Pues sí, machismo en pleno siglo veintiuno. Personas de mente pequeña que no aceptan la igualdad de derechos de la mujer. Grupo de personas en el cual nunca pensé que estuviese incluido Liam.Duele saber cómo me subestiman. Duele que no crean que soy buena en lo que hago solo porque soy mujer.
Pero yo sé lo que valgo, por ello mantengo mi cabeza en alto al dejar atrás la puerta de su despacho.
Salgo al pasillo y justo cuando creo que el día no puede ser peor aparece un demonio en forma de mujer...
Y ahora hace acto de presencia la caperucita roja.
—Hola pueblerina —me saluda sonriendo.
—Hola egocéntrica —le devuelvo el saludo y la rodeo tratando de seguir mi camino pero...
—¿Tienes un mal día y te desquitas conmigo?
Volteo nuevamente hacia ella.
—¿Tienes una mala vida y quieres hacer miserable también la mía?
—Vaya, parece que el reencuentro no ha ido tan bien después de todo —sonríe mirando la puerta y luego a mí —. Dime Olivia, ¿qué esperabas? Encontrar al mismo Liam que dejaste devastado hace años o romper nuevamente el corazón de Brian. Te han olvidado, ambos te han superado ya. Déjalos en paz, lárgate a donde quiera que hayas estado estos últimos años.
Bruja.
—Mira no tengo paciencia para andar tratando con ardidas a las cuales el novio no las satisface por andar pensando en otras. No es mi culpa que Liam susurre mi nombre cuando te hace el amor —me quedo pensativa—. Oh espera, sí lo es —le sonrío—. Me consideras una amenaza, por eso vienes aquí a ofenderme y decir mil tonterías para que me vaya. Pues, ¿qué crees? No me iré, porque me importa una mierda lo que hagan con sus vidas. Porque tanto tú como él me dan igual. Y es que mírate, se merecen el uno al otro —niego con la cabeza—. ¿Tanto lo quieres? Pues quédatelo. Sigue viviendo con mis migajas. Sigue recogiendo lo que yo he dejado. Pero recuerda algo, conmigo te superó, y está contigo porque así lo quiero yo. No me tientes Laila porque puedo conseguir en segundos lo que a tí te ha costado cuatro años.
Me largo dejándola con la boca abierta. Es que parece que medio mundo quiere entrar en guerra conmigo.
Entro en mi oficina azotando la puerta. Aún me quedan dos horas de trabajo.
Intento concentrarme pero me es imposible. ¡La odio! ¡Los odio a ambos!
¿Por qué? ¿Qué lo hizo volver con ella? Hay siete mil millones de personas en el mundo, la mayoría de ellas mujeres y tenía que volver con esta arpía.
Y como si fuese poco, pues es su futura esposa.
La verdad no sé cuál es tu intención, pero no ayudas.
Cierro los ojos y suspiro intentando calmarme. Mi celular vibra sobre el escritorio.
Observo la pantalla y... Lo que me faltaba. Debe ser el karma.
—Hola.
—¡Hola salvaje! ¿Qué tal tu día?
—Brian, de veras dime qué quieres no tengo tiempo ni ganas de escuchar estupideces.
—Tranquila fiera, no tengo por qué pagar por las estupideces de mi hermano. ¿Ahora que ha hecho?
—¿Él? Pues al ver que no puede joderme la vida solo, envía a caperucita roja.
—¿Quién?
—La víbora que tiene por novia —resoplo cansada.
—Ya veo por qué el mal humor. ¿Si te propongo algo dirías que sí?
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Llegas demasiado tarde (Libros 1 y 2)
Teen FictionOlivia Wilder y Carrsville, una chica en un pueblo invisible. En Carrsville nunca ocurre nada interesante, es un pueblo aburrido y Olivia lo sabe. Un pueblo alejado del mundo y olvidado por el paso de los años. Nunca ha ido más allá de sus muros, a...