* Disfruten el capítulo, espero que les guste tanto como a mí me gustó escribirlo, por favor no se olviden de comentar, amo leerles, las quiero mucho*
- ¿Me extrañaste? – la sonrisa torcida que me dedica dispara el terror en mí.
- Blaine. – susurro. - ¿Q-que haces aquí?
- Cazarte. – Mis manos tiemblan y reparo de su aspecto andrajoso. No puede ser cierto, Massimo había dicho que está escondido en África.
Camina hacia mi furioso, con odio en su mirada y una terrible sed de venganza. Intento huir de él, pero alcanza mi mano, jalándome hacia él y golpeándome en la cara.
Caigo al piso, totalmente mareada por el golpe.
- Es tu turno de sufrir pequeña perra. – se agacha hasta quedar a mi altura y toma mi cabello con fuerza.
- Él te va a encontrar.
- Oh cariño, eso espero. – suelta mi cabeza, golpeándola contra el suelo. El dolor es tan intenso que me pitan los oídos.
Escucho como se pone de pie y patea mi vientre, llevo mis manos hacia allí, protegiéndome, protegiendo a mi bebé. Lo siguiente que ocurre es el mango de su pistola dando en mi cráneo.
La vista se me nubla y pronto la oscuridad se apodera de mí por completo.
Narra Valentino:
22:00 pm
Camino por mi despacho de un lado a otro, aun no tengo noticias de Katrina ni de Alexander, se supone que debió entregarle la maleta, ya debería estar de regreso.
El celular suena y casi me aviento a él, contesto enseguida.
- Ha desaparecido. – dice Candace apenas contesto. Ahoga un sollozo. – La dejé solo un momento, salí por la cena y ella ya no está.
Se me hiela la sangre.
- ¿Dónde está Alexander? – demando saber.
- N-no lo sé. – solloza. – Hay rastros de sangre aquí.
- ¡Mierda! – espeto. Massimo llega corriendo en ese instante.
- Es Blaine, le perdimos la pista. – informa alarmado.
- Candace, sal de ahí, Massimo va en camino. – mi hermano me mira confundido.
- ¿Candace está aquí?
- Blaine está en Roma, de alguna forma evadió a nuestros hombres. – respondo, ignorando su pregunta.
- Valentino. – demanda.
- Ella está aquí, al parecer Katrina se lo pidió. – lo pongo al tanto de lo que ella me dijo y le doy la información del hotel donde se hospeda.
No puedo evitar que vaya hacia allá, no con el caos que está a punto de pasar, además, Candace lo necesita, por ello no digo nada cuando me deja hablando solo a media orden y sale disparado del despacho.
Llama al hotel y pido los videos de vigilancia, conseguirlos me resulta bastante sencillo, solo tengo que ir allí, también necesito saber qué ha pasado con Alexander, no pudo solamente desaparecer.
Hago llamadas alertando a mis hombres y socios, pidiendo que vigilen todas las salidas y entradas de Roma, ni siquiera una mosca saldrá sin que yo me entere. Tomo mis armas y me dirijo a la cocina, esperando que Mónica y Katherine estén ahí.
Necesito sacarlas cuanto antes del país antes de que Italia se convierta en un campo de guerra.
- Valentino. – pone un plato con avena frente a Katherine y me regala una sonrisa. Me acerco a ella y tomo a la pequeña en mis brazos, protegiéndola como un papá oso. - ¿Qué es lo que pasa?, nunca había vista tanto movimiento en casa, ¿Viene un socio tuyo?

ESTÁS LEYENDO
Roma: pasión y balas
Teen FictionKatrina Davis está hasta el cuello de deudas, sumando a eso una hija que cuidar y una abuela enferma de quien hacerse cargo, ni siquiera la ayuda de su madre es suficiente. Todo cambia cuando conoce a Valentino Rossi, un importante empresario con un...