CAPÍTULO 4

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AVERTENCIA: Este capítulo puede presentar contenido sensible.

07:30 am. Entro en la oficina del señor Rossi, media hora antes, tal y como él me lo pidió.

- Se café, señor Rossi. – el extiendo su espresso doble. Gracias a dios la cafetería abre temprano.

- ¿Esta vez no es un caramel macchiato? – pregunta burlón, tomando el café y llevándose el vaso a la boca.

- Ya quisiera tener tanta suerte.

- ¡Oh no! – finge cara de asco. – Dígame señorita Davis, ¿Ya desayunó? - niego con la cabeza; pensaba comer la barrita de granola que llevo en mi bolso. – Bien, sígame.

Bajamos al estacionamiento y subimos a su auto.

- ¿Se puede saber a dónde vamos?

- Ya verás. – sonríe juguetón

¿Qué es lo que tramas Rossi?

***

Narra Valentino:

El día anterior...

19:30 pm

- Investiga al dueño de Heaven's cafetería, la quiero. – anuncio a mi hermano, entrando a su despacho.

- ¿Elizabeth no odia el café?

- ¿Quién dijo que era para Elizabeth?

- Padre te matará. – me advierte.

- ¿No puede un amante del café tener su propia cafetería?

- Solo tomas espressos y americanos. – señala con ponzoña. – Yo creo que tiene que ver con cierta asistente a la que acabas de contratar, y de la que recuerdo fue despedida de ese mismo lugar.

- No sé de qué hablas. – me hago el desentendido.

- Te ha dejado encandilado, ¿No?

- No. – niego rotundamente. – Su jefe se creyó demasiado listo como para retarme, algo que, como comprenderás, no pienso permitir.

- ¿Así que quieres comprar la cafetería y despedirlo como venganza? – poco a poco una sonrisa burlona aparece en su rostro. – Vaya hermanito, te estás ablandando.

- Oh no, no, hermano. – sonrío gustoso. – Del idiota ese ya me estoy encargando, necesito la cafetería vacía para las 21:00 horas, sé que podrás hacerte cargo. – ordeno, dispuesto a marchar.

Escucho como se carcajea a mis espaldas.

- ¡Voy a fingir que te creo! – grita con burla.

Le enseño el dedo medio aún de espaldas y salgo de su oficina.

Unos cuantos golpeas a aquel idiota y poner a su ex empleada como su jefa hará que aprenda a mantener la boca cerrada, si no con gusto se la cerraré yo mismo

***

Narra Katrina:

Actualidad...

Estacionamos frente a Heaven's cafetería. Lo miro confundida.

- Oí que su panino es excelente. – se encoge de hombros. Sonrío orgullosa.

- Claro que es delicioso, yo misma lo introduje al menú. – entramos al local y las miradas caen en el apuesto hombre a mi lado. – Todos te miran. – susurro.

- Corrección señorita Davis, la están mirando a usted. – instintivamente mi vista se dirige a él, no encuentro ni rastro de burla en sus ojos, si no la más bella y cruda verdad.

Roma: pasión y balasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora