5. Temor

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Escribiendo con su pluma favorita se encontraba el director del nosocomio a la vista atenta de Amelia, esta esperaba no estar equivocada con su decisión. Con solo entrar a la oficina le informo al director de su respuesta, iba a atender el caso del paciente "problemático".

- Me alegra que haya aceptado Amelia- dijo Marlon- Espero no sienta que esta siendo presionada para atenderlo.

- Para nada director. Como menciono antes, somos psiquiatras y nuestra labor abarca a cualquier paciente, independientemente de lo haya hecho a causa de su enfermedad- pronuncio con confianza sin embargo en el fondo en ella seguía la incertidumbre.

- Por supuesto- arranco la hoja de su libreta para dársela a Amelia para que se la entregara al personal del pabellón P. Iba a ser trasladada allá entonces debía ser informado a todos, pero primero a los del pabellón P- Cualquier cosa puede ir con la jefa de administración, creo que ustedes ya se tratan mejor.

- Claro- respondió modesta porque en realidad no había una amistad o cosa en común entre las dos, se podría decir que Carol era como una profesora ausente, viene a trabajar y es todo los demás no eran algo notable en su rutina, entonces Amelia no le hablaba si no fuera un asunto de trabajo.

Se despidió de Marlon para ir con Carol a informarle, ya que otra vez el director estaba tomando decisiones sin ponerla al tanto. Era peculiar la especie de relación que tenían esos dos, a veces parecían una pareja divorciada y otras veces daban la impresión de ser una relación sólida de varios años. Raro. La palabra indicada para describir sus interacciones. Al llegar con ella le dio la nota que escribió Marlon para después arrugarla entre sus manos y tirarla a la papelera del otro lado de la habitación, se le notaba de mal humor entonces Amelia no dijo ninguna palabra si no fuera necesario.

Fue llevada a regañadientes hasta el pabellón P, la escena causar pavor pero a la vez era cómica por el caminar de Carol siendo seguida por la doctora aprendiz que no llevaba nada más que un mes en el nosocomio. El pabellón era más movido que los otros dos, los enfermeros iban y venían de un lado a otro, los psiquiatras del mismo modo salían de las habitaciones mientras que otros hablaban o eso intentaban con algunas pacientes en la sala de descanso.

Se acerco al mostrador con la enfermera encargada del pabellón, resulta era Erana la que estaba al mando, cosa que sorprendió a Amelia al mismo tiempo que la lleno de alivio ya que podría tener algunas charlas amenas con ella.

- Es la nueva, se quedara aqui para ayudar con los pacientes y esta a cargo de Dai- explico Carol.

- ¿Dai?- interrogo Amelia- ¿A quien te refieres?

- ¿Como? Acaso no sabias como se llamaba tu paciente, que símpatica- soltó sarcástica dejando el lugar con fastidio.

- No te preocupes Amelia, cualquier pregunta que tengas puedes hacerla con toda confianza- sonrió angelical logrando cautivar a la amedrentada cobriza quien se animo a hacer varias preguntas.

Primero quería saber un poco sobre el pabellón, entonces Erana le explico que esta era la encargada del lugar desde hace 8 años seguidos. Para sorpresa de Amelia, ella era la enfermera de Dai, su paciente, desde que llego al hospital. Le platico sobre la rutina estricta de los pacientes además de su hora de entrada y salida, las cuales eran sincronizadas por la categoría de los paciente de aquel pabellón. La llevo a todas las salas que debía conocer y le susurro algunos cuartos los cuales eran exclusivo de las enfermeros. En dato interesante que le comento Enara fue que ella junto a otra doctora eran las únicas mujeres en el pabellón, esto debido a problemas anteriores que tuvieron con algunos pacientes que presos de una crisis lastimaron e incluso cometieron sacrilegio con una de las terapeutas.

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