Con pasos pesados, Quentin subió las escaleras al segundo piso de la casa de los Connor. Mentalmente agotado de pacificar a su preocupada madre, logró escapar gracias a la abuela de su compañera de aula, que le dio como gracia salvadora la solicitud de que fuera a ver como estaba Aurelia y le llevara té.
Aunque solo servía para atrasar lo inevitable. Nadie le ayudaría cuando volvieran a casa y continúen los regaños.
Se detuvo un momento para corregir su camino, ya que por costumbre se dirigió al antiguo cuarto de ella. Tocó suavemente la puerta de la nueva habitación y entró cuando recibió la confirmación del permiso.
Aurelia tenía mucho mejor aspecto ahora, sin estar al borde de la locura con los ojos hundidos y oscuros por la falta de sueño y la ansiedad. Aún en su piyama verde con el cabello ligeramente alborotado, estaba meditando una de las más importantes preguntas que puede hacerse una chica universitaria a la moda cada día:
¿Qué ropa se podría hoy?
Quentin cruzó de una zancada la pila de ropa descartada y se sentó en la silla rotatoria frente al escritorio vacío al lado de la cabecera de la cama.
-¿Aún sin decidirte? Toma este té mientras tanto.
Aurelia lo mira por un momento y retrocede unos pasos antes de darle la espalda al armario.
-¿De qué es? -como el chico se encogió de hombros solo quedaba saborearlo- ¡Oh!, también tiene limón. Es de manzanilla, ¿quieres probar?
-No, gracias. Eso es para ti ¿Por qué tardas tanto en escoger tu ropa? ¿Finalmente piensas salir de la casa?
-No lo entenderías -murmuró antes de sorber un poco más de la taza- Es duro encontrar ropa que quede bien en uno.
-Ve y díselo a tu yo de hace unas semanas -Aurelia lo fulmina con la mirada mientras se sienta en su cama- Si no te importa tanto lo que opinen los demás de ti, ¿qué importancia tiene vestir como una modelo de Victoria Secret?
-¿Qué tú sabes de moda? -comentó ofendida- Incluso si me mandaran a botar la basura afuera, debo vestir estupenda. Y como perdí mis vestidos favoritos, tengo que clasificar los que me quedan.
-¿Vestidos? ¿Piensas ir con ropa de gala en pleno invierno? Solo ponte ropa gruesa y cómoda. Hay una tormenta de nieve que se acerca. Si tanto te preocupa la ‘falta de ropa’, cómprate primero un nuevo armario para guardar la que todavía no puedes meter en uno.
-¿Una tormenta de nieve anómala?
Quentin sacudió la cabeza y se rio exasperado.
-Que ahora sean conocidas las anomalías no quiere decir que todo tiene una causa u origen extraordinario. Lo debes saber bien.
-Aurelia, coge el abrigo rojo del perchero, los pantalones negros que están a tus pies y las botas altas.
La joven siguió dudosa la sugerencia y al superponerse la ropa frente al espejo e imaginarse con los zapatos mencionados no le pareció tan mala la elección debido al diseño.
-Tendré que ponérmelo antes de decidirme. Gracias Mal0.
-De nada. Quentin, sal.
Con una mueca incómoda, el chico salió del cuarto y se apoyó a la pared al lado de la puerta para esperar a que lo llamaran, abriendo uno de los juegos que Mal0 descargó para él.
Al cabo de un rato lo invitan a entrar y servir de juez.
-No está mal. Rojo y negro es una combinación clásica por buenas razones.
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SCP 1471 - [Un Mundo Irreconocible]
AcakUn niño común con una vida ordinaria se adentró en el lado oculto de la sociedad al descargar una misteriosa aplicación que evoca una entidad de apariencia malévola, pero que realmente solo quiere compañía y comprensión. En secreto, una poderosa e...