Anna es una escritora y hermana de un futbolista del equipo merengue...
En sus visitas a la cancha, conoce al dueño de sus suspiros quién le dará vuelta a su mundo patas para arriba; pues con su acento inglés y su carisma conquistará muchos corazo...
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Estiro mi cuerpo sobre la cama matrimonial, enredándome con las sábanas y algunas mudas de ropa de mi mejor amigo. Estaba en su habitación en realidad, lo ayudaba a escoger ropa para la fiesta.
- Me gusta esta, pero no combina con el color de las zapatillas - (tenis) explica colocándose una camisa de color púrpura, literalmente sus Jordan's eran naranjas con negro.
- ¿Y tu camisa negra?, La que tiene como brillos... La de Prada - le pregunté mientras jugaba con un mechón de mi cabello.
- Ahhh, si está en la maleta - me contestó y rápidamente la empezó a buscar.
- Lo que te pongas te queda bien igual Vini- lo animo mirando el techo, si creen que solo las chicas pasan horas preparándose para salir se equivocan.
- Ojalá todos pensarán como vos- me dice mirándose en el espejo.
Me levanté de la cama y caminé a su encuentro, sintiendo el piso frío bajo mis pies descalzos.
- Sos un chico atractivo y agradable, gran persona...Esa chica se lo pierde si no quiere salir con vos - sonreí ayudándolo a acomodarse el cuello de la camisa- vos relájate y tenés que ser vos mismo, lo demás va a pasar si tiene que pasar - le dije despreocupada, es el consejo que siempre me da mi mamá antes de alguna decisión importante.
- Ay, eu te amo, bichinho- (Ay, te amo bichito) suspira para agacharse a mi altura y envolverme con sus brazos.
- Eu também, tenho que ir ver o Fede- (yo también, tengo que ir a ver a Fede) le sonreí para ir saliendo por los pasillos de la casa. Estábamos en la casa de verano de Eduardo, y la fiesta era básicamente en un cluben la zona VIP.
- ¿Ya te cambiaste?- le pregunté entrando a su habitación, mi hermano estaba en el baño lo deduje por la ropa desordenada y el ruido del agua cayendo al suelo.
- ¡Me estoy bañando!- me lo acaba de confirmar, le pedí disculpas y salí del cuarto que le correspondía.
Me dediqué a entrar en la habitación que me asignó Cama, saqué el vestido que voy a usar de la maleta; lo observé por unos minutos es de Dolce un regalo especial de Mina. Sonreí pasando la yema de mis dedos por la delicada tela, suspiré y me encaminé al tocador, por el espejo ví pasar a Jude por el pasillo.
Me mordí el labio inferior, este sería un fin de semana largo...
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