OLIVIA—Tienes idea de... de como se siente... de como duele...
—No, no sé cómo se siente porque no lo estoy viviendo yo. Soy perfectamente capaz de entender lo que está sucediendo contigo ahora mismo, pero no lo siento como tú. Somos humanos, puede que hasta nos duela el sufrimiento de otra persona, pero no podemos sentirlo.
—Y-yo... Creía que... Llegué a pensar que él, q-que habría un nosotros...
—El problema es que te empeñas en unir los pedazos rotos. Hagamos un ejercicio —Alexa se acomoda las gafas y me observa fijamente. Toma un vaso entre sus manos—. ¿Ves este vaso? —asiento—. ¿Qué sientes al verlo?
—Pues... En realidad nada...
—Mhm... Este vaso es como tú.
—¿Como yo?
—Sí, eres tú antes de todo lo malo, antes de ser dañada. ¿Cómo se ve?
Lo observo detenidamente.
—¿Transparente?
La doctora gira los ojos.
—Se ve completo Olivia, sin grietas —toma un pequeño martillo de madera entre sus manos y coloca el vaso boca abajo, me indica que me aleje un poco—. ¿Que ves ahora? —lo golpea creando una grieta—. Recuerda que eres tú...
—Veo a mis padres... El... Veo el accidente y...
Vuelve a golpear el vaso y se agrieta un poco más.
—Damon y Camille, eso veo ahora.
—Muy bien, vas comprendiendo. ¿Ahora?
Este último golpe consigue romperlo por completo. Me cuesta decirlo. Las palabras se me atascan en la garganta.
—Liam —mi voz sale apagada.
—Si intentamos pegar los fragmentos, ¿qué pasaría?.
—Que no serviría de nada, las grietas siempre van a estar ahí. Liam y yo... Lo intentamos. Intentamos reparar nuestras grietas juntos y fracasamos.
—No es el hecho de que hayan fracasado, es que se han hecho mucho daño. Liam llegó a tu vida cuando intentabas sanar, fue tu tabla de salvación en medio del mar. ¿Qué hiciste cuando lograste llegar a la orilla?
Desvío la mirada incómoda.
—No te estoy juzgado Olivia, solo intento que entiendas todo lo que te está pasando. Responde a la pregunta. ¿Qué hiciste...?
—Desecharlo —zanjo.
Vuelvo a mirarla a los ojos. Las palabras ya queman en mi garganta.
—Lo dejé tirado. Me fui y no me importó lo que él sentía. Me fui dejándolo solo y no me ha perdonado, no creo que lo haga nunca.
—¿Lo perdonarías tú?
Desvío nuevamente la mirada.
—No lo sé.
—Necesitas tiempo. Aún no sanas y esto solo ha sido otro golpe al cristal roto. ¿Te gustaría viajar? Estar lejos un tiempo te sentaría bien.
—Quiero alejarme de todo. Me voy a Carrsvile.
—Ojalá allí encuentres paz.
—Mi paz se llama Liam, y él ya no estará allí.
Salgo de la consulta dirigiéndome a mi apartamento. ¿En qué pensaba cuando volví a abrirme a él? Sabía que las cosas no irían bien desde que puse un pie en su empresa, desde que lo vi nuevamente todo se fue al traste.
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Llegas demasiado tarde (Libros 1 y 2)
Teen FictionOlivia Wilder y Carrsville, una chica en un pueblo invisible. En Carrsville nunca ocurre nada interesante, es un pueblo aburrido y Olivia lo sabe. Un pueblo alejado del mundo y olvidado por el paso de los años. Nunca ha ido más allá de sus muros, a...