Roma: pasión y balas

CAPITULO 37

* Siéntanse con la libertad de comentar a lo largo del cap, me encanta leerles, espero que disfruten mucho el cap. Sé que estas fechas son muy difíciles para algunos, que atraviesan por momentos o recuerdo complicados, para todos ellos un abrazo enorme y muchísima luz. Para ellos y para quienes aman la navidad, felices fiestas. Disfruten esta cap de regalo. *

- Tenemos que terminar con este compromiso cuánto antes. - digo apenas contesta.

- Buen día para ti también, gracias por avisar que estabas vivo, no me preocupé para nada. - me reprocha. - Pudiste haberme avisado dónde estabas, habría sido un gran detalle para tu prometida.

- No me hagas de dramas que no van. - la corto. - ¿No escuchaste lo que dije? Quiero terminar con el compromiso.

- ¿Y te crees que yo no? - espeta. - No quiero casarme con un hombre que no me ama, pero al arecer no tengo otra opción.

- La hay. - le aseguro.

- Por favor ilumíname. – responde con sarcasmo. Inhalo con fuerza, tratando de no perder la poca paciencia que me queda.

- Dile a tu padre que aceptaré la guerra. - escucho como su respiración se entrecorta. - Y lo siento mucho, pero uno de los dos terminará muerto y no seré yo.

- Valentino, no puedes hacer eso. – implora. – Es mi padre.

- Entonces habla con él, convéncelo. – bramo. – Yo ya tengo una mujer con quien casarme y esa no eres tú, has que lo entienda o le volaré la cabeza antes que siquiera pueda dar la orden de atacarme. – le advierto y cuelgo.

No me siento mejor por hacerla sentir mal en el proceso, sé que no se quiere casar conmigo, el único culpable es su padre, pero con amenazarla puede que se agilicen un poco las cosas.

Llevo casi dos semanas esperando a que Nathaniel lo resuelva, es tiempo de tomar las riendas, si es necesaria una guerra entonces la aceptaré, con o sin la ayuda de sus hombres.

Narra Katrina:

Dejo a Valentino en su biblioteca y me permito derramar las lágrimas que he estado conteniendo todo el día. Verlo fue más duro de lo que creí, incluso pensé que con el tiempo ya no me importaría, que ingenua fui.

Esposarme a él fue una tortura, fue cruel. Lo que necesito ahora es estar lejos de Valentino, en todos los aspectos posibles.

Sin dudarlo marco el número de David.

- ¿Qué te parece si nos mudamos juntos ahora mismo? - suelto de golpe apenas contesta. - Digo, igual lo íbamos a hacer en unas semanas.

- Me parece una idea maravillosa. - casi puedo verlo esbozando una sonrisa. - ¿Quieres que mande el camión de mudanza?

Respiro hondo. ¿Estoy segura de esto?

- No, primero necesito encontrarle un departamento a mi madre y a mi nonna, y darle a Jenna su liquidación.

- Bien, entonces avísame y te ayudaré a empacar.

- Claro. - me susurra un "Adiós amor" y se lo devuelvo antes de colgar.

Aprovecho para mandarle un mensaje a Candace.

Katrina:

¿Crees que haya una posibilidad de rentar un departamento para dos personas en tu edificio? Lo necesito lo más rápido posible.

P.D: ¿Quieres ser mi dama de honor?

Su respuesta llega casi al instante.

Candace: