CAPÍTULO 43

2.7K 160 12
                                    

* Disfruten el capítulo, espero que les guste tanto como a mí me gustó escribirlo, por favor no se olviden de comentar, amo leerles, las quiero mucho*

- ¿Me extrañaste? – la sonrisa torcida que me dedica dispara el terror en mí.

- Blaine. – susurro. - ¿Q-que haces aquí?

- Cazarte. – Mis manos tiemblan y reparo de su aspecto andrajoso. No puede ser cierto, Massimo había dicho que está escondido en África.

Camina hacia mi furioso, con odio en su mirada y una terrible sed de venganza. Intento huir de él, pero alcanza mi mano, jalándome hacia él y golpeándome en la cara.

Caigo al piso, totalmente mareada por el golpe.

- Es tu turno de sufrir pequeña perra. – se agacha hasta quedar a mi altura y toma mi cabello con fuerza.

- Él te va a encontrar.

- Oh cariño, eso espero. – suelta mi cabeza, golpeándola contra el suelo. El dolor es tan intenso que me pitan los oídos.

Escucho como se pone de pie y patea mi vientre, llevo mis manos hacia allí, protegiéndome, protegiendo a mi bebé. Lo siguiente que ocurre es el mango de su pistola dando en mi cráneo.

La vista se me nubla y pronto la oscuridad se apodera de mí por completo.

Narra Valentino:

22:00 pm

Camino por mi despacho de un lado a otro, aun no tengo noticias de Katrina ni de Alexander, se supone que debió entregarle la maleta, ya debería estar de regreso.

El celular suena y casi me aviento a él, contesto enseguida.

- Ha desaparecido. – dice Candace apenas contesto. Ahoga un sollozo. – La dejé solo un momento, salí por la cena y ella ya no está.

Se me hiela la sangre.

- ¿Dónde está Alexander? – demando saber.

- N-no lo sé. – solloza. – Hay rastros de sangre aquí.

- ¡Mierda! – espeto. Massimo llega corriendo en ese instante.

- Es Blaine, le perdimos la pista. – informa alarmado.

- Candace, sal de ahí, Massimo va en camino. – mi hermano me mira confundido.

- ¿Candace está aquí?

- Blaine está en Roma, de alguna forma evadió a nuestros hombres. – respondo, ignorando su pregunta.

- Valentino. – demanda.

- Ella está aquí, al parecer Katrina se lo pidió. – lo pongo al tanto de lo que ella me dijo y le doy la información del hotel donde se hospeda.

No puedo evitar que vaya hacia allá, no con el caos que está a punto de pasar, además, Candace lo necesita, por ello no digo nada cuando me deja hablando solo a media orden y sale disparado del despacho.

Llama al hotel y pido los videos de vigilancia, conseguirlos me resulta bastante sencillo, solo tengo que ir allí, también necesito saber qué ha pasado con Alexander, no pudo solamente desaparecer.

Hago llamadas alertando a mis hombres y socios, pidiendo que vigilen todas las salidas y entradas de Roma, ni siquiera una mosca saldrá sin que yo me entere. Tomo mis armas y me dirijo a la cocina, esperando que Mónica y Katherine estén ahí.

Necesito sacarlas cuanto antes del país antes de que Italia se convierta en un campo de guerra.

- Valentino. – pone un plato con avena frente a Katherine y me regala una sonrisa. Me acerco a ella y tomo a la pequeña en mis brazos, protegiéndola como un papá oso. - ¿Qué es lo que pasa?, nunca había vista tanto movimiento en casa, ¿Viene un socio tuyo?

Roma: pasión y balasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora