Capituló 4 - dudas

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No querría abrir los ojos y regresar a la realidad,aquel sueño era maravilloso.Estaba en un lugar cálido y el frío había desaparecido.
Se encontraba en una cama calentita y cómoda. Aquello era tan confortable.
Cuando abrió los ojos se dio cuenta de que aquel sueño no era tan irreal como había imaginado.

Estar allí le asusto más que estar afuera con aquel clima. Conocía aquella habitación, el olor en la sábanas.
Las paredes cremas y la cortinas azules. El inmobiliario de la habitación, el olor que le impregnaba.

-poncho—susurro con tristeza.

Como si él le hubiera escuchado la puerta se abrió y él hombre que ocupaba sus pensamientos apareció delante de ella, Con una belleza arrebatadora.

Lo observo sin mirar sus ojos,era un hombre guapo, elegante y con un porte dignó de un príncipe. Vestía informal y su pelo castaño estaba perfectamente peinado y sus ojos verdes que una vez le habían visto con amor y dulzura ahora la miraban con desprecio.

Alfonso observó la mujer frente a él, continuaba siendo tan hermosa a pesar de su palidez y extrema delgadez.

Fruncio el ceño y trató calmarse, había pensado que sus emociones estaban bajo control pero se esquivó porque al ver la forma en la que ella lo miraba le enfureció, ella lo miraba con anhelo como si lo extrañara que descaro pensó,como se atrevía ella había sido la única culpable de su separación.

Furioso avanzo hacia ella, quería una explicación y la quería en aquel momento.¿Porque lo había traicionado?

Anahi salió de la cama deprisa al ver como él se dirigía hacia ella, el miedo la impulsó a correr pero callo al piso, aún estaba débil.

-Maldita seas—gruño el, se acercó a ella y trato de tomarla en brazos pero ella se resistió.

-Por favor poncho—le rogó muerta de miedo. Pues él parecía fuera de sí, siempre había escuchado que era un hombre despiadado y frió, pero con ella nunca había mostrado esas facetas.Pero eso había cambiado, ahora ella era su enemiga y aquel era la clase de hombre que se debía tener como amigo y no como enemigo.

-¡no me llames así! —respiró—Tranquila,solo un cobarde aría daño a una mujer en tu estado—Aquello le tranquilizó de cierta manera, pero sabía que aunque él no le hiciera daño físicamente, buscaría la forma de hacerle sufrir.

La tomo en brazos y volvió a colocarla en la cama.

Camino hacia la ventana dándole la espalda y allí se quedó un rato sin decir nada.

-Sólo dime ¿Porqué?

Ella noto el dolor en su voz y sus ojos se cristalizaron era que acaso no se daba cuenta de que ella también sufría. Que ella había sido la más afectada en todo aquel maldito engaño.

-Fue una trampa-dijo las palabras tratando de sonar firmé, pero apenas salió un débil susurro.

-Continúas diciendo lo mismo-dijo él haciendo una mueca de desprecio. Estaba claro que no le creía.

-Porque es la verdad-Replicó.

-¿Puede demostrarlo? ¿puedes asegurarme que no te entregaste a él? ¿puedes asegurarme que ese hijo es mío?

El sollozo de ella fue la única respuesta que obtuvo. Salió de allí antes de perder la poca paciencia que le quedaba. No había nada más que decir, Todo estaba muy claro para él, Le haría pagar muy caro por su traición a ella y a su amante Ya había contratado un detective privado para que encontrará su hermano. Sabía que estaba metido en negocios sucios. Así que decidió que lo hundiría y luego lo mandaría a la cárcel Le iba a demostrar que de él nadie se burlaba , aquellos dos conocerían al verdadero Alfonso Herrera,

Anahi lloro hasta tarde,no tenía prueba de su inocencia, No tenía como demostrarle que aquel bebé era de él ni ella misma estaba segura de que lo fuera.

Sólo cuando el bebé naciera sería capaz de salir de dudas y saber quien era el padre, Pero aunque poncho... Alfonso fuera el padre nada cambiaría porque no tenia como demostrarle su inocencia, Él la había visto en la cama de otro hombre.Y no cualquier hombre, si no su hermano gemelo Manuel

Le dolía tanto, ¿como era posible que él no confiara en ella? Lo amaba tanto, pero era obvio que él no la había amado como ella a él, Se haber sido así le hubiera dado una oportunidad para aclarar lo sucedido. Que dios le ayudará, porque no sabia que hacer Estaba enferma, Embarazada y sin dinero.Bajo el techo de un hombre que la odiaba.

Alfonso maldijo una y otra vez, Él que pensaba que no tenía corazón se hallaba sufriendo, Le dolía, aquel dolor en su interior eran tan intenso que amenazaba con volverlo loco. Había amado aquella mujer como a ninguna.

La copa de vino y la botella ahora yacían roto en el piso, Al igual que todo los papeles que habían estado en el escritorio. No era un hombre violento, pero allí solo en su despachó desato toda su rabia. Sus nudillos sangraban y el dolor le hizo poco a poco calmarse. Había durado mucho tiempo para explotar. Pensó que el detonante de todo aquello había sido el bebé que ella estaba esperando. ¡Un bebé que no era de él!! ¿Pero y si existiera la posibilidad de que aquel bebé fuera de el?vagamente recordó que ellos habían hecho el amor aquella mañana y sin Protección como tanta otra veces, el embarazo no había sido algo que le asustara ¿Y si ese niño era de él? estaba dispuesto a quitárselo, ¿pero sería el tan cruel de separar a una madre de su hijo?

Había soñado con tener una familia junto a ella. La familia que siempre había deseado tener. Desdés niño se había visto excluido, sus padres nunca habían tenido tiempo para él, pero si para su hermano y para las fiestas. Había aprendido a estar solo desde entonces hasta que margareta había empezado trabajar para la familia. pero aquel sentimiento de soledad no había desparecido y de mayor aquel sentimiento tampoco había desaparecido, a pesar de todo el dinero que tenia se había sentido tan sólo hasta que ella había llego a su vida.

Y ahora aquel viejo sentimiento había regresado con más intensidad que antes.

Pero no estaba dispuesto a permitir que lo hundiera, el sabía cómo sobrellevar aquel sentimiento. Sabía como ocultar su emociones pero sobretodo sabía como ser despiadado y cruel.

Dolorosa venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora