Era un espacio reducido, con poca ventilación y el frío era intenso. El pequeño catre sirvió como asiento a la gran figura del adulto que en una postura mostraba lo que su rostro no. Culpa. Su hermana estaba en otra celda, las pocas palabras que cruzaron fueron suficientes para él, probablemente ya no la volvería a ver por un buen tiempo. Hasta el final fueron cómplices, de el principio a fin gestaron el suceso que acabaría con su familia. ¿Acaso fue muy difícil predecir lo que pasaría? Fue una gran pregunta que no lo dejo dormir durante la noche, además, recordó paso a paso lo que entre y si hermana planificaron para dar fin a la relación inesperadamente problemática de su padre y la jovencita de cuna dorada.
Fue su hermana quién sentó la idea de alejarla a través del dinero, un jugoso pagó podría hacerle retroceder de ir a buscar más, en especial en una familia con la mitad de los miembros sintiendo poca simpatía hacía ella.
Korn al oir tal idea, dudo que fuera viable, en especial por el carácter de la mujer. Pocas veces su padre hablaba de ella, no obstante bastaba con escuchar a los empleados para saber que no era una mujer ingenua menos conformista.
De mente ambiciosa y astuta, se hizo de buenos contratos y no necesito levantar la falda para lograrlo, por lo que, ofrecer un soborno como ese. Era la peor opción.La mujer al escucharlo, levantó su té de la mesa para probarlo. Ese momento de silencio fue el pase para que su hermano menor propusiera una mejor alternativa.
No estaba muy seguro pero, podrían intentar crear un malentendido que haga a su padre desconfiar de ella o traicionarlo de forma inconsciente. Algo que no soportaba el patriarca, era la traición, en especial cuando se tenía una razón egoísta por detrás.Su propuesta no hizo más que encender el foco de Cus, quién casi de emoción por una nueva idea, deja caer su té sobre la mesa.
- Hermana ten cuidado- le dijo Korn.
- Lo siento, pero se me ha ocurrido algo que creo va a funcionar- dejó la taza a un costado, y junto las manos en un puente para mirarlo directamente a los ojos.
- Inventemos una aventura. Solo necesitamos algunas fotos con ella siendo desleal a nuestro padre- explicó sonriendo de lado.
- ¿Cómo piensas hacer eso?¿Pagarle a alguien para hacerse pasar por un falso amante? - pregunto sin estar muy convencido.
- Exacto, puede ser cualquier hombre. La edad no importa, pero si su situación económica.
Le ofrecemos un buen pago y no tendrá problemas en fingir ser el amante- dijo entusiasmada.- ¿Crees que funcionará? Hermana esa mujer no es tonta como para dejar que un extraño se le acerque. Además unas fotos no demostraran exactamente que esta teniendo una aventura- razonó cruzando los brazos, no quería ser pesimista pero ninguna propuesta le convencía- Si queremos darle forma a esta idea, debemos hacer que sea real, que verdaderamente haya una persona tras la mujer. Podemos contratar a un actor a quién se que este dispuesto a tomar el papel de amante.
- Esa parte es tuya hermano- le dijo en tono bromista- Desde tus reciente ingreso a las apuestas, seguro encontrarás a algún desafortunado jugador que posea muchas deudas.
Eres bueno analizando a las personas, elige al indicado para seducir a esa inoportuna mujer.Termino de beber su té ante la atenta mirada de su hermano menor, el cual se quedó un momento atónito al descubrir que su hermana estaba al tanto de su nuevo pasatiempo que cuidaba no se le saliera de las manos.
Suspiro agotado tomándose la frente, no sabía exactamente si encontraría a esa persona "adecauda", mas no podía negarse a hacerlo. Ambos colaboraban por un mismo objetivo, sin mencionar que su Cus conocía algo que él prefería mantener en secreto.Ella no tenía intención de amenazarlo aún así Korn no supo como tomarlo ya que no hubo una aclaración de su parte, casi obligado esa misma noche, fue al casino donde tanteaba sus habilidades en las cartas.
Se paro a un costado de la barra, con un brandy en la mano observo a cada uno de los jugadores empedernidos en los tragamonedas.
Todos resultaban ludópatas que no parecían querer nada más que solo seguir apostando para recibir ese estímulo excitante de ganar, cosa que no siempre les sucedía.

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Psicótico
De TodoTras las frías paredes de aquel hospital psiquiátrico, se encontraba él tentando a la suerte y una doctora novata encargada de atender su psicosis.