* Espero que disfruten mucho el capítulo, muchas gracias por todo el apoyo que me han dado, son las mejores, las quiero. No se olviden de comentar, me encanta leerles *
- ¡Yo me opongo! – el corazón se me detiene.
Las cabezas de los invitados se giran en su dirección y pronto los murmullos se hacen más fuertes. Pongo atención a su alrededor, descubriendo que no viene solo, Massimo y un centenar de hombres lo acompañan.
Camina hacia mí con paso decidido. Me deshago del agarre de David y me dirijo hacia él, enfurecida. ¿Cómo se atreve a impedir mi boda cuando él está a punto de casarse?
No le doy tiempo de decir una sola palabra, mi mano es más rápido, estampándose con fuerza contra su mejilla.
- ¿Cómo osas a venir aquí? – espeto. - ¿Cómo si quiera te atreves a hacerme esto? – en mis ojos se acumulan lágrimas de ira. Se lleva la mano a la zona afectada, acariciando, tratando de aliviar el dolor.
- He venido por ti. – responde. – No voy a permitir que te cases con un hombre al cual no amas. - una sonrisa burlona aparece en mi rostro.
- ¿Por qué? ¿A caso tú eres el hombre que debería amar? – noto su mandíbula tensarse. – No te equivoques Valentino, yo no puedo amar a un hombre que me hizo vivir en una mentira. – << ¡Pero tú sí lo amas! – No me iré contigo. – digo con firmeza. – Vete ya, tu presencia no es bienvenida.
Empiezo a caminar.
- Ambos sabemos que no lo amas. – su respuesta me hace permanecer en mi lugar. – Tu lugar es conmigo, ha sido así desde que nos conocimos, nos pertenecemos. – intenta acercase, pero alejo mi mano, impidiéndoselo. – Te amo.
Mi corazón se sacude con fuerza, escuchando las palabras que tanto ha anhelado escuchar, pero mi mente me recuerda sus mentiras y el dolor que sentí al descubrirlas.
- Yo no. – niego con la cabeza. – No te amo, nunca lo hice, ahora me doy cuenta. – miento. Puedo ver el dolor reflejado en sus ojos, da otro paso hacia mí.
- Mientes. – susurra.
Contengo las lágrimas que amenazan con derramarse, no voy a permitir que me vea llorar por él.
David parece salir del shock en ese momento, acercándose a nosotros.
- Vete de aquí Valentino. – me toma por la cintura, aferrándose a ella. – No me hagas utilizar a mis hombres, estás en desventaja.
Adquiere una postura diferente, más fuerte, más decida, y, sobre todo, más violenta. Voltea a verme.
- O te vas conmigo por las buenas, o lo haces por las malas. – advierte. Me cruzo de brazos, no estoy dispuesta a irme. – Bien, si así lo quieres. – da un asentimiento de cabeza a Massimo, quien da la orden a sus hombres.
Su movimiento es tan rápido que apenas me doy cuenta, jala de mí al mismo tiempo que dos de sus guardias someten a David. El resto de su escuadrón se alza en armas, superándonos en número, impidiendo que los hombres de los Cunningham se muevan un solo centímetro.
La capilla es un caos, inspecciono la habitación, pero mi madre, mi abuela y mi hija no están por ningún lado. El pánico crece con fuerza en mi interior, intento liberarme del agarre de Valentino, pero solo consigo que ejerza más fuerza.
David forcejea, intentando llegar hacia mí. Valentino, saca su arma, apuntándole a la cabeza
- Un paso y te mueres. – amenaza. – Sabes que lo cumplo
Nos mira a ambos impotentes, incapaz de poder hacer nada.
Valentino empieza a caminar, llevándome consigo; grito, pataleo, pero todo es en vano, él tiene el control total de la situación. Al salir de la capilla se agacha, echándome sobre su hombro.
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Roma: pasión y balas
Teen FictionKatrina Davis está hasta el cuello de deudas, sumando a eso una hija que cuidar y una abuela enferma de quien hacerse cargo, ni siquiera la ayuda de su madre es suficiente. Todo cambia cuando conoce a Valentino Rossi, un importante empresario con un...