OLIVIA
Abro los ojos lentamente intentando adaptarme a los rayos de luz que penetran por la ventana. Mierda se me ha hecho tarde.
Frunzo el ceño al ver el enorme desastre de almohadas que hay en el suelo. Cuando intento levantarme me doy cuenta de que algo pesado oprime mi espalda.
Giro la cabeza lentamente para encontrarme con mi querido e insoportable tormento. ¡Será idiota!
Liam duerme tranquilamente mientras su cuerpo casi completo descansa sobre mí. Es incómodo, y no solo porque pesa un montón, sino porque en esta exacta posición dormíamos hace años, sin miedos, sin culpas, sin remordimientos, siendo solo dos jóvenes estúpidos que no sabían lo que hacían.
Mi corazón se desboca y un nudo enorme se atora en mi garganta mientras intento quitármelo de encima.
—Liam —digo al ver que no se mueve—. Liam —nada—. ¡LIAAAAAAAAM!
Gruñe.
—O me dejas dormir o te lanzo por la ventana —dice aún con los ojos cerrados.
—Puedes dormir todo lo que se te venga en gana cuando te quites de encima mío.
Frunce el ceño y abre los ojos.
Se aparta un poco y consigo respirar nuevamente.
—¿Por qué quitaste las almohadas? —le enarco una ceja.
—¿Qué? No iba a dormir con esa cantidad de cosas invadiendo mi espacio.
—Claro, prefieres dormir encima mío—digo sarcástica.
Se queda callado de golpe y me observa fijamente.
—¿Qué? —ya estoy bastante cabreada.
Me levanto de la cama y me dirijo al baño. Entro y cierro la puerta detrás de mí.
Al estar completamente sola apoyo las manos en el lavabo y observo mi figura en el espejo. No puedo con esto, es demasiado. Es insoportable tenerlo tan cerca y a la vez sentirlo tan lejos.
¿Quién soy exactamente? ¿En qué nos hemos convertido? ¿A qué estamos jugando?
Lo que sea que haya sentido mi corazón allá afuera debo reprimirlo. Aunque... verdaderamente ahora mismo solo quiero dejarme llevar por mis impulsos sin importar que después de cometer una locura tendré que verle la cara cada día.
¿En qué estás pensando exactamente Olivia?
Recojo mi cabello en un moño alto, me adentro en la ducha y abro el grifo dejando que el agua caliente corra por cada sitio de mi cuerpo. Una idea fija ronda en mi cabeza.
Necesito saber si él aún siente lo mismo.
Minutos más tarde salgo y envuelvo mi cuerpo en una enorme toalla.
Salgo del baño y pongo la maleta sobre la cama para buscar mi ropa.
—¿En serio? —dice Liam detallando mi cuerpo de pies a cabeza.
—¿Qué?
—¿Ahora vas a andar desnuda por la habitación?
—No estoy desnuda. Además sino te gusta vete a otra habitación —me encojo de hombros.
Se para de la cama, la rodea y camina lentamente hacia mi sitio.
¡ALERTA! ¡ALERTAAAAA! Lo que sea que intentes Olivia puedes pararlo ya.
¿Y si no quiero?
—¿A qué juegas? —dice a solo unos pasos de distancia, se ha quedado parado.
—¿Yo? ¿Qué tenemos? ¿Quince? ¿Somos adolescentes para estar jugando a esto? ¿O es que ya se te cayó la pantalla de tipo duro y no puedes contenerte? ¿Qué pasa licenciado?
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Llegas demasiado tarde (Libros 1 y 2)
JugendliteraturOlivia Wilder y Carrsville, una chica en un pueblo invisible. En Carrsville nunca ocurre nada interesante, es un pueblo aburrido y Olivia lo sabe. Un pueblo alejado del mundo y olvidado por el paso de los años. Nunca ha ido más allá de sus muros, a...