𝑪𝒂𝒖𝒔𝒊𝒏𝒈 𝒂 𝑪𝒐𝒎𝒎𝒐𝒕𝒊𝒐𝒏

Danza de cortejo.

Desde que era un niño en su natal Varanasi, Shiva era muy consciente de que un omega sin importar que fuera hombre o mujer, era quien elegía al alfa.

En su país, era común que para impresionar a un omega, se realizara un baile llamativo.

Al igual que las aves, los alfas sacaban sus dotes artísticos en una puesta visual para tener el derecho a salir con el omega de su interés.

Si las cosas salían bien para el alfa, podían incluso pasar un celo juntos, donde sus habilidades como amante y compañero de cama era puestos a prueba durante días.

Sin embargo, aunque era un alfa muy apreciado en su familia, Shiva se sentía con cierto nerviosismo ante esa omega que parecía ser la encarnación de la diosa Kali en la Tierra.

Desde que la vio salvar a ese alfa de ojos claros, sintió que esa pelinegra sería la futura madre de sus cachorros, cumplía con todo lo que en su cultura y él en lo particular, admiraba de una compañera de vida.

Una sonrisa gatuna se dibujó en su rostro cuando "Yeah!" comenzó a sonar al fondo, coincidiendo que la azabache estaba sentada jugando con su bebida entre sus manos.

Era su momento de actuar.

Motivado por la música, caminó hacia donde se encontraba la omega disfrazada de luchador de sumo para cantar una parte de la canción y extender su mano tatuada hacia ella.

-She said, "Baby, let's go", When I told her (let's go), I said...

Raiden observó curiosa al hombre delante suyo, volteó a ambos lados pero al no encontrar rastro de Nikola ni Leónidas, tomó la mano pintada del moreno para ponerse de pie, olvidando su bebida y sin más dejarse guiar a la pista de baile.

Shiva sonrió coqueto, soltando por un momento la mano de la omega.

Raiden rió un momento, esperando ansiosa a ver cual sería el siguiente movimiento de su compañero.

Inmediatamente, Shiva comenzó a bailar, captando la mirada grisácea de la omega sobre su pelvis. Ese hecho le hizo reír y tomando valor, en un movimiento repentino, se acercó a la chica.

Raiden sintió que sus mejillas hervían.

El alfa moreno sujetaba su cintura mientras que con su baile se frotaba contra ella. Si bien aquello no la abochornaba, lo que sí la ponía nerviosa era sentir aquello entre las piernas de su acompañante.

"Gracias dioses por mandarme algo que sí me va a dejar satisfecha en caso de llegar más lejos..."

Raiden separó coquetamente sus piernas a fin de brindarle espacio al alfa de situarse entre ellas para que siguieran frotándose sin dejar de bailar.

La azabache contuvo las ganas de soltar un suspiro por lo bien que se sentían esos roces en cierto lugar de su cuerpo, aunque si su acompañante era igual de sensible que ella, podría notar la humedad que comenzaba a escaparse de su ajustado bóxer.

-Parece que te gusto, a mi también me gustas~

Shiva mordisqueó juguetonamente la oreja de su compañera cuando ella se dio vuelta, dejando ahora que sus torneados glúteos se frotaran contra él.

Sin miedo a ser abofeteado, deslizó sus manos por el abdomen marcado y esbelto de la chica.

Cualquiera que los viera, diría que estaban bailando como en el vídeo de la canción.

Pero, si eran más observadores, había una creciente tensión sexual entre ambos que se evidenciaba con cada movimiento pélvico que estaba teniendo lugar al ritmo de la música.