Capítulo 21 - Capone

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Un guardia de seguridad irrumpe en la sala de cámaras del Sitio 19 y es detenido por otro en su interior para avanzar más allá de la puerta. Luego de dialogar y recibir comentarios de los 'camarógrafos' sale en dirección a una Sala de Contención improvisada y bastante simple.

En su interior, sobre una única mesa de noche en un rincón como inmueble, se encuentra un celular conectado a un cargador. Al tomarlo el guardia lo desconectó y entra directamente en él ya que carece de contraseña alguna e inicia un chat con un contacto específico de la aplicación de Mensajería.

[Hola otra vez 1471]
[Tengo buenas noticias]
[Un antiguo contacto tuyo vino de visita para verte]
[No estará mucho tiempo aquí, así que deberías aprovechar la oportunidad]

El celular emite un zumbido, que el guardia interpreta como un 'Sí, haz lo que quieras', por lo que se lleva el celular mientras hace un gesto de despedida a la cámara que lo vigilaba.
Mal0 no prestó atención a su entorno, por lo que el tiempo de viaje pudo haber sido corto o largo e igual no le importó.

Volver a ver a uno de sus anteriores 'dueños' no le hacía ninguna gracia, aunque este no era de los que se volvieron locos o murieron como consecuencia de haber invadido intrusivamente en sus vidas. Este en especial de hecho fue uno con los que tuvo una relación sana y duradera en comparación con el promedio con otros usuarios que sería de menos de un mes.

Pero no le hace ni sombra a su vínculo con Quentin.
Volvió a la realidad cuando colocaron su escondrijo sobre otra mesa en una sala de interrogatorios.

-Sal Mal0. Preséntate.

Con ruido de estática como de un radio roto, se materializa lentamente. Como una figura espectral que adquiere solidez. Su apariencia tenebrosa ha hecho que la mayoría de las primeras impresiones que tiene con la gente fuera confundiéndola con un demonio o similar.

El anciano sentado frente a ella la mira aturdido de sorpresa. La emoción recorre su cuerpo, enrojeciendo su rostro.

-No lo puedo creer ¿Realmente eres tú, Capone?

La criatura resopló al oir aquel nombre que creia jamas volver a escuchar. Ahora que sabe, le parece poco halagador que el nombramiento se basara en uno de los mayores criminales reconocidos en la historia*.

-Soy yo. Aún te recuerdo, William.

El hombre mayor sonríe más amplio y se levanta del asiento.

-No me lo creí cuando me lo contaron hace unos días. Cuando me enteré de la existencia de anomalías como tú comencé a interesarme por ellas, pero todo esto todavía me hace sentir fuera de sintonía. Me relegaron a un colaborador externo. Un Clase E. 

-Cuando entregaste tu celular con mi aplicación prometiste que trabajarías duro para recuperarme -Capone habló con voz desdeñosa, criticando la falacia de aquella afirmación dada hace tantos años.

-Lo siento. Llegado un momento me dieron amnésicos y olvidé incluso que existías, pero adquirí la manía de revisar constantemente el celular esperando un mensaje que nunca llegaba o de vigilar las esquinas de mi casa con el rabillo del ojo esperando ver algo.

-¿Y los espejos?

-Dejé de tener problemas con ellos. Sin embargo, algo me decía que estaba mal que no viera nada raro cuando me miraba en uno.

El anciano trató de acercarse, pero ella retrocedió. Se dio cuenta que se sentía incómoda por la situación y volvió a sentarse con pesar, avergonzado. Ella no confiaba en él.

-Gracias a ti salí de mi rutina de adolescente que se muere de auto-asco por falta de vida social. Conocí buena gente que me ayudaron a superar la ausencia de mi hermana mayor y a construir una carrera estable como profesor privado.

SCP 1471 - [Un Mundo Irreconocible]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora