Le Balleur - Camren G!P

Cap. 35

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· Willow ·
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Riéndose durante la cena con un hombre que le doblaba la edad, fue la primera vez que vi a la vieja Lauren que conocía. La chica de dieciséis años que estaba llena de arrogancia engreída, pero a diferencia de la mayoría de chicas de su edad, lo tuvo todo para respaldar esa arrogancia. Incluso más en la actualidad.

Miré mientras Lauren tragaba un poco de su comida, hipnotizada por su mandíbula cuadrada. Los ángulos se habían vuelto más prominentes con el paso de los años, convirtiendo a una chica con algunos rasgos suaves en una mujer con fuertes líneas cinceladas.

Me atrapó mirándole y frunció el ceño, luego me dio una pequeña sonrisa que me hizo sentir como si fuésemos los únicos con un secreto antes de que volviese a hablar con Grouper.

Permanecí callada mientras terminábamos la comida. Mientras los segundos pasaban, realmente me di cuenta que nos quedaban unas horas. Después de esta noche, realmente no había ninguna razón para que volviésemos a vernos. Marlene había sido lo único que nos ataba en este punto. Y había muerto. El pensamiento me creó un dolor físico en el pecho.

―¿Estás bien? ―Después de que nos despidiésemos de Grouper y Shannon, Lauren y yo caminamos juntos hacia el elevador.

Asentí.

Pulsó el botón de la séptima planta para mí y el trigésimo tercero para ella. Cuando llegamos a mi planta, salí y Lauren sostuvo una mano contra las puertas deslizantes, evitando que se cerrasen.

―Tengo entrenamiento a las nueve. El entrenador ha sido bueno con respecto a mis faltas y yo llegando tarde esta semana. Pero si mañana no llego a tiempo, va a tener mi trasero. ¿Quedamos para el desayuno a las siete y te dejo de camino?

Las afueras no estaban en su dirección, pero acepté de todos modos. Tomaría cualquier cosa que pudiese obtener.

Mi habitación de hotel estaba silenciosa. Siempre había odiado el silencio, no dejaba nada para ahogar mis pensamientos. Más ahora que estaba sobria. Esa era la parte más difícil de la sobriedad, la incapacidad de escapar de mis pensamientos.

Con el paso de los años, había pensado en Lauren casi a diario. Pero durante las últimas semanas, me había encontrado preguntándome constantemente cómo habría sido para nosotras si nunca hubiese desaparecido esa última vez. Si mi vida no hubiese girado fuera de control. ¿Aún estaríamos juntas? ¿Casadas? Mis pensamientos siempre estaban llenos de y sí.

Me duché y encendí la televisión como compañía, hundiéndome bajo las mantas en un intento de perderme en el programa. El primer canal en el que aterricé, una pareja estaba en medio de un apasionado beso. Lauren era un increíble besadora. Muy dominante y controladora, no besaba amablemente. Siempre hubo crudeza en la forma en que su boca consumía la mía. Estiré el brazo y me pasé la mano por los labios, cerrando los ojos recordando.

Y si…

Cambié de canal. FX estaba reponiendo una serie que se había acabado el año pasado, Sons of Anarchy, una mirada dentro de las bandas de moteros. Estaba llena de armas y violencia. Perfecto.
Lo miré durante unos minutos. Luego, de repente, la escena de un grupo de moteros vestidos de cuero en una casa club se terminó y estaba mirando la espalda tatuada de un rubio desnudo. La cámara bajó hacia el trasero tatuado del tipo mientras follaba furiosamente a una mujer. Ella gimió. Lauren era tan buena con ese increíble cuerpo. Dios, había pasado mucho tiempo desde que un hombre o una mujer me hizo gemir.

Y si…

Volví a cambiar de canal.

ESP estaba mostrando los momentos más interesantes de los partidos de fútbol del último fin de semana. El mariscal de Philadelphia lanzó la pelota al final de la zona y en las manos de un gran receptor. Alzó el puño y celebró la victoria. Lauren y yo solíamos celebrar las victorias en su habitación. Literalmente sacudí el pensamiento de mi cabeza y pulsé el mando a distancia.

Y si…

Necesitaba aclararme la mente de Lauren. Volviendo al canal de información del hotel, me rendí con la televisión y puse música. La pantalla mostró elecciones como Top 40, Rock Clásico, Hip-Hop y Country. Elegí el Rock Clásico. Feel like making love de Bad Company sonó a través de la televisión.

Dios, realmente hice…

Escuché a Paul Rodgers cantar sobre los sueños dorados del ayer tanto como pude. Cuando no pude soportarlo más, cambié a la música Country. Remember when de Alan Jackson vociferó sobre recordar tu primera vez.

Brody fue mi primera vez.

El universo estaba detrás de mí.

O…

Tal vez era una señal.

Y si…

Había docenas de canciones en mi lista de reproducción que me recordaban a Lauren. Siempre las saltaba pero nunca las borraba.

Y si…

Después de mañana, no habría nada que nos mantuviese conectados.No quería pasar una vida pulsando el botón de pasar.
Siempre preguntándome…

Y si…

Era momento de que las borrase todas y siguiese adelante, o dejar que las canciones sonasen.

Mi vida estaba llena de muchos arrepentimientos. En ese momento, sabía que si al menos no lo intentaba, sería la decisión de la que más me arrepentiría. Aparté las mantas, salí de la cama y me vestí, mi mente dando botes. La oportunidad de que Lauren aún tuviese algún sentimiento aparte de desprecio y odio por mí era prácticamente inexistente. Pero…

Y si…

El otro día olvidé devolverle su llave para el ascensor. Ni siquiera sabría que estaba yendo a su suite hasta que abriese la puerta. Sin darme demasiado tiempo para pensar todas las razones por las que no debería, tomé el ascensor. No tenía ni idea de qué iba a hacer o decir. Solo sabía que era mi última oportunidad y no quería vivir preguntándome y sí.

Lauren respondió al primer golpe. Aún llevaba el pantalón del traje, pero tenía desabrochado el cinturón y la camisa. Dios, es magnífica.

―¿Willow? ―Yo aún no había dicho una palabra―. ¿Está todo bien?

Negué y nos miramos durante un largo momento.

―¿Puedo entrar?

Durante un segundo, pensé que podría darme la espalda. Cerró los ojos, pero cuando volvió a abrirlos, se movió a un lado para dejarme entrar.