Capítulo 5

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Pues... Nuevo día.

Se supone que este nuevo día debería ser mejor, debería levantarme animada, pero como va mi vida...

Sí, sabemos que tu vida es un desastre cariño.

Salgo de mi cama aún con los ojos cerrados y el pelo enmarañado.

Me dirijo hacia el baño, hago mi rutina diaria y luego me paro frente al espejo para peinarme y maquillarme. Me coloco un traje color lila, tacones blancos y dejo mi pelo suelto. Tomo mi bolsa y salgo. Al bajar me encuentro con mi portero.

-Buen día Manuel -le sonrío sin ganas.

-No parecen serlos para usted señorita.

-Créeme que no.

El taxi me deja justo frente a la empresa. Salgo de él y suspiro pesadamente.

Llego a la oficina y...

¡Sorpresa! Clara ya me está esperando.

-¿Llego tarde? -pregunto, una mueca de confusión adorna mi cara.

-Alguien se ha levantado con mal pie -me sonríe-. Buen día para ti también Olivia, y no, no llegas tarde.

En serio eres idiota.

-Lo siento -tomo asiento en mi escritorio frente a ella- tuve una mala noche.

-¿Café?

-¡Por favor! -sonrío.

-Bueno, hoy te necesitamos Olivia -me llevo la tasa de café a los labios-. Firmaremos sociedad con una nueva empresa, realmente la necesitamos.

-Entiendo.

-Es solo que... El contrato no acaba de convencer a Liam, realmente es malo. Nos ofrecen muy pocos beneficios.

-Bueno podría intentar...

-Oh cariño, no se trata de intentar, necesitamos ese contrato y tú necesitas quedarte en la empresa. Tómalo como una prueba.

Oh vaya.

-Aquí está todo, -prosigue- necesito que lo estudies, nos digas qué piensas y... Nos consigas algo mejor con los nuevos socios.

-¿Qué tiempo tengo?

-Una hora.

-¡¿Una hora?!

-Suerte cariño -sale de la oficina dejándome sola.

¿Una hora? ¿En serio? ¿Pero yo que soy?

Dejo mi café de lado y comienzo a leer el informe a toda velocidad.

Encuentro varias fallas y cláusulas que pueden ayudarme a conseguir algo mejor.

Bueno, allá vamos.

Una hora después estamos sentados en la sala de juntas. Mis manos sudan al tener toda la atención de la sala. Liam me observa desde la cabecera mientras Marcos, el dueño de la otra empresa, cruza sus brazos sobre la mesa con una sonrisa de suficiencia en sus labios. Jones afloja el nudo de su corbata nervioso y Clara simplemente me pide que comience.

Me paro. ¡Que comience el circo!

-Bien -comienzo- señor Di Bianco, hemos estudiado su oferta y... Valorando la calidad de nuestra empresa y lo que nosotros ofrecemos lamento decirle que es poco tentadora -las cejas de Marcos Di Bianco se disparan-. Una sociedad se basa en igualdad de condiciones, en dar y recibir, en ayudar a crecer y crecer nosotros. En el trato que nos ofrece solo se beneficia usted, no somos idiotas...

-Necesitan la sociedad -dice con su marcado acento italiano.

-Tanto como la necesita su empresa. Incluso, creo que ustedes la necesitan más. ¿Pensaba que no nos daríamos cuenta? Todos aquí sabemos que si no se asocia con Nee-Jon Companies es cuestión de meses para que la compañía Di Bianco se vaya a la quiebra.

Llegas demasiado tarde (Libros 1 y 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora