Capituló 32 - a tu lado

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Se estiro perezosamente en la cama y observo fascinada al hombre frente a ella. Sin importar como se encontrara Alfonso Herrera será un hombre endiabladamente guapo.

Cuando el abrió los ojos ella no aparto la vista, siempre le había gustado ver aquello hermoso ojos esmeralda. y cuando él le miraba con amor y ternura. La mirada fría y llena de odio había desaparecido siendo reemplazada por una mirada más cálida.

Ella hizo ademán de levantarse pero él la retuvo.

-Es es mejor que me dejes levantarme, si no alguien aquí se revolteara.

-Mmm, el pequeño entenderá, es un buen chico -dijo a la vez acariciaba el abultado vientre.

-Créeme está vez no lo hará.

Y como para demostrar aquello su estómago rugió en protesta.

Alfonso sonrió y la beso antes de déjarle ir.

-Tomaré una ducha y tomaremos el desayuno en la terraza de mi habitación.

Ella asintió y se retiro.

Cuando regreso todo estaba preparado. Tomó asiento delante de él. Alfonso solo llevaba puesta un pantalón de pillamos dejando al descubierto todo aquel bien formado torso. Anahí aparto la mirada antes de que él le pillará contemplándolo.

Anahí se sirvió una buena porción de huevos revueltos .Aquel día se le veía  más animada, aunque  aún eran notable  los estragos  de la malas noches  que había  pasado en vela junto  a Alfonso en la clínica.

Alfonso se limitó a tomar una taza de café.

-Debes comer algo,la cafeína  no te ayudará  a sanar  rápido-le regaño Anahi al ver que solo tomaba café.

-Como órdenes cariño- dijo con una sonrisa en su rostro.

Anahi se encargó de servirle  una buena porción  de huevos  revueltos, tocino  y tostadas.

Él  observó  el plato  pero  no dijo  nada aunque sabia  que no se comería todo  aquello.

-¿Quieres engordarme para navidad?.

-Algo así -Repindio  ella con humor.

Cuando  el desayuno  termino  ella le hizo  regresar a la cama y aunque  él había  protestado  de nada habían  servido  sus  protestas.

El médico lo visito una hora después.

Este le había  preguntado  por la enfermera  que le había  pedido  que contratará. Pues el trato había  sido  que una enfermera  cuidará de él  o si no  volvería  a la clínica.

Alfonso mintió  diciéndole  que ya había contratado una enfermera pero  que aquellos momentos  la joven estaban  descansando un poco.

El médico  que se quedó  tranquilo  después  de aquella  y se despidió, prometiendo  volver al día siguiente.

Alfonso ya tenía  un plan en mente  por eso no  había contratodo a una enfermera porque  si lo hacía sabia que su querida Annie se alejaría  de él  y la quería tener  muy cerca, no podía desperdiciar  ni un segundo. Tenia que enamorar aquella mujer otra vez  o no,ella aun le amaba lo que tenia  que hacer era recuperar  su confianza  y descubrir  que diablos había  pasado aquella noche y si aquel niño que estaba al nacer era de él.

Algo estaba rondando  en su mente y era  algo que le atormentaba porque  si el niño resultaba  de Manuel eso significa  que aquel desgraciado había  puesto  sus manos  en ella.

Aquello le atormentaba y no iba a descansar  hasta saber la verdad  y hacer pagar  a Manuel por todo  el daño que había causado. Pagaría caro y si tenia que matarlo con sus propias  manos lo haría  sin remordimientos.

Anahí entro a la habitación  y contemplo el perfil  de Alfonso

Parecía  furioso y a la misma  vez atormentado. Queria saber lo que estaba pasando por su mente y que era lo que le atormentaba.

El estaba parado  mirando  a través  de la ventana.

Estaba tan concentrado que no le vio llegar al menos  eso  pensó ella. Se acerco a él y lo abrazo. Él  no dudo  un segundo  en arroparla con sus brazos.

-No deberías estar aquí, deberías estar descansando.

-Temo que estoy cansado  de estar en cama, ¿Porque  no viniste  a almorzar  conmigo?

-Estaba cumpliendo con mi deber.

-¿Aque te refieres?

-Pues si voy estar  aquí un tiempo  lo más que puedo hacer es pagar mi estancia  aquí.

-No tienes que hacer asolutamente nada, te lo proibo-le ordeno.

-Tú no me proibes nada y mucho menos  me das ordenes .

Sintió  como la joven se tensaba en sus brazos. Tenía que morderse la lengua antes de volver  a ordenarle algo.

-Tienes toda la razón, lo siento. Solo no quiero  que en tu estado  este haciendo  cosas que puedan afectar a al bebé. Por favor  quédate  junto a mí. Eres mi invitada  de honor.

-Solo hasta que sanes.

-Si, solo hasta que sane.

Repitió las mismas  palabras, no convencido  de ellas .Pues ni siquiera  la muerte  le alejaría  de ella.

Una mes más tarde  él  estába completamente  recuperado.

Diciembre  había llegado  con todo su esplendor. En algunas  casas  ya visulizaban las decoraciones navideñas. El frío intenso  era mas que notable  en aquella época  del año.

Anahí deseo quedarse  allí, bajo la protección y los mimos de Poncho Había pasado las últimas  semanas  en el cielo, había  dormido  en su cama cada noche y aunque sólo habían dormido  para ella había sido maravilloso despertar en sus brazos.

La casa  era calidad y afuera  estaba  frío  y todo estaba blanco  por la nieve amontonada. Faltaba pocas semanas  para navidad  y no  le apetecía estar sola.

Pero  no podía continuar allí.

Tenia que  pensar con la cabeza  y no con el corazón. Su hijo estaba casi por nacer y necesitaba establecerse  en un lugar  seguro  para ella y el bebé.

Alfonso aún dudaba de que el fuese  el padre. Y a ella aun le dolía que él hubiera desconfiado  de ella.

Cada vez que recordaba  lo que había  pasado, más segura estaba  de que debía irse.

¿Y si el niño  resultaba ser de Manuel?
Le creería Alfonso que no le había  traicionado?

Él  parecía  arrepentido y parecía que al fin le creía que ella  no sabia  lo que había pasado aquella  noche. ¿Pero  hasta cuando  él  tendría aquella acitud? .Si el bebé  resultaba ser de su hermano  ella tenía  miedo  de que el volviera a ser el hombro  frío y cruel  que había sido.

No quería ilusionarse ,no quería confiar otra  vez en él, para luego pasara lo mismo  otra vez, que el le diera la espalda  y la tratara con crueldad.

Ya había tomado la decisión, tenia que irse lejos de Alfonso.

Cuando  él  bebé  naciera se pondría  en contacto  con él  para realizar  la prueba  de paternidad  y si él  resultaba  ser el padre pues buscaría  la forma de que el pasara tiempo  con su hijo.

Pero no podía permanecer allí.Aquel seria su último día en aquella casa.

Dolorosa venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora