Capituló 40 - feliz navidad

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Ya había realizado la prueba de paternidad, solo estaban esperando los resultados. A Alfonso no parecía preocuparle mucho los resultados estaba convencido de que el pequeño era de él, Solo había accedido a realizar la prueba para que Anahi estuviera tranquila.

La vida con el bebé en casa había cambiado, pero ambos disfrutaban de ello. Era una nueva experiencia que ambos disfrutaban.

Anahí no tenía dudas de que poncho sería un buen padre y un buen esposo. Cuando el bebé lloraba durante la noche él era el primero en acudir a su llamado. Trataba a Anahí como si fuera de cristal. Alegando que aún no se había recuperado de la operación.

Todo estaba en armonía y en paz.

Aquel día se celebraba Año Nuevo Por lo cual Alfonso no reviso su repondencias allí estaban los resultados de la prueba de paternidad junto a otros documentos.

Habían decidido pasar aquel día en casa pues el clima era muy frío y no querían exponer al bebé aquel estado del tiempo. Adamas era tan pequeño que el alboroto de gente le pondría nervioso, habían decidido que lo mejor era que darse en la calidad de su hogar.
Solo estaban ellos tres en casa pero no por eso tenía que ser un Año Nuevo aburrido, todo dependía del ánimo que le pusieran.

Anahí bajo la escalera con el bebé en brazos, había tratado de arreglarse lo mejor que había podido, tenía un guardarropas nuevo, pues no podía continuar usando la ropa de embarazada que tenía.

Para aquella ocasión  había elegido un vestido holgado y unas sandalias de tacón bajo. Pues aún no se había recuperado del todo dentro de una semana le quitarían los puntos.

En cuanto al pequeño le había puesto un diminuto pantalón negro a juego con una pequeña chaqueta era una imitación del  traje que llevaba su padre.

Alfonso estaba de infarto según el criterio de Anahí Le miro detalladamente cada uno de sus rasgos; sus ojos verdes, su pelo negro perfectamente peinado, su nariz recta , sus sensuales labios.
Ella le miró a los ojos y en ellos vio el deseó latente y la sensual promesa que habían en ellos, aquello provoca una oleada de deseó en ella.
Pero él no era inmune estaba deseando con ansia el día que la volviera a tener en su brazo para poder amarle como deseaba, había pasado tanto tiempo desde la última vez que se había acostado con ella y desde entonces no había  habido ninguna otra mujer en su cama.

-Estas hermosa-dijo a la vez que pasaba un brazo por su espalda y le animaba a caminar hacia el comedor donde estaba todo listo, e incluso había un cargador para acostar al bebé mientras ellos cenaban.

-Gracias, cariño. Tu no estás nada mal.

-Supongo que no, a juzgar por la forma en la que me miraste-dijo pícaro mientras le ayudaba a sentarse en la silla.

-Pues ya te dije no está nada mal.

-Esperaba escuchar un "está de infarto"-dijo él divertido.
Tomo al bebé en sus brazos para colocarlo en  el cargador y sonrió al ver aquella miniatura replica de el.

-No quiero alimentar tu ego, ya es  bastante grande-replico ella divertida.

-Prometo que me pagará cada una de las que me has hecho-la miró sensualmente y sonrió de lado aquello tenia un efecto debastador en ella.

-Estoy deseando cumplir mi condena. Pero debo reconocer que si hay alguien de infarto aquí es nuestro pequeño es  una monada, está tan guapo con ese esmoquin al igual que su padre.

-Es mi hijo, es de esperar que sea guapo.

Ella sonrió con ganas, amaba aquel hombre.

-Eres un arrogante.

-No cariño, solo soy un hombre seguro de su mismo.

-¡Enserio! No me había dado cuenta.

El soltó un carcajada y luego la beso con ansias.

-Pronto, muy pronto le susurró sensualmente.

Después de cenar , fueron al salón ,allí Alfonso puso música, bailaron, jugaron, se divirtieron mucho, a pesar de que solo estaban ellos dos y el bebé.

-Me encanta tenerte junto a mi, nunca te dejare ir cariño.-Le dijo con ternura.Ambos estaban sentados en el mueble junto a la chimenea, mientras El sostenía al bebé en brazos.

-Eso espero Herrera - dijo ella, pues aún no sabían los resultados de la prueba y aunque aquello le tenía nerviosa disimulaba muy bien.

-Es una promesa.

Ella le observó mientras el jugaba con el pequeño, cuando el niño sonrió tiernamente, él se emocionó y ella sonrió al ver las personas que más amabas felices y juntos.Aquella era su familia.

Cuando faltaba tres minutos para la media noche, Alfonso le propuso ir a la terraza. A ver los fuegos artificiales que pronto cubrirían el cielo para darle la bienvenida a un nuevo año.
Su primera navidad como resientes padres fue hermosa y divertida. Alfonso le había advertido a Anahí que en cuanto el pequeño estuviera más grande, el quería una niña para que la familia siguiera creciendo.

Después de acostar al bebé se retiraron a su habitación.

Una vez bajo la sábanas el la atrajo hacia él.

Busco su boca y disfruto lentamente del placer que le brindaban sus besos.y aunque ambos estaban excitados él no era idiota sabía que aún era muy pronto para hacerle el amor.

-Gracias por esta increíble navidad, a sido maravilloso-dijo una vez terminado el beso.

-Gracias a ti por todo, La e pasado de maravilla.

-No sabes lo agradecido que estoy de ese hermoso regalo que me has dado, nuestro hijo, Nada podrá superar tú regalos , pero igual te compre algo.

Se bajó de la cama y cuando regreso le entrego una cajita, cuando ella la abrió lo miro sorprendida. En el interior de la caja había un hermoso collar de safiros.

- ¿Te gusta?

-Me encanta, pero no debiste- él la interrumpiendo antes de que ella terminará la frace.

-Eres mi mujer y pronto será oficialmente mi esposa, Mereces esto y mucho más.

-Muchas gracias amor, pero yo no te he comprado nada-dijo apenada.

-Ya me diste el mejor regalo, nuestro hijo, Ese es el mejor regalo que has podido darme.Ahora tengo una familia, mi familia y todo gracias a ti.

Ella sonrió y lo beso, la vida no podía ir mejor.

Dolorosa venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora