Capituló 19 - trampa

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Anahi tomo el celular en mano y leyó el mensaje que había resultado ser de Alfonso, En el que informaba que iba a mandar un taxi por ella, ya que quería hablar con ella de algunos asuntos lejos de Khristeen.

Según el mensaje el taxi le dejaría a las once en una plaza de la ciudad y él le iba a estar esperando allí.

Anahi había fruncido el ceño aquello era extraño, pero el mensaje lo había mandado el propio Alfonso aquel era su número. Tenia que ir o si no sabía que él se molestaría mucho.

Tomo una ducha fría pues sentía mucha calor y la fiebre no bajaba. Quería quedarse acostada en su habitación.

Khristeen aprovechó que Anahi estaba en el baño para entrar a la habitación y sacar el dinero que está tenía en el monedero, tanbien revisó que el celular no tuviera balance.

Anahi se puso algo ligero para salir, pues aún se sentia acalorada. Revisó su cartera y como vio que su monedero estaba allí , tomo el celular y salio sin preocupaciones.

El taxi le dejo en la plaza en la cual segun Alfonso se ajuntarían, pero aun no lo había visto.

Se sentó en un banco a esperar que el llegara, al parecer se había retrasado pensó. Pero los minutos avanzaban y él no aparecía.

Media hora más tarde el aún no aparecía. Anahi empezó a preocuparse y decidió regresar a casa, pero cuando trató de llamar un taxi se dio cuenta de que no tenía balance, busco el monedero en su cartera pero se quedo  helada al ver que estaba vacío.

Empezó a sentir miedo estaba sola en una ciudad desconocida y sin dinero para regresar.

Tenía que mantener la calma se dijo.

Quizá Alfonso solo había tenido un contratiempo. Él iría por ella pensó , no iba a dejar la sola allí.

Lo espero durante casi dos horas pero el jamás apareció. Con cada segundo que pasaba se sentía peor. Del calor había pasado al frio, en aquellos momentos se arrepintió de haberse puesto una ropa tan ligera.

El sol aun brilla con esplendor y mientras las personas allí presente parecían que morirían de calor ella moría de frió.

Tenía que salir de allí se dijo y tratar de buscar la forma de regresar a casa.

Se adentró en una calle que estaba aparentemente solitaria.

Sintio cuando alguien la estampó contra la pared e hizo una mueca de dolor.

-Ten más Cuidado idiota esta embarazada-escucho  la voz gruesa de un hombre decir.

Miro con miedo los hombres que estaban allí uno la sostenía contra la pared mientras el otro parecía vigilar que nadie viera.

-Rápido quitale la cartera y todo lo que tenga de valor-dijo el hombre que la tenía inmovilizada, Este último había colocado una navaja en su cuello.

-Dame la cartera y el celular cariño y prometo que no te haremos daño.

Anahí no se resistió y aquellos maleantes tomaron lo que querían.

-¿Porque no la llevamos con nosotros y averiguamos si las embarazadas son apasionadas? seria buena idea-Dijo el tipo más fuerte, que aún la inmovilizaba.

No-susurró aterrada.

-Vamos y no digas estupideces, si no la llevaremos no causaría mucho problema-dijo el otro tipo que parecía un poco más sensato.

Cinco minutos más tarde ella aún estaba en el mismo sitio donde la había dejado los maleantes. Aún lloraba y temblaba de miedo. Aquello había sido horrible, cada vez  que recordaba el frío de la navaja en su piel se echaba a llorar. La calle aun permanecía solitaria, su cuerpo no parecería responder, se obligó a salir de allí.

Dolorosa venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora