En cuanto Khristeen llegó a casa fue informada de que Alfonso le esperaba en el despacho.
Le ordenó a uno de los empleados que llevara sus compras a la habitación. Había aprovechado la tarde para ir de compras.
Se retocó el maquillaje y se ordenó el pelo, luego sonrió satisfecha con aspecto. Mientras se dirigía hacia el despacho, no podía quitar aquella sonrisa de satisfacción. Iba a ser la esposa de Alfonso Herrera, uno de los hombres más ricos. Un magnate.
No era que su familia fuera pobre, pero la empresa de su padre había entrado en crisis, y ella tenía años que no firmaba una película, era una mujer de gustos caros. Debido a eso, su dinero había ido disminuyendo.
Pero ahora no tenía que pensar eso, pues pronto sería la señora de Herrera Y sin mencionar las tarjetas que Alfonso le había dado, era un hombre muy generoso reconoció.
Lo que ella no sabía era que Alfonso le había dado aquellas tarjetas para mantenerla alejada de él, solo la quería cerca cuando la necesitaba para fingir delante de Anahi; de lo contrario, se aburría al máximo al lado de aquella mujer que solo sabía hablar de ropa y joyas.
Se había sorprendido tanto cuando él le había invitado a salir y de paso le había propuesto matrimonio. Sabía que Alfonso no le amaba y la culpa era de Anahi; odiaba tanto a aquella ordinaria mujer. Se juró hacerle la vida imposible.
Ella sabía que Alfonso aún la amaba, por eso tenía que buscar la forma de sacar a aquella mujer de la casa.
Hizo una mueca de disgusto. ¿Cómo era posible que él aún sintiera algo por aquella mujer? Le había traicionado e incluso estaba embarazada de su hermano o era de Alfonso. Aquello le asustó porque si aquello resultaba ser cierto, Alfonso era capaz de cancelar la boda.
Si Alfonso no la sacaba de la casa, se dijo que lo haría ella por la mala, la humillaría tanto que Anahi no tendría más opción que irse.
-Alfonso, cariño -dijo en cuanto entró al despacho, con una gran sonrisa que se borró al ver el ceño fruncido de Alfonso.
La morena se puso tensa y supuso que nada bueno estaba por venir.
-Siéntate -le ordenó con dureza.
-¿Qué sucede, cariño? -preguntó poniendo su mejor cara de inocencia.
-No juegues conmigo, ya sé la verdad.
-Alfonso, no sé de qué hablas.
Él caminó hacia ella y la miró con fiereza.
-De lo sucedido esta mañana, solo te lo diré una vez más. Si vuelves a mentirme y a involucrar a Anahi, da por terminada la boda.
-Alfonso, quizá exageré un poquito. Pero ella realmente me habló sin respeto. La defiende tanto que ella se cree la señora de la casa y debe entender que ella es solo una empleada.
-No quiero que te metas con ella. De ella me encargo yo.
Khristeen maldijo a Anahi en silencio.
-Está bien, Alfonso. Lo siento.
Él asintió no muy satisfecho y le hizo señas para que saliera de allí.
En cuanto estuvo fuera de la vista de Alfonso, su expresión se tornó furiosa.
Tenía que tener cuidado a la hora de actuar para que nadie le viera. Estaba segura de que Margareta estaba detrás de todo. Algo le había contado aquella vieja entrometida, pensó.
Pues en un principio Alfonso le había creído.
Entró a la habitación de Anahi y la encontró dormida, la miró con odio y puro veneno.
Estaba a punto de salir cuando Alfonso entró a la habitación. Se quedó helada por un momento.
-¿Qué haces aquí? -le preguntó sin rodeo.
-Solo quería saber cómo seguía.
-Está mejor, solo necesita descansar. No te quiero volver a ver aquí.
Asintió obediente y salió de allí.
Porque no podía odiarla como se merecía pensó Alfonso. Se estaba ablandando. ¡Con un demonio! No podía evitar querer protegerla.
Siempre había deseado ser padre, había imaginado cómo consentiría a Anahi cuando estuviera embarazada. Pero ahora lo estaba, pero ¿era de él o de su hermano? Al pensar en eso todas sus buenas intenciones desaparecieron.
Anahi despertó en aquel momento y no pudo evitar sentir una profunda tristeza al ver al hombre frente a ella que le contemplaba con una mirada tan fría y vacía.
Aquella tristeza se había alojado en su corazón y le hacía sentir como si nunca más volvería a ser feliz de nuevo.
Él no dijo nada, en aquel momento tenía muchas cosas en la cabeza. Sabía que si abría la boca acabaría teniendo una discusión con Anahi y eso era lo menos que ella necesitaba en aquel momento.
-La cena estará lista a las 8 -se limitó a decir.
Anahi salió de la cama y tomó una ducha antes de bajar a la cocina, a ayudar con la preparación de la cena.
Mientras ella preparaba la tarta de chocolate con nueces, Sasha, una de las chicas más jóvenes, se encargaba del pescado.
Junto a Margareta y Sacha, Anahi trabajó en paz, a diferencia de cuando estaba Tiana u otro de los empleados en la cocina, pues solían hacer ciertos comentarios desagradables.
Solo había tres personas en aquella casa con las cuales ella podía conversar a gusto.
Una vez lista la cena, Sasha y Tiana se encargaron de servirla mientras Margareta la supervisaba.
Alfonso se preparó para otra cena aburrida, aún se preguntaba si estaba haciendo lo correcto. Pues aquella mujer tenía la inteligencia de un mosquito.
Con un suspiro de resignación, se preparó para lo que le esperaba, todo tenía un precio y él ya estaba pagando el suyo.
Khristeen se mantuvo hablando durante toda la cena sobre el gran día de compras que había tenido a pesar de las respuestas cortantes
Estoy tratando de actualizar más rápido para que no quede. Con la duda, aquí dos caps más 🎀💞
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Dolorosa venganza
FanfictionEsta es una adaptación, es una historia interesante espero os guste!! Anahí había quedado embarazada del hermano de su prometido, y su amado prometido lo que único que buscaba era; VENGANZA.