¡Holaaa!
Acá les dejo un capítulo para compensar mi ausencia de las últimas semanas.
Espero que disfruten una pequeña parte de la historia narrada por Brian, tal vez así llegan a quererlo tanto como yo.
¿A qué hermano prefieren...?
★★
BRIAN
—¡Feliz cumpleaños bro! —me golpean un hombro.
—Gracias Ted —respondo de mala gana levantando mi vaso.
No quería parecer antipático, pero es que todo el mundo estaba feliz por mi cumpleaños, excepto yo.
Llevo esperando una llamada desde que desperté, su llamada, pero parece haberlo olvidado. Parece que no soy tan importante para ella como creí.
El bar donde los chicos del equipo han decidido celebrar mi cumpleaños está a rebosar de gente. La música amenaza con reventarme los tímpanos y, mientras todos bailan y disfrutan, yo tengo la mejor compañía: una botella de whisky.
Camino con ella en la mano hasta llegar a mi mesa. Llego hasta ella y arqueo las cejas, vaya día de mierda.
—¡Eh, tú! Esa mesa está ocupada —le grito a la chica rubia que se encuentra sentada justo en mi sitio.
—¿Ah sí? Pues no he visto tu nombre grabado en ningún lugar —responde sin voltear.
Tuerzo el gesto molesto, ¿pero qué le pasa?
—Mira chiquilla insolente, llevo un día de mierda y no quiero pagar mi mal humor contigo, te quitas o te quito.
—¡Pero tú que te has creído!
Se para bruscamente y voltea hacia mí. Me quedo perdido observándola, el azul de sus ojos, ese azul...
—¿Olivia...?
La chica pone una mueca de confusión y me observa de arriba abajo.
—No —se cruza de brazos.
—Perdona, es que te he confundido con alguien más, yo...
—Con mi hermana, sí lo sé, pasa a menudo, pero no lo esperaba de tí eh, ¿Brian?
Ahora soy yo quien está confundido, ¿hermana? No puede ser, la última vez que la vi era una cría, no tenía nada que ver con la chica que tengo ahora en frente, menudo cuerpazo...
Estás babeando idiota.
—Oriana, por si no recuerdas mi nombre —chasquea sus dedos delante de mí.
—Vaya, mira que la vida da vueltas —digo volviendo a repasar su cuerpo con la mirada.
—Ya veo —dice mirándome de arriba abajo.
—Mmm... Quédate con la mesa, ¿vale? Ya me buscaré otra.
—En realidad...—dice mirando su celular— estaba esperando a alguien, pero parece que me han dejado plantada, otra vez —las últimas dos palabras las susurra, pero aún así logro oírlas—. En fin, ya me iba, disfruta de tu mesa, eh grandullón —me da dos palmaditas en el hombro.
La veo tomar su bolsa y encaminarse hacia la puerta.
—¡Espera! —me escucho gritar, qué demonios me pasa.
La chica voltea hacia mí y me observa con una ceja enarcada.
—¿Quieres...? Mmm... ¿Te apetece quedarte un rato más?
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Llegas demasiado tarde (Libros 1 y 2)
Novela JuvenilOlivia Wilder y Carrsville, una chica en un pueblo invisible. En Carrsville nunca ocurre nada interesante, es un pueblo aburrido y Olivia lo sabe. Un pueblo alejado del mundo y olvidado por el paso de los años. Nunca ha ido más allá de sus muros, a...