Dolorosa venganza

Capituló 38 - ¿sigue en pie la propuesta?

El cambio era notable, No sólo se había alejado sentimentalmente, si no físicamente de ella. Ahora apenas le besaba como mucho una vez al día y si bien seguían durmiendo juntos pero no era lo mismo no habían caricias ni conversaciones largas.

-No me hagas esto mi amor, no ahora - susurró Anahí mirando su reflejo en el espejo.

El desayuno ya estaba listo,pero ella no le apetecía bajar a desayunar. Alfonso había salido temprano a la empresa.

Los empleados ya habían regresado de su cortas vacaciones. Faltaban sólo sólo 5 días para año nuevo y pronto ella se quedaría sola con el nuevamente pues tal como habían hecho en noche buena los empleados viajaría apasar aquel día tan especial con sus familias. Alfonso era un jefe genero sin duda alguna.

En aquella época era donde más pensaba en sus padres, era una lástima que ellos se hubieran olvidado por completo de ella. Había cometido el error de llamarle y contarles lo de su embarazo pensando que quizás aquello le hiciera cambiar de opinión pero se había equivocado rotundamente.

Una parte de ella no se sorprendía de su actitud pues ellos nunca habían mostrado gran interés por su hija, no hasta que le habían conseguido un esposo millonario, por eso cuando ella se había ido con Alfonso ellos se habían molestado tanto que le había dicho sin tapujos que se olvidara de ellos y que ya no le xoncideraban su hija. Ella siempre había hecho lo que querían pero cuando conocio a Alfonso por primera vez quiso tomar las rienda de su vida y hacer lo que quería. No se había dado cuenta de lo rico que era Alfonso hasta que este le había llevado a Moscú.

Pensó en Lauren su gran amiga, se había mantenido en contacto con ella mediante llamadas telefónicas. Había pensado en pedirle a Alfonso la trajiera de visita pues tenia mucho deseo de verla, pero teniendo en cuenta la actitud de él en los últimos días había decidido no molestarlo con esa cosas.

Había dejado de nevar pero el clima aún era frío y la calles aún estaban blancas pues la nieve no se había derretido del todo.

Entró a la habitación del niño, sabias que pronto nacería pues su cuerpo estaba dando las señales de ello.

Alfonso había pensado en volver temprano a casa pero había surgido algo en la empresa que había demando su presencia allí hasta tarde.

Cuando se deslizó bajo las sábanas ella esta durmiendo muy profundo.

Desperto de madrugada y inmediatamente se percató de que él estaba a su lado pero ya no la abrazaba como antes.

Se deslizó fuera de la cama, él no estaba allí,aquello ya no le sorprendía, pues cada mañana despertaba y él no estaba.

Pero aquello iba a cambiar se dijo, había pensado bien las cosas y tanto ella como Alfonso necesitan una segunda oportunidad.

El chófer se encargó de llevarla a la empresa Alfonso no tenía ni idea de que ella iba en camino.

Cuando llego pidió que no anunciarán su llegada, la secretaria le informo que el estaba en una junta, pero que esta no duraría mucho.

Entro a la oficina de Alfonso, conocía aquel lugar de memoria,había pasado mucho tiempo desde la última vez que había estado allí.

Sintió una punzada de dolor, pero paso tan rápido como llegó.

La secretaria entro a la sala de reuniones y le informo a su jefe discretamente quien le esperaba en su oficina. Él le agradeció con una sonrisa. Después de aquello apresuró cuánto pudo la reunión al cabo de cinco minutos había terminado e iba de camino a su oficina.

En cuanto entro noto algo extraño en ella pero no supo que quizás era la sorpresa de verla allí.

-Hola cariño, que sorpresa Verte aquí-dijo una vez estuvo cerca de ella.Se cento a su lado pero no la tocó.

-Espero no molestar-dijo inmediatamente.

-Nunca, eres bienvenida tantas veces como quieras.

-Estoy aquí porque necesitamos hablar,en los últimos días a estado tan diferente,ya no es como antes.

-Yo...

-Por favor déjame hablar-dijo ella interrumpiendolo-He estado pensando y aquella vez que tú me hiciste aquella proposición no estaba segura de mi respuesta, pero ahora se lo que quiero con certeza - hizo una pausa al sentir un dolor- Quiero ser tu esposa,si la propuesta aún está disponible.

Él la tomo de la mano y luego la beso.

-¿Quieres casarte conmigo?-le pregunto nuevamente sabiendo que aquella vez la respuesta sería diferente.

Miles de emociones le invadieron, había tomado la decisión correcta, al mirarlo a los ojos comprendió que él iba en serio, sus ojos eran trasparente y vio todo el amor que había en él. La amaba y estaba arrepentido. Ella también le amaba. Sonrió con lágrimas en sus ojos, ¿de que servía el amor si no era capaz de perdonarlo?

Aquello solo había sido una dura prueba del destino a pesar del dolor y los malos entendidos, ellos estaban juntos. Habían superado los obstáculos y a merecían ser felices.

-Te amo y si aceptó casarme contigo.

Alfonso lanzó un grito de alegría y la abrazo.

-No sabes lo feliz que me haces, tenía miedo de que cambiarás de idea y me rechazará nuevamente-dijo.

Ella comprendía porque el había tenido miedo de que ella no aceptará. Él había sido muy cruel pero eso ahora pertenecía al pasado, estaba dispuesta a empezar de nuevo sin rencores.

-¿Cuando te gustaría que se realice la boda?

-Preferiría que fuera después de que él bebé nazca.

-Estoy de acuerdo, será una gran boda y necitamos tiempo para organizarla, pero te advierto que más de dos meses no estoy dispuesto a esperar.

-Podría ser una boda sencilla-comento ella.

-Lo siento cariño pero quiero una gran boda, será nuestra boda, el día en que me casare con el amor de mi vida y quiero celebrarlo por todo lo alto.

Ella sonrió y lo beso fugazmente, pero él no se conformo con aquel corto beso y reclamo sus labios y los deboro con evidente deseo.

-Entonces será la boda del año.

-Desde luego si, será nuestra primera y última boda.

-Será un nuevo comienzo.

-Si. No digo que de vez en cuando tengamos nuestras diferencias, pero a pesar de todo te prometo que siempre te protegeré y estaré para ti y para nuestro hijo y lo demás que vengan. Junto atravesáremos cualquier obstáculo-dijo con firmeza y seriedad.

Ella lo miro encantada, ¿como no iba a amarlo?

Él aún la abrazaba y besaba su cuello,por eso no vio el dolor reflejado en ella.

-poncho!..

-Deberíamos celebrar esto.

Ella iba a replicar pero la próxima contracción que sintió le hizo gritar.

Él la miró alarmado.

-Es el bebé-logro decir ella.

-!El bebé! ¿Ya viene?¿Ahora?

Alfonso parecía anonadado, pero encunto volvió en sí armó todo un arboroto nada típico en él.

Anahí había esperado que él se comportará de una manera más pasifica teniendo en cuenta como era su temperamento, pero aquello para nada fue pasifico y mucho menos lo que siguió.

Cuando no estaba maldiciendo la ambulancia que no llegaba, estaba consolándola la o tranquilizándola llegó un momento en que ella no sabía quién consolaba a quien, Alfonso estaba muy nervioso y entendía porque, lo más probable era que estuviera reviviendo los malos recuerdos que tenía de su hermana.