𝑪𝒂𝒖𝒔𝒊𝒏𝒈 𝒂 𝑪𝒐𝒎𝒎𝒐𝒕𝒊𝒐𝒏

It's Apolo and it's Leónidas.

Leónidas estaba a nada de acercarse al alfa pelirrojo y darle un puñetazo en la nariz pero un toque firme le hizo voltear para encontrarse con una chica de cabellos rosa.

-No actúes como un cavernícola. Harás una escena y esto es una fiesta. Eso no es hermoso -El alfa arqueó una ceja, no seguía las órdenes de nadie y mucho menos de una chica que parecía ser sacada de Barbieland.

Hasta que recordó el motivo principal por el que estaba allí en primer lugar. Esa fiesta era en honor a su hermana Qin, no podía dejarla en ridículo sabiendo lo importante que era para ella ese circo mediático.

-Tú ganas Barbie, tráeme algo de beber -Apolo comenzó a reír. Ese hombre no tenía ni la más remota idea de con quién estaba hablando.

-Claro, lo haré cuando dejes de ser un cavernícola...

Leónidas observó incrédulo cómo la omega se alejaba, no se parecía en nada a la chica pelirroja con la que había bailado.

Su figura era estilizada, cada curva era natural y por más que quiso apartar su vista para no parecer un depravado, le fue imposible separar sus ojos del fino hilo de encaje rosa que lograba verse a través de la tela casi transparente de aquel disfraz.

Él era un alfa, nunca seguía a los omegas, ellos le perseguían a él.

Pero ese trasero le estaba haciendo replantearse su existencia y como alfa que solía pensar con la otra cabeza antes de detenerse a meditar las cosas, comenzó a caminar con rapidez para seguir a la omega de cabellos rosa.

Apolo soltó una pequeña risita cuando sintió la presencia del alfa detrás suyo, volteando para quedar frente a frente y darle el vaso con la bebida que había pedido.

-A mi me gusta que me traten como dama, no soy tu criada -Leónidas sonrió de lado, tomando de una de aquellas manos enguantadas la bebida que la chica misteriosa le estaba dando.

"No debería aceptar nada de extraños, pero dudo que la chica quiera hacerme algo..."

-Lo que digas muñeca, gracias por la bebida.

Era calmada, adoraba la poca atención que podía tener de un alfa.

Pero la actitud del espartano le hizo pensar seriamente en lo molesto que era ser vista como una muñeca de plástico.

Era un ser humano y ese alfa iba a conocer quién era Apolo Olympus.

-Me llamo Apolo. No soy "muñeca" o "Barbie", troglodita -Apolo se contuvo de lanzarle su bebida en el rostro varonil al alfa delante suyo.

Leónidas observó incrédulo a la omega.

-Te digo "muñeca" o "Barbie" porque pareces una, también tengo nombre, fresita -La primera vez que era amable con una chica y ésta de persona sin cerebro no lo bajaba.

Podía sentirse físicamente atraído por las cualidades físicas de la omega, pero esa actitud no le ayudaba a querer algo más que irse de ahí.

-Perdona... Nadie suele halagarme. Soy el "patito feo" de mi familia...

Leónidas recorrió con la mirada a la chica.

"¿De donde diablos saca que es un "patito feo"? La bebida debe tener algo..."

-No tengo la culpa de que vivas con personas ciegas.

Apolo soltó una pequeña risa, restándole importancia a la tensión hostil que ella misma había generado. Ese hombre era el primero en decirle algo agradable sin querer llegar a Artemisa.