Capítulo 38 - La amarga lección

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El día en que oficialmente se terminaban las clases se realizó un Acto de Clausura en el Gimnasio debido a lo espacioso que es.

Cadenas de papel de colores chillones decoraban los techos, teniendo en las ventanas cortinas improvisadas con listones decorativos. Mesas y sillas fueron traídas desde las aulas y se sirvieron varios aperitivos y ponche de frutas, el cual se acabó casi inmediatamente, por lo que desde entonces solo sirvieron jugo natural o refresco artificial, para queja de muchos que se quedaron insatisfechos y tenían que viajar hasta la cafetería cuando no pudieron esperar a que trajeran las siguientes rondas.

Se improvisó un escenario donde desfilaron grupos musicales conformados por estudiantes de la Facultad de las Artes y durante las pausas una especie de pasarela de moda para hombres y mujeres con temática invernal donde se votaron a los más guapos de la escuela por Año y Facultad.

También se realizaron otras actividades con fines recreativos, pero para Quentin toda la situación le parecía una pérdida de tiempo.

Desde que el Ghran Karcista le advirtió de la inminente llegada de la catástrofe desconocida ha estado inquieto e irritable. Tenía que esperar a que concluyera oficialmente la escuela para irse, ya que de intentarlo por su cuenta, para todo aquel que espera capturarlo o matarlo se le presentaría una oportunidad de oro.

Mientras estaba sentado en un rincón bebiendo las últimas gotas de ponche que logró alcanzar a tener para sí, se le acercó uno de los conserjes de la escuela bien vestido para la ocasión y en voz baja le dijo:

-El Director te espera en el Teatro. Quiere que le ayudes a imponer orden entre los manipuladores de la realidad.

Cuando Quentin le miró sorprendido el conserje le asiente y se aleja para continuar sus labores de mantener bajo control a los muchachos semiborrachos para que no ensuciaran tanto el lugar.

-No le hagamos esperar, Quentin. Puedo sentir que están a punto de perder la paciencia. Será más efectivo contenerlos cuanto más cerca estemos.

Mal0 habló lo suficientemente alto como para apenas oírla como un susurro sobre la música desentonada que la gente abucheaba en el escenario. Él dejó su vaso vacío a un lado y mientras caminaba a la salida alisó los pliegues de su ropa.

Justo antes de salir comprobó que nadie le prestaba atención para por unos segundos activar su “Visión Verdadera”, como le llama Alan a sus capacidades visuales, y confirmar que efectivamente todos los presentes son humanos normales.

Ningún anartista, mago, manipulador, chamán o criatura polimorfa estaba presente.

Sus pasos resonaban en los pasillos vacíos cuando se alejó lo suficiente del área festiva. Aunque toda la escuela tenía un aislamiento para el frío, no en todos lados había calefacción, por lo que era posible ver el propio aliento mientras deambulaba.

Y definitivamente no hacía tanto frío adentro como parecía haber afuera, nevando abundantemente.

Apenas oyó unos pasos ligeros acercarse a su posición desde otra dirección desactivó su Visión Verdadera para no destacar, ya que los ojos le brillaban con tonos dorados cuando lo usaba.

Sin embargo, no le eran necesarios para ver como la apariencia borrosa de cierto anartista intentaba deslizarse por su lado con sigilo, a lo que se hizo el tonto y fingió no verlo, pero en cuanto aparecieron cierto par de profesores con cara de urgencia por el camino del que provino él, de improviso giró sobre un pie y con el impulso pateó fuertemente al anartista haciendo que caiga de cara contra el suelo, seguido de un pisotón en su espalda alta para mantenerlo abajo.

Por el efectivo golpe sorpresa, el chico pierde la concentración con un quejido de dolor y su figura se revela desde el primer golpe. Los agentes de la Fundación SCP que trabajaban como profesores corrieron hasta donde estaban y lo inmovilizaron ellos.

SCP 1471 - [Un Mundo Irreconocible]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora