Capítulo 31 - La calma antes de la tormenta (1)

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La alarma del despertador a las 7:00 am taladró los oídos de Quentin sin piedad. Para colmo, éste se encontraba fuera de su alcance ya que Mal0 lo movió precisamente para obligarlo a levantarse si quería silenciar el molesto dispositivo.

Aunque se acostó relativamente temprano, siempre se consideró como alguien que necesitaba al menos 12 horas de sueño para estar 'algo' descansado.

Malamente y a la fuerza es que se aclimató al esfuerzo de acostarse antes de la medianoche para levantarse temprano. Y aunque estaba algo alterado su reloj interno por sus recientes aventuras de dos semanas, no debería tardar mucho en reacomodarse.

Con el despertador ya caído en combate, arrastró los pies hasta la cocina de la que salía el olor levantamuertos del café fuerte recién hecho y el de un aceitoso desayuno basado en huevos fritos y salchichas.

-Buenos días Quentin. Me las arreglé para no mancharme de aceite esta vez sin el delantal. Ten, disfruta.

Sentándose en la mesa con pesadez, el chico estira los pies colocándolo sobre otra de las sillas por debajo de la mesa. Tomando la tasa con el café que le presentaron con ambas manos, la sopla por unos segundos antes de beber, disfrutando con los ojos cerrados el agradable calor que se dispersó desde su esófago y luego desde su estómago al resto del cuerpo.

Abrió los ojos cuando oyó el ruido de los cubiertos que colocó Mal0 al lado de su plato, pero solo tomó el tenedor para cortar esquina de la salchicha, pincharla y llevársela a la boca.

-Mhmm ¡Te quedó genial la salchicha! -lleno de sorpresa la felicitó mientras se enderezaba.

-Gracias. Se me ocurrió añadir algunas especias de esas que trajimos desde hace una eternidad. Temo que si no lo usamos en lo que queda de año caducarán.

-No pasará nada con ellas. No exageres -luego agregó con una sonrisa mientras rebanaba otro pedazo- Pero no es mala idea usar un poco a diario.

Agitando contenta su cola, sin dificultades ella apaga el horno y comienza a limpiar los utensilios.

-¿No comerás?

-Ya lo hice ¿Nunca has oído que los buenos cocineros no pasan hambre ya que tienen que probar su comida constantemente para comprobar su calidad?

-No, pero ya entiendo porque la mayoria de chefs son gorditos.

-Luego de pensarlo mejor, hoy no haré que pases el día entero estudiando, ¡pero no cantes victoria tan pronto! -la sonrisa que crecía en Quentin comenzó a disminuir- Hasta el mediodía te estaré repasando los conceptos claves de cada asignatura y te daré todo lo que deberás estudiar por separado para cada caso. Luego de almorzar tendremos una reunión con el 'nuevo' Mickey parar reorganizar nuestro cronograma. Nuestros planes para corto, medio y largo plazo tenemos que adaptarlo a nuestras nuevas circunstancias. Sábado y domingo irás de compras y a la lavandería y en cuanto regreses te vas a estudiar. !Sin quejas!

Quentin entristecido asintió en acuerdo y terminó su desayuno. Luego fue a sacar de su dormitorio su laptop, algunos cuadernos de notas y viejos libros prestados de la biblioteca que nunca había terminado de devolver. La digitalización de las instituciones educativas y otras aún no abarcaba todos los lados del país.

Dejando la cocina reluciente, Mal0 se sienta a su lado para guiarlo mientras la oxidada maquinaria mental de Quentin comenzaba a trabajar. Algunas veces se atascó, pero gracias al trabajo previo de Mal0 solo bastó unas gotas de aceites {recordatorio de contenidos ya dados} para que comprendiera la idea esencial de las cosas nuevas.

SCP 1471 - [Un Mundo Irreconocible]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora