Capituló 14 - un pésimo día

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Aquélla siguientes semanas fueron un completo infierno, por un lado Alfonso le trataba con frialdad e indiferencia.

Khristeen no había dejado de meterse con ella y más aun contando con el apoyo de el, Aquel le defendía de cualquier acusación.

Y la pobre Anahi ya no sabía que hacer, Khristeen buscaba cualquier pretexto para molestarle y si ella decía algo. La mujer montaban todo un espectáculo y luego aparecía un Alfonso furioso. Él cual le recordaba una y otra vez cual era su lugar en la casa.

-Debería descansar un poco te ves agotada-dijo Margareta mientras veía a la joven con ojos calgados de apreció.

-Estoy bien, aún quedan muchas cosas por hacer.

-Descuida las demas pueden encargarse de eso.

-Es mi trabajo, por ello me pagan.Gracias por preocuparte, pero no es necesario estoy bien.

-Eres terca en verdad-murmuró la mujer más mayor.

Anahi sonrió y salio de la cocina para ir a desempolvar las habitaciones.

No era que le hiciera mucha gracia tener que entrar a la habitación de Khristeen, pero era su trabajo y si quería ganarse el sueldo que tanto necesitaba debía trabajar para salir de aquella casa y alejarse de Alfonso y aquella horrible mujer.

Solo queda la habitación de Alfonso por limpiar, siempre que entraba alli sentía nostalgia. En aquélla habitación ellos había vivido tanto momento.

Entro sin tocar , pensando que poncho no estaría allí, Pero se equivocó porque él si estaba allí y no precisamente solo.

Ahora comprendía porque no había visto a Alfonso bajar a desayunar. No era que se hubiera ido temprano a la empresa si no que segun lo que veía había tenido una noche movida.

Él fue el primero en despertar y la miro con ojos interrogantes al ver que estaba quieta y con sus hermanos ojos cristalizados. Por un momento pensó que le había sucedido algo malo, pero luego se percató del cuerpo que estaba acorrucado junto a él, ya sabia quien era pero lo que no sabía era como diablos había llegado allí ¿Que hacia Khristeen en su cama?

-Volveré en otro momento-dijo ella y salio de allí antes de que el viera las lágrimas que se delizaron por su rostro.

Aquello ni debería sorprenderle, no debería doler, pero le dolía, ella había compartido tantas veces aquélla cama con él. Había estado en sus brazos, había dormido acorralada junto a el cada noche.

Sus manos temblaban, y no podia dejar se llorar.

-Que se supone que debo hacer para dejar de amarlo-le susurró a su reflejo en el cuarto de baño.

Le costó trabajo calmarse pero al final lo consiguió.

Alfonso salió de la cama maldiciendo en voz baja.

-Khristeen-le llamo hasta que la chica despertó.

-cariño-ronroneo con picardía.

-¿Que haces aquí?.

-Acaso no puedo dormir con mi futuro esposo.

-Ya hablamos de eso.

-No tiene sentido, nos vamos a casar. ¿Porque dormir en habitaciones separaras? Mi amor soy una mujer con necesitadas y tu eres un hombre apasionados.

-Khristeen basta-le cortó furioso.

-¿Porque no me tocas?

Alfonso suspiro cansado, guardando para si la verdad. No la tocaba porque no la deseaba. La única mujer que deseaba y hacia que su cuerpo tomara vida propia era su amaba, Anahi

ella le había visto junto a Khristeen en la cama. Joder aquello no tenía que haber sucedido. Pero que diablos, aquello había sido un punto a su favor. El hecho que Anahí le hubiera visto con Khristeen en la cama que ellos una vez compartieron, le demostraba que él ya no la amaba, que le había superado y seguía con su vida. Aquello era bueno ¿Entonces porque no se sentía feliz? Mas bien se sentía como si lo hubiera pillado en algo inadecuado.

-Solo quiero hacer la cosas bien, cuando estemos casado todo sera diferente-le dijo a la morena para calmarla y después la beso. Pero fue un beso fugaz y vacío.Pero aquello vasto para contentar a Khristeen.

Mientras Alfonso se duchaba. Khristeen pensó que lo que necesitaba era quedarse embarazada de Alfonso De aquella forma él no podría cancelar la boda.

No le hacia gracia quedar embarazada y mucho menos tener que ocuparse de un niño. Los niños eran ruidosos, molestoso y mucha cosas más. Pero por aquel hombre estaba dispuesta a hacer aquel sacrificio.

Además no tenía porque encargarse de él bebé ella misma para eso estaban las niñeras y sabías que su prometido seria un padre dedicado.Todo valía la pena. Asi que solo faltaba llevar a la cama aquel hombre y hacer que la embarazara o en caso de que se resistirá como había hecho en otras ocasiones, se vería obligada a fingir su embarazo. No le causaría problemas encontrar un vientre de alquiler y encunto a su vientre era lo de menos sabia como hacer para que se viera cada mes mas grande. Pues hacía tiempo que había tenido que interpretar el papel de una mujer embarazada. Bien podía conseguir.

De hecho aquello era lo mas recomendable, compraría algunos doctores, para obtener la prueba falsa y para que se ocuparán de su supuesto parto cundo llegara la hora. Solo tenía que planear todo con cautela.

Era una buena idea, asi no tendría que soporte aquellos horribles malestares de embarazada y no perdería su figura.

Anahi se centró en su trabajo para no pensar en lo que habia visto.Estaba deporbando la sala cuando sintió su presencia, sabía que era él.

-Anahí-le llamo.

-¿Si Señor? - respondió girandose hacía él, pero sin mirarlo a la cara.

Fuera lo que fuera que el había querido decirle callo.Ella evitó su mirada porque sabía que si lo miraba a los ojos se desboronaria alli mismo.

-Olvidalo-dijo para luego marcharse de allí.

Le había afectado verlo con Khristeen pensó Alfonso mientras se dirigía a su coche. Había visto sus ojos rojos. ¿Acaso ella había estado llorando por él? No, aquello no podía ser cierto. Ella no le amaba de haberlo amado jamás le hubiera engañado. Había algo que no encajaba allí.

No iba a permitir que aquéllo le afectara no más de lo que ya le había hecho. Tenia que ser fuerte por su bebé se dijo Lara tratando de darse ánimo asi misma.

Tenía que aceptarlo lo había perdido y aquella vez para siempre.

Aquel hombre que una vez había sido su todo, se había convetido en su nada.

Dolorosa venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora