Capítulo XXII

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Rodó hasta donde le orientaron, haciendo avanzar la silla con su propio esfuerzo. Fue a lo largo de un pasillo corto hasta dar con una puerta que pudo reconocer fácilmente que era la de su habitación, básicamente tenía escrito Maeve con un diseño similar a la caligrafía de Corpse Bride. Ese pequeño detalle le dio una caricia directa al corazón.
Detrás de ella, los cuatro miembros de la familia expectaban por ver su reacción cuando abriese la puerta. Así lo hizo, quedando boquiabierta cuando vio que era casi que su antigua habitación pero...más acogedora, y con muebles nuevos.
En silencio rodó hacia el interior del cuarto, tratando de ocultar el brillo que tenía en los ojos y la emoción que le floreció cuando vio sobre la cama sus pósteres de películas perfectamente planchados, sus figuras de acción de las mismas cintas en una estantería nueva, las paredes pintadas de un color grisáceo y elegante, pero sobre todo se emocionó cuando vio las sábanas con estampado de Beetlejuice. 《Vi estos animados tantas veces estando en el hospital que les quedó claro mi gusto por ellos》, Maeve sonrió para sus interiores con ese pensamiento.

—Es lo más bonito que he visto en mi vida. - Expresó la muchacha, casi al borde de las lágrimas por la bienvenida cálida. —Muchas gracias.

—No tienes que dar las gracias, es un regalo. - Le dijo Elliot.

La muchacha ensillada se acercó a la cama, ahí estaban sobre el cubrecama adornos que en algún momento colgaría en las paredes. Se dirigió al armario, ahí estaba toda su ropa e incluso los diez pantalones y los zapatos nuevos que Eloise había encargado antes de huir. No faltaba nada, hasta sus pinturas estaban en una estantería nueva. Sin duda cada ápice de la habitación tenía un pedazo de los Herst, un pedazo que rezumaba un sentimiento de familia desconocido hasta ese momento para Maeve.
Cuando se volteó a la familia nuevamente, ellos no estaban, la puerta estaba cerrada y Jasper estaba colocando su caballete en una esquina de la habitación que al parecer la habían guardado para ello. Jenkins puso la lagartija que aún yacía en su regazo sobre la cama y después se quedó mirando al castaño sin razón alguna, solamente dándole las gracias internamente por traer la estructura de madera.

—¿Tú también necesitas una foto mía? - Los dos se rieron.

—Pintarte sería más fácil.

Jasper se sentó en la cama frente a ella.

—¿Cómo te sientes? - Quiso saber él, habia un tono tranquilo en su voz.

—¿Esa es la frase con la que vas a empezar cada conversación nuestra? - Le dijo ella en una burla amistosa. —Estoy nerviosa más que todo, ¿Quién me dice que no me trajeron para vender mis órganos en el mercado negro?

—Estaba pensando que la DeepWeb era más segura para ello, pero creo que hablar con un traficante cara a cara sería lo mejor. - Le siguió él la broma.

—Este es el momento donde sacas un cuchillo de cualquier lugar inesperado y me matas para ver cómo agonizo en el suelo.

—Nah, mucho que limpiar. - Jasper y Maeve terminaron por reírse suavemente.

—Aún creo que es demasiado que me tengan bajo el mismo techo de un día para otro. - Le dijo ella mientras desviaba su vista a las cartulinas sobre la cama.

—Es algo que todos discutimos, ya mi mamá estaba muy adaptada a ti por estar constantemente cuidándote. - Jasper la ayudó sosteniendo algunos pósteres.

—Sigue siendo raro.

—Pues acostúmbrate, porque estarás un buen tiempo aquí con nosotros. - Maeve le sonrió nuevamente.

—Si tanto tiempo voy a estar aquí, necesitaré tu ayuda para decorar este lugar.

Jasper se levantó de su lugar.

—Comencemos entonces. - Dijo él dando un corto aplauso.

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