Dolorosa venganza

Capituló 28 - ¡desperto!

Había estado sumergido en una penumbra oscuridad pero aún así, había podido escuchar su suave voz y aquello le había dado fuerzas para salir de aquella oscuridad.

Estaba desorientado pero era un hombre rápido e inmediatamente se percató de que estaba en una clínica.

También se percató de que alguien sostenía su mano como sí tuviera miedo de perderlo. Y sabia quien era.

Cuando sus ojos se acostumbraron a la luz pudo verla mejor, Ella estaba allí a su lado. Estaba durmiendo pero aún así su rostro expresaba preocupación.

Hizo una mueca de disgusto, pues ella estaba sentado en un sillón con la cabeza apoya en la orilla de la cama y no parecía estar cómoda en aquella posición.

La puerta se abrió y una enfermera entro, él entre abrió los labios para preguntarle algo, pero  la enfermera salió corriendo y en menos de un minuto regreso con el doctor.

Alfonso le hizo seña para que viera a Anahi y le advirtió con la mirada que no despertarán a la joven a su lado.

-Señor Herrera nos alegra tanto ver que a despertado - Dijo para luego proceder a hacerle un chequeo médico.

El médico asintió satisfecho con los resultados el paciente estaba evolucionando muy bien, lo único que le había preocupado había sido el coma en el que había estado. Pero a simple vista parecía estar bien, aunque aún quedaban secuelas del accidente, por eso para estar seguro de todo estaba bien el doctor le explico que sería sometido a unos análisis.

También le explico que  había estado durante dos semanas en coma debido al Accidente.

Alfonso recordaba vagamente algunos aspectos del accidente.
Aunque su mente aún estaba nublada. Pero amenos había logrado lo más importante evitar que Anahi se marchará.

No duro mucho despierto aún estaba débil, le dolía la cabeza levemente. Pero el doctor le había informado que era algo normal debido al golpe que había recibido y luego la operación a la que había sido sometido. Según el doctor estaría tres días en observación y luego podría regresar a casa si todo seguía marchando bien como hasta entonces. Pero para Harry tres días era demasiado. Había estado dos semanas en aquel lugar inconsciente, y aunque tenia empleados eficientes no podía dejar todo en sus manos. Tenía un imperio que dirigir. Pero lo más importante tenía una mujer que recuperar y más después que se había enterado que las cartas era falsa, eso le daba esperanza de que el bebé fuera de el, pero no tenía como saberlo con certeza hasta que no realizará una prueba de paternidad. Pero aún si esa prueba demostraba que él no era el padre de igual forma estaba dispuesto a aceptar aquella criatura como su hijo sin importar el resultado. Le amaba y ya no importa nada de lo que había sucedido, el conocía a Anahí y sabía que era una buena chica, ella jamás le hubiera traicionado algo había pasado aquella noche, lamentablemente muy tarde se había dado cuenta de que ella no mentía, algo había pasado aquella noche y el iba a descubrirlo y todo los implicados pagarían muy caro.

Pero tenía que centrarse en Anahi tenía que hacer que ella le amara otra vez y él no era la clase de hombre que fracasaba en sus ojectivos y un ejemplo de eso era el éxito que había logrado en su vida, si bien había contado con parte de la herencia que su padre le había dejado al morir, pero aquello solo había sido un pequeño incentivo para iniciar un gran proyecto el cual se había convertido en todo un imperio.

A diferencia de su madre y su hermano él había sabido administrar su dinero. Había ayudado a Manuel en varias ocasiones hasta se había dado cuenta que su hermano era un vividor y en cuanto a su madre a pesar de que era una mujer egocéntrica y fría había continuado proporcionándole la vida a la que ella estaba acostumbrada.

El cansancio hizo malla en el y nuevamente volvió a dormir.

Anahí aún no podido creer lo que el doctor le había dicho, Alfonso había despertado y en tres días regresaría a casa aunque tenía que guardar reposo. Estaba tan feliz, Dios sabía la angustia y el dolor que había sentido. Lo que le desconcertaba era que Khristeen no había ido ni una sola vez a verlo y era extraño teniendo en cuenta que el sería su futuro esposo. Aunque era claro que la boda se había retrasado por lo sucedido. Pero ¿porque Alfonso había ido a buscarle?.

Eso ya no importaba el estaba bien y en pocas semanas volvería a ser el mismo Alfonso de siempre. Un hombre fuerte y arrogante. Aquel hombre era todo un mezcla. El podía ser tan cariñoso como despiadado y lamentablemente ella había experimentado aquella dos facetas de él.

Suspiro tristemente, ya no había nada que le reteniera allí. Pasaría la noche en un hotel y al día siguiente se marcharía del país.

Pues aunque la boda se había retrasado, sabía que en cuanto el estuviera completamente recuperado la boda se llevaría a cabo. Y bajo ningún concepto estaba dispuesta a soportar más humillaciones. Dios sabia cuanto había soportado. Además fuera de aquel país lejos de la influencia de Alfonso podría conseguir un buen trabajo, era una mujer preparada.

Saldría adelante por su hijo. Solo faltaban 4 meses o quizás menos para tener a su bebe en brazos. Aquel tiempo lo aprovecharía para establecerse.

Alfonso despertó a media tarde, pero no encontró a Anahí allí, en su lugar estaba Margareta la cual le explico que Anahí había ido a comer algo.

-Me alegra tanto ver que a despertado, tenía miedo de que no lo hiciera-dijo la anciana mujer.

-Acaso pensaste que te librarías

de mi tan fácil-dijo con humor para animarla.

Ella sonrió y lo beso en la frente con ternura. Aquella mujer era lo más parecido que tenía a una madre.

-Me alegra mucho ver que a vuelto a ser tu mismo-dijo. Pero luego la sonrisa se borro de su rostro y su expresión de torno sería.

Alfonso se percató del cambio.

-¿Que sucede?-indagó.

- Es Anahi, la pobre no se a despegado de ti ni un solo minutos, a pasado mañana y noches es ese pequeño sofá, pero ahora que está mejor quizás puedas convencerla para que regrese a casa y descanse como se merece.

-Descuida lo haré.

En cuanto Anahi
logro conseguir un celular empezó a dar instrucciones y una de ella fue designar a un guardaespaldas para Anahi que le siguiera a todas partes sin que ella se diera cuenta, pues tenía la sospecha de que ahora que él se encontraba mejor ella intentaría huir nuevamente y eso era algo que no podía permitir. Quizás ella no le amaba pero aún sentía algo por él , el he hecho de que se hubiera quedado junto a él todo aquel tiempo era bueno señal.

Aquel día Alfonso lo paso prácticamente durmiendo debido a los medicamentos.

Cuando Alfonso despertó ya eran las ocho de la noche. Busco a Anahí con la mirada pero no la encontró.

Se sentó en la cama y en aquel preciso momento la puerta se abrió y una enfermera entro con la cena, la cual el rechazo.

Se había cambiado de ropa pues Margareta le había llevado ropa y algunos accesorios.

Margareta hacía horas que se había retirado, y le había dicho que Anahi se quedaría con él, pues  en lo últimos días ella no lo  había dejado solo ni un minuto.

Los minutos continuaban pasando, pero no había rastro de Anahí.

Recibió una llamada y entonces todo tubo sentido.