Llegas demasiado tarde (Libros 1 y 2)

Capítulo 7

-...y ese fue el momento exacto en el que todo se fue a la mierda.

Ya está, lo saqué todo.

La doctora Kirby me mira con los ojos muy abiertos mientras termino de dar vueltas por la habitación y me siento nuevamente frente a ella.

Se lo he contado absolutamente todo.

-¿No tiene preguntas que hacer?

Abre la boca y vuelve a cerrarla. Vamos que no la culpo, mi vida es un drama, vamos que está como para filme de Prime Video.

-¿Cómo te sientes con todo esto?

Por fin recupera la voz.

-¿Cómo espera que me sienta? Frustrada, siento que me ahogo, que por más que nado me sigo hundiendo y no encuentro la superficie. No puedo respirar desde que pisé esa empresa. Y ahora todo se ha complicado aun más, ¿en serio tenía que verlos juntos? Es que no entiendo por qué han vuelto, o cómo, o cuándo sucedió.

-No es bueno que sigas pensando en eso.

-¿Y qué sugiere que haga? Llevo una semana entera tratando de sacarlo de mi cabeza. Convenciéndome a mí misma de que no es mi culpa, de que yo no lo lancé a sus brazos pero no es así, yo se lo dejé en bandeja de plata. Una semana doctora, una semana viendo cómo ella va a buscarlo todos los putos días a la hora de almorzar. Una semana escuchando sus risas, una semana aguantando las miraditas burlonas que me dedica ella. Y, ¿qué ha echo él? Pues además de mirarme con frialdad absolutamente nada.

Hago una pausa para tomar aire, siento que me asfixio, y las palabras me queman al pasar por mi garganta.

-¡Qué no lo he olvidado! ¡Qué no hay un puto día que no me arrepienta de lo que hice! Porque aún lo amo, aún lo amo joder. Y él... Él ya me ha superado, me ha olvidado, ha pasado página mientras yo sigo estancada en el pasado. Y me odio, me odio porque yo no puedo olvidarlo. Soy patética, lo sé.

-No eres patética Olivia. El amor nos hace estúpidos, solo eso, además de ciegos. Lo vas a superar. Te hace daño verlo cada día, pero era necesario. Necesitabas ver que él si ha seguido adelante para que sueltes tú las cuerdas que te atan al pasado. Tienes que dejarlo ir. Piensa en que lo que vivieron tiene que quedarse así, como un bonito recuerdo. Que no era vuestro tiempo.

-Nuestro tiempo, siempre el puto tiempo de por medio. Ojalá fuésemos atemporales.

Termino mi cita tiempo después de seguir escuchando miles de consejos de boca de la doctora Kirby.

Todo sería más fácil si pusiera en práctica alguno de ellos.

Llego a mi apartamento y la soledad me golpea de frente.

Me deshago de todo lo que traigo encima y, como es costumbre hace una semana, me vuelvo un ovillo en el sofá y enciendo la televisión.

No ayuda que el gilipollas de Liam haya sido nombrado empresario del mes y salga en cada puto canal con esa estúpida sonrisa.

¡Idiota del mes le quedaría mejor!

Sí, eso.

Voy hacia la nevera en busca de mi cena de cada día: helado. Menudo cliché, lo sé. Pero ya les dije, mi vida es un drama.

Sigo observando el dichoso programa rezando porque mientras esté hablando se le caigan los dientes, y haga el ridículo. ¡Se lo merece!

Soy masoquista lo sé, y estúpida.

Sigo observándolo haciendo muecas cada vez que lo escucho hablar y... Justo cuando pienso que no puede ir a peor aparece ella. Con su estúpido cabello perfecto y esa sonrisa que quiero borrar a puñetazos.