Pov Anna.
- Pedí pasta, no sabía qué querías comer- me indicó mientras ambos nos ayudamos a preparar la mesa.
Con Raphina nos conocimos hace dos años, en una juntada en casa de Vini por su cumpleaños... prácticamente nos presentó y desde entonces no dejamos de hablar...bueno al menos hasta el mes pasado.
- Por mí no hay problema, comida es comida - sonreí y le alcancé la botella de vino, siempre le gustaba acompañar la comida con una copa de vino tinto, lo conocía tan bien.
- ¿Estuviste escribiendo estos días?- preguntó una vez que sirvió la pasta en ambos platos.
- Si, saqué *Olas Furiosas*, no sé si ya lo leíste- añadí para sentarme a su lado en la mesa.
- Oh ¿Enserio?, lo voy a comprar para cuando viaje así lo leo- me guiñó el ojo tomando el tenedor para comenzar a comer.
- ¿Y los libros que te regalé?- pregunté observando casi vacío su pequeño estante, recuerdo que allí estaban.
- Pues, remodelé, tus libros están a salvo en mi habitación - me dijo mientras llevaba su mano sobre la mía en la mesa.
- Ya veo, ¿Cuál te gustó más?- pregunté jugando con su dedo meñique, mientras degustaba la deliciosa cena.
- Amh, *Las Rosas de Alina*, ¿Te acuerdas que me la leías?- preguntó llevándose la copa de vino a los labios.
Sonreí y asentí, recuerdo que la primera vez que nos encontramos sin Vini, prácticamente en nuestra "primera cita"; Raph me había regalado doce rosas amarillas, y por cada una me pidió un beso.
- Te lo había dedicado, por cada rosa un beso- él sonrió y dejó de lado su copa para dirigir su mano a mi mejilla.
-Senti tanto sua falta princesa- (Te extrañé muchísimo princesa) susurró para acariciar delicadamente mi mejilla y mentón.
Tragué saliva y agarré la servilleta para limpiar cuidadosamente mis labios.
- E por que você não me ligou esta semana?- (Y porqué no me llamaste esta semana?), pregunté también en portugués.
- Eu estava muito ocupado com o treinamento- ( Estaba demasiado ocupado con el entrenamiento), añadió acercándose un poco más a mi, pidiendo sentir su respiración.
Mis ojos hicieron contacto con los suyos y me mordí el labio inferior, no puedo seguir así... dudando si realmente le importa nuestro "vínculo".
- Mas um olá foi o suficiente, Raph- ( Pero con un hola es suficiente, Raph) susurré cuando sus labios estaban rosando los míos.
Hasta que soltó un gran suspiro y se alejó, apartándose totalmente de mí, como si hubiera hecho algo desagradable para él.
- Pero, y sigues...te dije que te extraño, por eso te invité a cenar Anna...- exclamó haciendo ademanes con las manos.
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My Kinda Love
Hayran KurguAnna es una escritora y hermana de un futbolista del equipo merengue... En sus visitas a la cancha, conoce al dueño de sus suspiros quién le dará vuelta a su mundo patas para arriba; pues con su acento inglés y su carisma conquistará muchos corazo...