Epílogo

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Anahi

Todo mejoró después de lo después del matrimonio, habíamos comprado una casa mucho más grande, con un enorme jardín y una piscina.

Claro que después vinieron muchas cosas, después de Emiliano, había venido otro hermoso niño igualito a su hermano aunque con ojos verdes, los ojitos de Daniel eran diferentes a los de emi, Daniel tenía unas pestañas oscuras y larguísimas igual que su padre, era muy tranquilo y muy hablador a las vez.

Pero quien ibas a pensar que solo unos meses más tarde, íbamos a traer al mundo a una niña rubia, muy pequeña a comparación de lo grandes que fueron sus hermanos mayores. Era muy blanca, con ojos verdes nariz pequeña y unos labios hinchados. Demasiado hermosa en mi opinión.

Poncho estaba encantado con sus hijos no había día que no los consintiera.

-mami, yo igual quiero ir en tu regazo-le dijo su pequeña Mia

Anahí llevaba Daniel en su regazo mientras Alfonso conducía a una cabaña alejada de la ciudad, habían decidido pasar una semana fuera para relajarse, o al menos eso había dicho poncho. Sabía que con tres niños de cinco, tres, y dos años, eso era imposible.

— Mía luego ¿si?. Tu hermano se a dormido - explicó

— si, ¿mami cuánto falta?

Anahí sabía que venían millones de preguntas, así que hizo que Alfonso las respondiese

Al cabo de dos horas y pico, habían llegado a la pequeña cabaña. Era muy bonita, ella y Alfonso habían pasado algunos fin de semanas allí.

Alfonso y Anahí bajaron el equipaje y mientras que los pequeños niños bajaban las cosas más livianas.

Luego de acomodar las cosas, Alfonso había preguntado que querían de cenar y como si estuvieran leyéndose la mente, lo tres niños gritaron Emocionados "¡pasta!!"

Alfonso había preparado la cena, y por mientras Anahí habia bañado a los niños, y les habia puesta su respectiva pijama.

Cuando habían bajado la cena estaba servida. Y Alfonso se estaba quintando el delantal que habia usado para no mancharse

-mm.. huele delicioso —. Dijo Anahí acercándose a su esposo y basarlo

-pero yo lo estoy más - Anahí soltó una carcajada y Alfonso besó su mejilla —. Es enserio. Deja que los niño se duerman y te lo demostraré.- Anahí solo reía y se dirigía a la mesa.

Cenaron mientras Alfonso les explicaba que iban a hacer mañana por la mañana

-¿vamos a ir al río? —. Pregunto Emiliano mientras agarraba una cucharada de pasta.

—Claro, tienen que llevar sus trajes de baño.

<<<si!!>>> dijieron los niños con emoción
Alfonso sabía que les encantaba el agua y nadar.

Poncho ayudó a los niños a lavarse los dientes, mientras que anahi lavaba los trastes. Alfonso luego llevó a sus hijos a dormir. Los niños tenían bastante sueño habían llegado un poco tarde, y ellos acostumbraban a dormirse mucho más temprano. Así que quedaron rendidos en la cama.

—. Gracias cariño. -susurró poncho a Anahí cuando ya estaban en la habitación

—¿por qué? - pregunto confundida.

-¿te parece poco la hermosa familia que me has dado? ¿Las oportunidades que me has regalado? ¿o las millones de veces que has aguantado mis rabietas? Cariño me diste unos hijos hermosos, tu corazón, y te entregas plenamente a mi. Podría seguir, -hizo una pausa para tomar aire— pero estaríamos toda la noche hablando -rio — explicó él abrazándola y besando sus suaves labios

-Mi amor. Te amo tanto.. tanto tanto. — Anahí no pudo controlar las lágrimas

Alfonso secó sus lágrimas y la volvió a abrazar y besar, con mucha más insistencia

-Pero sabes que me gustaría más que hablar?

-¿qué cosa?

—.Hacer el amor contigo.

Sin más Alfonso la tomó en su regazo y la llevó hacia el baño de la habitación matrimonial. Se metieron a la ducha mientras dejaban que el agua escurriera por sus cuerpos, Anahí estaba completamente caliente, y Alfonso no se quedaba atrás, la penetraba con mucha suavidad, muy lentamente. Anahi podía sentirlo todo, él estaba de pie con ella en su regazo. Anahí no podía gritar, aún que eso era lo único que quería hacer, enterraba las uñas en la espalda dura de Alfonso, mientras el incrementaba la velocidad de sus movimientos

-Oh.. mi amor... te amo—. Decía Anahí cuando estaba apunto de explotar en mil pedazos

Alfonso acarició la humedad de Anahí, haciendo que ella no pudiera aguantar más.

Alfonso penetró por última vez, Anahí estaba recuperando su respiración

-Yo mucho más cariño... mucho más.

Fin.

Dolorosa venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora