Mirando los rincones del edificio halló al fondo un cuarto de servicio con un cartel de "clausurado". Se lo pensó un momento antes de entrar al cuarto, bien podría esperar ahí hasta que anocheciera. Cerca a la habitación estaban las escaleras de emergencia por lo que, parecía un buen lugar para pasar el rato.
Una vez analizado los pros y contras decidió entrar. Esperaba que no estuviera cerrada, sorpresa, estaba abierta.Se llevó otra sorpresa cuando al abrir la puerta se encontró a Videl sentada en una de las muchas cajas apiladas que había en el lugar, mientras prendía un cigarrillo. Ambos se observaron interrogantes por saber que hacía la otra ahí.
Amelia pensó en solo irse pero realmente necesitaba un lugar donde pasar desapercibida y ese era el mejor que encontró.- Si vas a entrar, podrías cerrar la puerta- dijo Videl cansina sosteniendo el encendedor de metal por buen rato.
- Ah, si- parecía que no tenia problemas en ella estuviera ahí, entonces Amelia se decidió por entrar cerrando la puerta tras de si.
- Hay un pila de cajas en esa esquina, puedes sentarte ahí si quieres- comento Videl finalmente encendiendo el cigarrillo que sostenía con su izquierda, para metérselo luego a la boca.
- No sabía que fumabas- declaró Amelia mientras se acomoda en las cajas que le indico Videl para poder sentarse.
- Yo tampoco, empecé hace poco de hacerlo- explicó dándole una pitada al cigarrillo- Creo que fue por el estrés de estar aquí.
- Es curioso, somos psiquiatras pero no estamos libres de los males mentales.
- Nop, solo sabemos como controlarlos y ayudar a otros a entender como funcionan- mencionó soltando el humo de su boca- Pero es una ventaja, se una forma más sana para combatir mi estrés y no fumar.
- ¿Entonces por que fumar?
- Umm, creo que es cool- declaró mostrando una sonrisa burlona.
- No esperaba una respuesta como esa- extendió su mano hacía ella pidiéndole un cigarrillo, Videl media confundida le dio una de su cajita que tenía en su bolsillo.
Amelia se lo puso en la boca y Videl acercó el encendedor a ella.- Pensar que fumabas, la "novata"- comento hilarante.
- Solo se me antojo. También estoy bajo mucha presión- expresó dándole una fuerte pitada al cigarrillo mientras se estiraba de hombros.
- Lo dices por tu paciente supongo.
- Tiene algo que ver, pero es otra cosa que me tiene inquieta- se inclino un poco sobre las cajas, logrando una posición más cómoda.
- Imagino que si, y eso que apenas estás empezando. Te lo dice alguien que ha estado haciendo esto desde hace 5 años- dijo Videl.
Sonrió con aquella declaración, ciertamente ella estaba empezando recién el trabajo de psiquiatra pero no creía que aquello se volvería una tortura. Aunque dependiendo de lo que pasaría más adelante respecto al casi del señor Dai, se decidiría su futuro como doctora psiquiátrica; no estaba asustada porque confiaba que estaba haciendo lo correcta. Aún así no podía evitar sentir angustia, el no saber lo que sucederá mañana era una sensación natural en el ser humano; siempre queriendo predecir el futuro para evitarse una agonía o decepción posterior de parte de alguien o de su mismo. Ella era consciente de ese hecho.
Parece que su estadía en ese cuarto de servicio no estaría muy aburrida, haber encontrado a Videl le fue una sorpresa pero no le disgusto tanto. Hablar le ayudaba a distraer su mente, dejando de lado las preocupaciones seculares. Pero no podría suceder esto del todo, ya que, al ver a Videl no pudo evitar recordar la escena que observo de ella junto al muchacho de cabello negro; el cual se supone es su paciente. Se quito el cigarro de la boca un momento viendo como el humo iba hasta arriba para luego desaparecer y dejar su fuerte aroma a tabaco.
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Psicótico
RandomTras las frías paredes de aquel hospital psiquiátrico, se encontraba él tentando a la suerte y una doctora novata encargada de atender su psicosis.