Capitulo 25 - la fiesta

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A temprana hora de la mañana Khristeen anuncio que en la noche se celebraría una gran fiesta, la cual Alfonso había ordenado hacer.

Anahí frunció el ceño pues en la pasada noche ella había hablado con Alfonso y este no le había mencionado nada sobre aquella fiestas.

A las siete en punto todo estaba listo y a las ocho empezaron a llegar los invitados.

Anahí y la demás chicas tuvieron que encargarse de todo, pues la pobre Margareta estaba en cama debido a un fuerte resfriado.

La fiesta ya había iniciado
Anahi se había mantenido oculta en la cocina, hubiera sido un suicidio salir allí afuera con todas aquellas personas allí.

-¡Anahí,trae las debidas al salón! - dijo Kristeen entrando a la cocina con aire de superioridad y mirándola con una extraña sonrisa en los labios.

-Yo lo llevare-se ofreció Sacha .

-Ese no es su trabajo, póngase hacer lo que le corresponde, o sera despedida, como señora de la casa, puedo hacer lo que se me dé la gana, además en visto de que margareta esta enferma, Alfonso pidió que tu te encargues de servirle a los invitados - Aquello no era más que una vil mentira pero Anahi no tenía como saberlo.

Khristeen tenía un plan en mente y sin Alfonso allí lo llevaría acabo después de aquello estaba segura que Anahí saldría de sus vidas para siempre.

Había estado esperando aquel momento, por fin aquella mujer saldría de aquella casa y ella se casaría con Alfonso

-Enseguida voy — dijo Anahi, para que Sacha no se fuera a meter en problemas, pues sabia que la joven necesitaba el trabajo para continuar con sus estudios . Desde que aquella mujer había llegado a casa todo había sido un infierno.

-No tardes-le espetó con desprecio antes de salir allí, con una gran sonrisa en su rostro.

Anahi se armó de valor antes de salir. Decir que estaba nerviosa y asustada era poco.

Alfonso había pasado la mañana y la tarde inquieto tenía un extraño presentimiento.

Anahi entró a al salon y trato de pasar desapercibida. Khristeen se acerco a ella Anahi ni siquiera la había visto venir.

-Tomaré un copa de champán-dijo a la vez que levantaba el brazo para tomar la bebida. Pero entonces hizo lo que había planeado, La bandeja estaba repleta de copas con distintas bebidas. Basto con un rápido y pequeño empujón. Para que la bandeja cayera sobre Anahi y finalmente al piso.

-¡Mira lo que a hecho inútil! !limpia este desastres ahora mismo! - le gritó.

Las personas allí presenté pusieron toda su atención en ella, todos observaban la situación, pues con el ruido de la bandeja al caer y los gritos de Khristeen todo habían desviado su atención hacía ellas.

Anahi se quedo de piedra y tan pálida como un fantasma. Aquello era una pesadilla. Todos la miraban sorprendidos. El salon estaba lleno de amigos de Alfonso y de Khristeen.

Todos los amigos de Alfonso sabían que ella había sido su novia, y ahora estaba allí trabajado en la casa de su ex-novio recibiendo órdenes de la futura señora Herrera Aquello no podía ser más humillante.

Allí habían personas que le había visto junto a Alfonso, personas con las cuales había almorzado junto a Alfonso, personas que le habían aceptado en su círculo social no porque fueran amable, si no porque había sido la novia de uno de los hombres más ricos y poderoso.

Ella que una vez había sido invitada de honor en innumerables fiesta, ahora estaba allí de rodillas recogiendo los cristales rotos. Si bien nunca le había gustado aquellas fiesta pero como novia de Alfonso se había visto obligada a asistir.

Una sola lágrima se derramó, la cual seco con rabia. Aquello era una pesadilla su peor pesadilla.

Alfonso se quedó sorprendido al ver que su casa estaba llena de personas desconocidas. Entro al salon y diviso algunos rostros familiares. Pero lo que mas capto su atención fue ver un grupo de mujeres agrupas al fondo del salon. Empezó a abrirse paso entre el gentío estaba tan cerca que podía escuchar los murmullos.

-Esta embarazada de Alfonso- escucho que dijo una de las mujeres aquello lo desconcertó, ¿que estaba pasando allí?

-No es de de mi prometido, es de su hermano-Escucho que resonó la voz de Khristeen por todo el salón.

Anahi deseo morir en aquel momento. Ahora todos sabían lo sucedido, aunque aquello era una mentira. Todo había sido una trampa pero nadie le creería . Continuó recogiendo los cristales sin levantar la vista, ya podía imaginar como le miraban, lo que estaban murmurando.

Khristeen sonreía junto a la madre de Alfonso, la cual había estado más que dispuesta en asistir a aquella fiesta.

Alfonso aún se hallaba paralizado, Estaba furioso, Avanzó como un león furioso hacia el grupo de mujeres. Pero paró en seco al verla allí.

Estaba rodeada por mujeres impecables mientras que ella estaba de rodillas en el pisó recogiendo aquel desastre Con una mano porque su mano derecha sangraba, tenía la ropa sucia, y mojada al parecer todo el contenido de lo que una vez fuero copas de bebidas callaron sobre ella.

Vio todo rojo, nadie merecía ser humillado así, las personas murmuraban y decían cosas sin compasión.

Khristeen dio un pequeño salto cuando alguien la tomo con fuera del brazo. Se giro y sus ojos casi salieron de orbita al ver a Alfonso allí.

-Tienes un segundo para sacar a todas esta gente de aquí. Tu y yo hablaremos luego-le susurro con voz dura.

Alfonso se agachó frente a Anahi ahora podía ver la mejor, con una rápida ojeada se percató de que no quedaba casi nadie en el salón. Era increíble lo rápido que se había ido todo el mundo incluyendo su madre, con la cual tenía que hablar seriamente.

-Deja eso, vamos a tu habitación para curarte esa mano y tome una ducha. - le dijo dulcemente, pero ella parecía no escuchar

-Annie... - intentó agarrarle las manos, pero ella no lo dejó

-suéltame.. yo solo estoy haciendo mi trabajo señor Herrera - anahi le respondió con la voz dura sin expresión alguna

-Maldición, levante no soporto verte asi-dijo suavizando el tono de su voz.

-Solo hago mi trabajo.

-No seas tonta levántate , vamos cariño-le ánimo

Aquel apelativo cariñoso le hizo levantar la mirada.

Alfonso se quedo mudo al ver aquella mirada. Sus ojos estaban vacíos. Como si algo hubiera muerto dentro de ella. No había ningún emoción reflejada en ella.

-¡No me digas así!-su voz salió dura tanto que hasta ella mismo se sorprendió.

El corazón de él se encogió, ella estaba tan abatida que le dolía ver la así.

Alfonso no soportaba ver la más así. La tomo en brazos a pesar de sus protestas y la saco de allí.

Dolorosa venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora