Capítulo 36 - La calma antes de la tormenta (6)

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Solo faltaba una semana antes de las vacaciones de invierno. Aquellos estudiantes algo diligentes que debían algunos deberes escolares siempre que podían permanecían en la biblioteca o en los laboratorios informáticos tratando de adelantarlos para así disfrutar mejor el fin de año. El resto, o los tenía ya completados o se autoengañaban diciéndose que lo harían antes del regreso.

Quentin era del primer grupo.

Debido a su ausencia prolongada debido una 'problemática situación personal', los profesores fueron comprensivos y le encargaron otras tareas diferentes para completar equivalentes a las que habían recibido sus compañeros de estudio durante su período de ausencia.

Los agentes de la Fundación SCP con el papel de maestros cuidaban por algún motivo al estudiante Quentin Burnett, pero sin mostrar abiertamente el favoritismo.

Sus compañeros de aula le han puesto como etiqueta que es uno de los 'callados del salón', pero solo porque es ligeramente introvertido. Si lo invitan a una fiesta lo rechazará, pero si es a una sala de juegos irá con gusto. Conversa con quien le inicie la conversación y mira como un espectador más cuando algo interesante sucede hasta que decide seguir en sus asuntos incluso cuando el evento en cuestión no concluye aún.

Sus notas son regulares, a veces por debajo del promedio y otras ligeramente por encima.

Siempre está murmurando para sí mismo cuando no tiene nada que hacer mientras oye música a todo volumen con sus audífonos. Indicador común de que es alguien solitario la mayor parte del tiempo.

No parece tener ninguna amistad cercana de la escuela, pero en su tiempo libre está escribiéndole a alguien en su teléfono, a veces sonriendo o sorprendiéndose de improvisto por algo que le dicen.

Es un muchacho común que solo se le puede reconocer por ahí por su ingobernable cabello marrón estilo afro y unas cicatrices en sus mejillas provocadas por las garras de alguna bestia grande en el pasado, que con el tiempo le ha dado a Gabriel Thompson la impresión de que cada vez son más pequeñas.

A pesar de todo eso, ha recibido órdenes laxas de reclutarlo a su 'clan' por algún motivo. Para él no parecía ser alguien importante con capacidades destacables, creyendo que por eso mismo que le sugirieron no insistir si rechaza y en su lugar entregarle el panfleto típico de la Mano de la Serpiente.

Luego de investigar todo lo que podía de él intentó acercarse para cumplir su objetivo e irse a casa, pero las cosas no parecían ser tan simples cuando de la nada eventos aparentemente aleatorios dificultaban su acercamiento, como si el infortunio le golpeara repentinamente. O que desde las sombras lo protegieran.

***

Aurelia Connor se incorporó luego de registrar los últimos recuerdos de Gabriel Thompson. El hombre algo guapo de desteñido cabello rubio estaba babeándose tirado en un rincón en las partes más intransitadas del campus universitario. Tardarán en encontrarlo y llevarlo a un hospital por el daño cerebral que le infligió.

La malicia de Aurelia no se debió a un rencor personal con el pobre Gabriel, sino a que lo consideraba insoportable por su fetiche recurrente de hacerse pasar por un retrete del baño de mujeres para que estas hicieran sus necesidades "sobre él".

Sin piedad le causó daño cerebral permanentemente por ello.

Debido a su alta sensibilidad espiritual desde niña ha podido interactuar con el mundo anómalo desde una perspectiva poco dada a conocer. Era difícil explicar cómo era normalmente el mundo visto a través de sus ojos. Más exactamente, sentido.

A través de su vista podía ver el 'aura' de la gente, una especie de resplandor que emite todo lo que contenga espiritualidad. Mientras más potente sea su alma, más brillante sería a sus ojos. Y a través de ese brillo puede conocer la verdadera naturaleza de la gente.

SCP 1471 - [Un Mundo Irreconocible]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora