ADVERTENCIA: este capítulo puede despertar sentimientos no gratos en ustedes, sé que muches de ustedes quisieron abandonar el libro, no lo hagan por favor, que el capítulo pasado dolió, era necesario, por favor dense el tiempo de leerlo, es importante para la trama, no desesperen, sé que muches de ustedes quieren a Valentrina, sumérjanse en la lectura, abracen los sentimientos que les genera, su final feliz llegará más pronto de lo que ustedes imaginan.
* Siéntanse con la libertad de comentar a lo largo del cap, amo leerles, muchas gracias por todo el apoyo que están dando, les quiero *
Dos meses después...
Narra Katrina:
11-11, 07:45 am
Los últimos dos meses han sido un desastre. Valentino está de mal humor todo el tiempo y es toda mi culpa.
Las cosas han estado tensas entre nosotros desde nuestro viaje a Los Cabos. Siendo sincera esperaba una reacción así de su parte, lo que no esperaba era que me molestara tanto.
No puedo dejar de pensar en él, es como si hubieran invadido mi cerebro de un nuevo virus llamado Valentino y no tuviera cura.
La situación con David ha mejorado bastante, sin embargo, mi atención hacia él está dispersa, y francamente agradezco las interrupciones de Alexander.
Esto está mal, todo está mal.
Debería sentir por David lo que siento por Valentino, lo deseo con todas mis fuerzas, pero no es así y he decido conformarme con ello.
Entro a la oficina deprisa y coloco su café en la mesa.
- Llegas tarde. – responde cortante. Miro el reloj.
- Llegué cinco minutos antes de mi hora de entra...
- Haz una llamada al señor Takahashi, Bellemore, Vasiliev y a mi hermano, programa una reunión lo antes posible. – ordena, interrumpiéndome. Estoy a punto de abrir mi boca para protestar por un "por favor", pero alza la mano, haciéndome callar. – Es todo, puede retirarse señorita Davis.
Salgo de la oficina totalmente frustrada, es así todo el tiempo.
- Parece que su humor empeora cuando me ve. – susurro a Candace. Fue la única a la que le he contado lo sucedido, la única que de alguna forma puede entenderme.
- No es para menos, le destruiste el corazón al pobre hombre. – bueno, retiro lo dicho.
- Oh por dios, eres la menos indicada para hablar, negaste tus sentimientos durante mucho tiempo.
- Y ahora estoy felizmente enamorada. – se encoge de hombros. – Del hombre que sí provoca esos sentimientos en mí. – recalca.
- Eso fue cruel.
- Nadie dijo que la verdad no es dolorosa.
- Me equivoqué, ¿Cierto?
Asiente.
- Oh si, a lo grande. – dejo caer mi cabeza sobre el escritorio. – Dime enserio, ¿Qué es lo que sientes por David?
- Me gusta, es encantador y educado.
- ¿Encantador y educado? – pregunta con burla. - ¿Así es como describes a la persona de la qué estás enamorada?, Vamos Katrina, pregunte lo que sientes por él, no como era.
Abro y cierro la boca un par de veces, antes de caer en cuenta de que no conozco la respuesta.
- La verdad es que no lo sé.
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Roma: pasión y balas
Ficção AdolescenteKatrina Davis está hasta el cuello de deudas, sumando a eso una hija que cuidar y una abuela enferma de quien hacerse cargo, ni siquiera la ayuda de su madre es suficiente. Todo cambia cuando conoce a Valentino Rossi, un importante empresario con un...