Las familias estaban ubicadas en el palco superior, alejadas del público; contrariamente de la familia Valverde, quién solía ubicarse lo más cerca posible del campo de juego, a pesar de mezclarse con la afición.
En especial a Anna le encantaba sentir la calidez del público y la euforia de participar en los cánticos, le recordaba la bombonera, pero obviamente que el público Xeneize no tenía comparación.
- Olée, olé, olé Madrid, Madrid!- se escuchaba entre los aficionados, Beni aplaudía acompañando el cántico.
Anna buscaba con la mirada a su hermano y a su mejor amigo quien jugaba a tirar y agarrar una botella de agua. Cuando finalmente los encuentra Fede, saluda levantando ambas manos con una gran sonrisa, a lo que la familia reacciona de la misma manera; estaba practicando pases con Lucas V y Eduardo.
- Raph te está mirando- dice la mujer a su lado quien acariciaba las manos de su bebé.
La castaña suspira y recorre la mirada en la cancha para encontrase con la del brasileño; al hacer contacto visual le sonríe y guiña un ojo de forma divertida. Ella rodea los ojos y le devuelve la sonrisa, sin poder evitarlo lo saluda con la mano y el chico le devuelve.
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- Le quedaban bien los reflejos- añade mientras jugaba con su brazalete blanco.
- Yo lo veo igual de fiero- bromea Mina y ella le pega suavemente en el brazo.
