𝑪𝒂𝒖𝒔𝒊𝒏𝒈 𝒂 𝑪𝒐𝒎𝒎𝒐𝒕𝒊𝒐𝒏

Extra: Buenos para una emergencia

Adamas Olympus sólo tenía un trabajo pero por pendejete busca su reemplazo. Por favor, disfrute de la desgracia ajena y del shipp Zeus × Adeline (Adán fem)✨️

—Kamui-dono🥀

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Adamas creyó que cuando regresara de haber tomado un café y tener una agradable charla con alguien tan carismática como aquella omega a la cuál aún no se atrevía a preguntarle su nombre encontraría a Qin en la habitación del hospital, pero en su lugar sólo vio a su hermano sentado viendo hacia sus manos ya que le habían puesto una intravenosa en una de ellas y ahora parecía llamar su atención.

Claro que el pelirrojo no sabía que la mano en cuestión fue la que sujetó Zheng y aún existía algo de su aroma tanto en el sitio como en él.

—Oh ¿Tan malo fue que acabé aquí…? —Adamas quería decir lo que realmente estaba pensando y lanzarse a golpear a su hermano mayor por haberle preocupado a ese punto pero no, no pudo hacer nada salvo acercarse lo suficiente para abrazarle contra su pecho y llorar aliviado de que saber que Hades estaba bien.

—Hazme un favor y mejor cállate ¿Quieres? —Hades se quedó estático, cerrando los ojos porque algo en él le decía que necesitaba un abrazo. Existían cientos de emociones recorriendo su ser y lejos de disminuir, aumentaron cuando Adamas retomó la palabra —Sé que debí avisarle a la perra de Perséfone pero en mi mente, la que tenía derecho a verte era Qin. Creí que se encontraría aquí en cuanto regresara de… No importa.

El alfa se guardó para sí mismo aquella plática con Jātaka, rememorando en su mente el sonido de su risa y ese dulce aroma a flor de loto y canela, separándose por un momento de su hermano para verle mejor.

Hades se mantuvo en silencio, por dentro su lobo interno parecía mover una cola más que encantado por saber que Qin había ido a verlo aunque  no estaba seguro de por qué lo haría si ellos terminaron su relación. No de forma voluntaria, sino por imposición de él, pero aquellos sólo eran detalles poco relevantes que nadie necesitaba saber.

—No fue para tanto, estoy bien… —Adamas empujó con suma suavidad a su hermano lejos de él para tomar parte del parte médico que la omega le había facilitado para que conociera el estado del albino y mirándole con el ceño fruncido comenzó a hablar en voz alta.

—¿NO FUE PARA TANTO DICES? A VER VEAMOS QUÉ DICE AQUÍ —Hades volvió a posar su vista a sus manos, conteniendo las ganas de sonreír al recordar el dulce tacto de Zheng así como los pequeños besos que dejó sobre su rostro y labios en el escaso tiempo que la sintió cerca, ignorando a un encolerizado Adamas —¡3 COSTILLAS ROTAS DE LAS CUALES UNA CASI TE PERFORA UN MALDITO PULMÓN, UN LABIO PARTIDO, UN GOLPE EN LA NARIZ QUE CASI SE CONSIDERA FRACTURA Y SI TE DEJABA EN TU HABITACIÓN HUBIERAS SUFRIDO UNA PUTA HEMORRAGIA INTERNA ASÍ QUE… SI. SI FUE PARA TANTO!

El alfa mayor quiso decir algo cuando una omega de cabellos casi blancos entró a la habitación para fulminar con la mirada a su hermano.

—Le pedí amablemente que guardara la compostura hace unos momentos antes. Esto es un hospital y de la manera más atenta, le pido que por favor se retire —Hades se cubrió los labios intentando no reírse porque Adamas parecía un cachorro regañado ante aquella omega, la cual le miró un momento para agregar —Pido que no se burle de una situación tan poco agradable. No es justo reír en un momento serio.

Adamas suspiró y de mala manera no sin antes dejar un golpe en el brazo tatuado de su hermano, salió de la habitación de hospital para encontrarse nuevamente con la omega pero ahora con los brazos cruzados. Lucía atractiva con aquellos lentes de montura fina sobre el puente de su nariz así como con aquella bata médica sobre sus hombros tanto que no le importaba que fuera mayor que él por un par de años.