Capitulo 16 - viaje

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Todo el mundo evitaba toparse con él los empleados desviaban su camino contar de no cruzarse en el camino de su jefe.

Decir que estaba gruñón era poco.Todo se lo encontraba mal. El café muy fuerte. La comida desabría, su ropa no estaba bien planchada, su despacho estaba llenó de polvo. Cualquier pretexto le ponía a las cosas y le gritaba a los empleados sin razón alguna, aunque luego se disculpara por su mal humor.

Por eso cuando anunció que estaría fuera una semana, todos en la casa se alegraron, casi todos.

Anahi se había marchado al invernadero para no verlo partir y rezo para que cuando Alfonso regresará estuviera de mejor humor.

-¿Que haces aquí? -escucho una voz ronca decir.

-Tengo la tarde libre, y decidí trabajar un poco en el invernadero.

-Solía pasar mucho tiempo en este lugar-dijo el recordando la veces que había tenido que sacarla de allí prácticamente a rastras.

-Si, entendido que empezar de cero, todas estaban muertas.

-Es natural, nadie había entrado aquí desde entonces y realmente no se porque pierde tu tiempo esa flores inservibles.

-No lo entendería.

-Ni me interesa hacerlo-fue la dura respuesta de él.

-Desde luego.

-Dime, quien te dio permiso para entrar aquí y disponer de este lugar como si fuese tuyo.

Ella se puso tensa, nunca pensó que aquello le molestará. Sería una tragedia abandonar el invernadero a aquellas alturas los nuevos capullos habían empezado a abrirse.

-Yo.. -trago- Lo siento, No pensé que te molestará.

-Solo recuerda, está ya no es tu casa, Ya nada es como antes.

Él se alejo de allí y ella lo vio marcharse. Como si necesitara que le recordara aquello. Ella ya lo sabia, sabía perfectamente que aquella ya no era su casa y que él ya no le pertenecía. Aunque su corazón no lo entendiera aun.

Todo marchaba en armonía en la casa.
Christeen había salido de viaje a visitar a su padres y Alfonso aun no había regresado.

El señor Herrera regreso al tercer día de estar fuera y parecía mucho más relajado y amigable. Todos se sorprendieron al verlo allí, pues había regresado antes de lo previsto y sin equipaje, pero nadie se atrevió a mencionar algo. -Anahi-le llamo entrando a la cocina. apenas eran las ocho pero ya la mayoría de los empleados estaban en sus respectivo puesto.

Ella lo miro y su corazón salto de alegría, tres días sin verlo le habían parecido una eternidad. Se regaño así misma por sentir aquello.

-¿Si, señor?- respondió, sin darse cuenta que él podía leer el brillo de su mirada.El conocia aquella mirada, tanta veces había visto aquel brillo en sus ojos cuando él regresaba a casa después de estar fuera durante semanas debido a viajes de negocios.

-Organiza tu maleta, te vienes conmigo a España.

-¿¡Contigo a España!?  ¿Porque?-dijo sorprendida.

Porque ya sabía que él nuevo vecino del al lado era más que amable con ella y quería alejarla de él, pero aquella no era la principal razón. La verdad era que la echaba de menos.

Margaret se había encargado de contarle todo sobre él nuevo vecino. No es que la mujer lo hubiera hecho a propósito la conocía y sabía que aveces hablaba más de la cuenta. Además él le había preguntado por Anahí

-Estaré un tiempo en mi casa de Barcelona y necesito a alguien que se encargue de los caseres de la casa. Y como tu eres mi empleada, te quiero alli. Vamos muévete, salíamos de inmediato. Tienes mucho trabajo que hacer.

Mientras subía la escalera más anonadada no podía estar. Que estaba tramando Alfonso? ¿Porque no había contratado a alguien en España? ¿Porque le había elegido a ellas?
¿Porque presentía que nada bueno pasaría?
Aquello era absurdo alejo esos pensamientos. Ella solo iría a trabajar para para el señor Herrera

La ayudo a subir al Jef privado y se encargó de que estuviera cómoda. Ella se relajó un poco al ver que Khristeen no lo acompañaba. Al parecer aún no había regresado de su viajé.

Anahí había volado junto a Alfonso en varias o acciones y era por eso que se estraño al ver que el interior del Jef había sido decorado nuevamente, todo estaba distinto a como lo recordaba incluso llegó a pensar que era mucho más grande de lo que recordaba. -poncho

-Mmm.

Lo miró y vio que tenía los ojos cerrados y parecía cansado. Llegó a sentir pena por él.

Había volado tantas horas, para llegar a casa y luego regresar de inmediato.

-Olvidalo-susurro.

Se paró del asiento para dirigir al baño pues necesitaba estar de pie un rato. No sabía cuanto tiempo llevaba sentada allí, pero ya su espalda empezaba a protestar a pesar de lo cómodo que era el haciento.

La tomo del brazo sin abrir los ojos cuando ella paso por delante de él.

-¿Adónde vas?-indago.

-Al baño.

-Te acompaño-dijo mirando la al fin.

-No es necesario.

- Si, lo es. El Jef es nuevo no sabes donde esta el baño.

-Oh, En ese caso estoy segura de una de las ayudante de vuelo puede mostrarme el camino.

No discutió. Llamo una de la azafatas a bordo, para que la compañera.

No es que tuviera contando los minutos, pero a su parecer ya había pasado más de 8 minutos y Anahi aun no regresaba.¿Porque demoraba tanto?

Se encaminó al baño y toco la puerta.

-¿Esta bien?

-Si.

-Entonces porque duras tanto.

-No es nada-dijo a la vez que se miraba en el espejo y frotaba su espalda. Solo quería estar un poco de pies para estirar sus músculos, pensó que tal ves el dolor desaparecería. Aquel embarazo estaba siendo más difícil de lo que había imaginado.

Hizo una muesca de resignación. Su aspecto no era el mejor. Aquella ojeras no desaparecían debido a la malas noches 5 meses de embarazo y cada vez se sentía más cansada. Los malestares habían desaparecido casi del todo. Pero aveces habían día que no tenia mucha suerte, porque cualquier olor le causaba náusea o si no, se mareaba hasta el punto que tenía que sostenerse de lo que fuera.

-Bien, entonces te espero.

No sabía porque había dicho aquello. !ñ
¡Joder! Se suponía que tenía que ser despiadado con ella, pero aveces aquello era una dura tarea.

-No es necesario, pronto regresare.

-Bien.

Pero cuando salió se topó con Alfonso el cual la había estado esperando afuera.

-Disculpa, si hubiera sabido que quería ir al baño me hubiera dado más rápido.

-Descuida, solo te esperaba, no te ves muy bien.

Ella no protestó pues así era.
el observaba cada movimiento de Anahí por eso no paso desapercibido la mueca de dolor que hizo esta al sentarse.

-Anahi, no está bien, en cuanto lleguemos haré que un médico te revise.

-No es necesario, esto es normal.

-Y un carajo que es normal acaso te a visto en un espejo. Esta pálida y tienes ojeras oscuras es obvio que tendrás que dejar de trabajar. Vamos a la habitación para que descanses.

Ella se puso alerta, no podía dejar el trabajo. Era su único medio para escapar, sin el dinero que ganaba no podría irse a otro país. Tenía que ser más cuidadosa delante de Alfonso. -No deseó acostarme estoy bien-mintió cuando lo único que quería era tomar una siesta en una confortable cama.

No creo que pueda actualizar más hoy, sé que subo de 3-2 caps pero hoy recién tuve tiempo😭

Dolorosa venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora