Dolorosa venganza

Capítulo 42 - ¿donde esta mi bebé?

Dos semana más tarde Ambos sobrellevaban lo ocurrido como podían, él estaba allí para no permitir que se un diera Todo aquello había sido un duro golpe para ambos.

Ella seguía tratando al bebé con el mismo cariño de siempre, en un principio Alfonso había tenido miedo de que ella rechazará al bebé debido a la forma en la que fue concebido.

Pero ella era una mujer con un inmenso corazón y amaba a su hijo por encima de todas las cosas.

Había dejado el pequeño durmiendo en su habitación y había provecho para tomar una ducha. Quería estar presentable para la comida de negocios que se realizaría en la casa.

La nueva empleada se encontró extraño ver que el señor Herrera volvía a entrar a la casa y aquella vez con un traje diferente, le había parecido verlo con uno negro, pero el que él llevaba era de un color gris. Frunció el ceño confundida.

Alfonso tenia unos asuntos que resolver en el despacho con sus nuevos clientes antes de iniciar el almuerzo de negocios. Había decido realizar el cierre del negocio en su casa para así poder estar cerca de Anahí y el bebé. Eran las personas más importante en su vida.

Cuando Anahí estuvo lista, salió de la habitación y bajo a la cocina para asegurarse que todo estuviera bien.Margareta estaba dándole los últimos toques a la comida y Sacha y la nueva chica Anya estaban poniendo la Mesa. Todo estaba en orden, quería que todo fuera perfecto. Alfonso le había informado que daría un almuerzo de negocios en la casa y había dejado todo en sus manos, no quería defraudarle

Cuando todo estuvo lista fue por Alfonso, él cual la recibió con los brazos abiertos y la presento antes sus clientes como su esposa.

Antes de iniciar el almuerzo decidió ir a ver cómo estaba el pequeño, por si se había despertado. Aunque no le había escuchado llorar. Había dejado a Alfonso con sus clientes en la terraza, entro a la cocina y comprobó que todo estaba listo. Luego se dirigió a la habitación del bebé.

Mientras se dirigía a la habitación tarareaba una canción, Alfonso era un hombre maravilloso, a pesar de las adversidades ellos aún estaban juntos y cada vez más unidos.

Vio la puerta de la habitación del bebé abierta y le extrañó pues ella le había dejado cerrada, pensó que tal vez Alfonso había decidido ir a ver al pequeño, pues el hombre estaba completamente enamorada de su hijo. Como él decía.

Su corazón dio un salto y su piel se puso fría cuando vio la cuna vacía, en lugar de su hijo allí había una hoja en blanco con palabras claras "Llamare" decía.

El tiempo se detuvo, insoportable. Su corazón latía con fuerza y se sintió mareada. Un amargo sabor se rego en su boca, miro la cuna vacía una y otra vez esperando que su bebé apareciera pero la cuna permanecía vacía. Aquello no era una pesadilla, era la realidad

Alfonso - Le llamo en voz alta, pero no obtuvo respuesta.

-!Alfonso!- grito otra vez más fuerte, sin importarle el dolor que sintió en el vientre bajo. Él grito que salió de su garganta, fue aterrador.

Alfonso se le erizo la piel, cuando la escucho estaba subiendo las escaleras para ir a ver a la criatura cuando escucho los gritos de Anahí, solo algo grabe haría que ella gritara así. El bebe!

Sus pasos se escucharon en el pasillo a medida que avanzaba.

La encontró parada delante de la cuna vacía. ¿Donde estaba el bebé?

Cuando se acercó a ella, el miedo le invadió.

Ella estaba pálida y las lágrimas no dejaban de fluir. Y solo susurraba una cosa. ¿Donde esta mi bebé?.

-Cariño-susurro estrechando la en sus brazos.

Ella temblaba o eran los dos.

-Alfonso, mi bebé, ¿Donde esta?-sollozo.

A él sele hizo un nudo en la garganta, había visto la hoja nada más entrar y sabía quién había escrito su contenido.

Manuel se había llevado al bebé.

-Lo encontraré amor, lo traeré de vuelta-susurro, sabía quién tenía el niño, solo esperaba que no le hiciera daño al fin de cuenta era su padre biológico.

-Por favor devuélvemelo, tu puedes hacerlo Alfonso por favor, tráeme a mi bebé.

El llanto no le permitió Seguir hablando era tan doloroso. Alfonso estaba pálido y su corazón latía sin control. Tenia que encontrar al pequeño, deseaba matar aquel maldito hombre. Tenía que rescatar al bebé. Su bebé, si bien no era su padre biológico pero lo amaba como a su hijo, el primer día en que lo había visto surgido una extraña conexión entre ellos.

Lo primero era mantener la calma. Ciertamente el maldito había salido de su escondite.

Anahí estaba fuera de sí, no importaba lo que él dije ella no escuchaba, solo lloraba e insistía en salir a buscar a su bebé. Alfonso llamo a la policía y de paso a un doctor

Los policías interrogaban a todos las personas que estaban en la casa. Mientras la policía hacia su trabajo Alfonso estaba con Anahí, no podía dejarla sola en el estado en que estaba, tenia tantas cosas que hacer.

-Vamos cariño-Le susurró.
En vano insistía ella no se despegaba de la cuna del niño, estaba aferrada a ella.

Solo pudo sacarla de allí cuando el médico le inyectó un calmante y este hizo efecto. Ella se había resistido e incluso le había implorando a Alfonso que no lo permitiera, no quería dormir mientras su bebé estaba en peligro, aquello había causado que los ojos de Alfonso se cristalizaran.

Pero no había hecho nada para evitarlo más bien la había sostenido para que el doctor hiciera su trabajo.

Después de dejarla en la habitación junto a Margareta, bajo al salón donde el detective le estaba esperando.

-Hablemos en el despacho-dijo, tratando de mostrarse sereno, no iba a ganar nada si perdía la calma.

Una vez allí tomo asiento seguido del detective Marqués.

-Señor Herrera, la situación está clara hasta cierto punto, alguien se hizo pasar por usted, es evidente que tiene un hermano gemelo. Las cámaras de la entrada le han grabado. Un equipo especializado en secuestro está en camino, en cualquier momento el secuestrador llamara para pedir un rescate, los teléfonos estarán intervenidos. Cuando llame asegúrese de qué la conversación dure más de un minuto así mis hombres le rastrearan.
Alfonso asintió.

Asique aquel maldito había entrado a la casa haciéndose pasar por él ,eran pocas las personas que los diferenciaban, el muy maldito se había aprovechado de eso.
Pero pagaría muy caro.

Hacia rato que había dejado sus sentimientos y el dolor de lado tenía que tener la mente clara. Era un hombre inteligente y en aquel momento necesitaba poner en práctica todo lo que sabía, dinero estaba seguro de Manuel había hecho aquello por dinero.