𝑪𝒂𝒖𝒔𝒊𝒏𝒈 𝒂 𝑪𝒐𝒎𝒎𝒐𝒕𝒊𝒐𝒏

Esos alfas... intensos

Shiva observaba su celular sin mucho ánimo. Había silenciado a su primo Anubis porque sólo quería saber de aquella belleza que tuvo la suerte de conocer ese día en la fiesta, pero las notificaciones que recibía eran de su familiar más no de ella.

Un gruñido de frustración salió de esos labios antes de hundir su cara en una almohada con forma de elefante inspirada en el dios Ganesha.

"Nunca me había sentido tan imbécil como ahora".

Intercambiaron números e incluso fue ella la que inició uno de los mejores besos de su vida. La forma de acariciar su mejilla mientras sus lenguas se enredaban a sabiendas de que el mastodonte del conductor que era su hermano podía verlos...

-Simplemente no es justo que me lleves al mismo cielo y luego desaparezcas habibi...

"Envía lejos a ese médico, no hay cura para mi corazón"

Otro suspiro y la puerta de su habitación fue abierta por Parvati, la chica con la que se suponía él estaba comprometido.

La castaña pudo intuir por el aroma que algo le ocurría a su prometido y eso sólo significaba un mal de amores. Uno tan fuerte como el que ella estaba experimentado por saber que Shiva estaba perdidamente enamorado de alguien más para lucir tan deprimido.

"Debe ser una persona sorprende te donde el señor Shiva sólo piensa en ella"

-¿Shiva? ¿Te encuentras bien...? -Un gruñido y Parvati se rindió en querer entrar a consolar al amor de su vida.

Desde que regresó de aquella fiesta donde claramente fue soltero para huir de la idea del matrimonio con ella, Shiva no soportaba el aroma de otro omega volviéndose agresivo e iracundo.

Justo como ahora que lucía como un alma atormentada.

"Quizás el amor a primera vista si existe después de todo y el destino le hizo conocer a su compañera decretada por los dioses..."

Con una sonrisa agridulce, la castaña decidió que era tiempo de regresar a su país, no sin antes contactar a algunos amigos de Shiva para animarlo. Ella le había amado desde que lo conoció, pero Shiva siempre la vio como a una amiga o peor aún, como una hermana.

Si no podía estar con él románticamente, se convertiría en su mejor amiga y aliada para encontrar a la mujer que robó su corazón.

Amaba a Shiva, sin embargo había algo más que amaba con todo su ser y era la idea del amor en personas cercanas a su círculo social ya que solían inspirarla para escribir novelas rosas.

"Vamos a encontrarte dulce cara de Kali y a cambio veré florecer un bello romance que me hará escribir mil historias de ustedes dos..."

Decidida, llamó a su compañero de gimnasio y también al plantado primo Anubis. Shiva debía salir y afrontar su día a día mientras ella se encargaba de investigar qué había sido de aquella omega que ganó sin saberlo el corazón de Shiva.

El primero en contestar el llamado fue Anubis.

El egipcio se encontraba igual de hiperactivo que su mascota al punto que si fuera un perro, estaría moviendo la cola de la emoción por saber que saldría.

La idea de volver a encontrarse con la pequeña dama de las nieves, como cariñosamente ya le estaba diciendo por su peculiar vestimenta blanca y ese broche de copo de nieve en sus cabellos cortos le hacía sonreí de oreja a oreja.