¿Existe La Felicidad? ~ La Casa Del Dragón

Capítulo 15

AEGON

Aegon despertó en medio de una neblina, su visión estaba ligeramente borrosa cuando abrió los ojos y no podía decir dónde estaba. Sintiéndose extremadamente confundido y sin recordar nada exactamente, miró alrededor de la habitación en la que se encontraba y se sintió muy desorientado, ¿dónde estaba? ¿Qué pasó? Su cuerpo se sentía extremadamente cansado, mucho peor que después de una fuerte paliza de su padre. Su cabeza se sentía rara y su mente se nubló, tratando de sacudirse el sueño, se sentó en la cama y sus ojos encontraron a su hermano.

En el momento en que vio a Aemond lo recordó todo; fue tan abrumador. Todo volvió a él, lo que pasó con su padre, cómo escaparon, todo el vuelo a Rocadragón, él suplicándole a Rhaenyra y luego... negro. No recordaba nada más. Aegon saltó de la cama para acercarse a su hermano, rápidamente lo despertó y se puso en alerta.

Aemond tenía un aspecto simplemente horrible, tenía la cara hinchada y magullada. Aegon pudo ver que todavía llevaban la misma ropa con la que escaparon. El brazo de Aemond estaba inmovilizado contra su cuerpo, y Aegon podía oler en él ungüentos con los que estaba familiarizado. Después de todo, Rhaenyra debió haber ordenado a un maestre que lo mirara. A pesar de eso, se sentía sumamente nervioso y aterrorizado, ¿qué había pasado? ¿Los aceptó? Aegon miró a su alrededor y estaban en una bonita habitación, no estaba sucia ni nada por el estilo. Sus ojos encontraron la puerta y quiso comprobar si estaba cerrada con llave o no, pero no quiso llamar la atención sobre ellos hasta evaluar mejor la situación.

— Hermano... hermano, despierta — Aegon intentó despertar a Aemond pero su hermano estaba profundamente dormido. Sintió que la preocupación crecía en su pecho, Aemond tenía el sueño ligero como él, eso no era normal . Intentó despertar a su hermano sin éxito unas cuantas veces más, luego se sentó en la cama con Aemond, moviéndolo con cuidado cuidando sus heridas pero necesitaba estar lo más cerca posible de él. Que su hermano estuviera fuera de allí era demasiado peligroso, eran extremadamente vulnerables en ese momento, Aegon necesitaba encontrar algo para defenderse en caso de que algo sucediera.

Miró a su alrededor pero no encontró nada, consideró romper algo para afilarlo pero tenían pocas cosas en esa habitación con ellos. ¿Dónde está Cole? Comenzó a entrar en pánico rápidamente después de esa pregunta. No había señales de Cole en esa habitación, ¿dónde estaba? ¿Estaba bien? ¿Lo mataron? Trató de recordar si fue testigo de una amenaza a Cole antes de desmayarse, si vio que lo golpeaban o algo así pero no podía recordar. Sin embargo, su mente se sentía confusa, por lo que no podía confiar en ella por completo. Intentó despertar de nuevo a su hermano, pero no tuvo suerte. Dioses, por favor, no, Cole tiene que estar vivo, tiene que estarlo.

Aegon no quería pensar en lo que les pasaría sin Cole, el hombre era la única persona en quien podía confiar, no era lo suficientemente fuerte ni grande para proteger a su hermano contra alguien como Daemon o un adulto. Era bueno peleando y estaba mejorando pero era consciente de su tamaño, Cole era un guerrero, un caballero. Era muy fuerte, no sólo eso sino que se preocupaba por ellos, lo necesitaban.

Necesitaba saber qué estaba pasando, tenía que probar la puerta y considerar explorar el lugar, pero estaba demasiado asustado para llamar la atención sobre ellos. Si su destino era morir, ser castigados o, peor aún, ser enviados de regreso con su padre, él no estaba preparado para afrontar la verdad. Se permitió soltar algunas lágrimas, cuanto antes se calmara, mayores posibilidades tendrían. Cuando se estaba limpiando las lágrimas, escuchó la puerta abrirse, sintió que se le daba un vuelco el estómago del terror. No, no, no estaba listo, no estaba preparado todavía.

Una joven que claramente era una sirvienta asomó su cabeza dentro de la habitación y sus ojos se abrieron dramáticamente cuando lo vio despierto. Sus propios ojos estaban muy abiertos e inmediatamente puso una mano sobre su hermano, miró a su alrededor buscando algo para defenderse pero no vio nada. El miedo lo estaba consumiendo rápidamente; Tendría que defenderse con su cuerpo.

— Joven príncipe, llamaré a alguien — Dijo el sirviente en voz baja pero Aegon negó con la cabeza, no quería que la mujer llamara a nadie, por favor no lo hagas. Pero cuando ella ya había salido de la habitación, él no podía dejar de temblar, la incertidumbre de lo que sucedería después lo estaba matando.

Sintió pasos correr hacia ellos y se apoyó contra la cama mientras rodeaba a su hermano con sus brazos, si Aemond no hubiera estado tan herido simplemente habría puesto a su hermano detrás de él. Sintió los latidos de su corazón en la garganta y contuvo el aliento hasta que se abrió la puerta.

— Estás despierto mi príncipe — Cole entró a la habitación y Aegon solo pudo llorar.
— Estás bien — Aegon sintió lágrimas en sus ojos, todo su cuerpo temblaba, el latigazo que recibió al pasar del terror al alivio fue demasiado.

Cole cerró la puerta detrás de él y rápidamente estuvo a su lado, abrazándolo como nunca antes lo había abrazado. Aegon sintió que se derretía contra el hombre.

— ¿Lo que está sucediendo? ¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Qué van a hacer con nosotros? ¿Contigo? — Aegon agarró la ropa de Cole con fuerza, tenía tantas preguntas.
— Shh, Aegon, todo está bien, lo prometo, cálmate — Cole agarró su rostro, sus ojos encontraron los de Aegon.
— Dime ahora — Aegon lo sacudió.
— Está bien, cálmate, te lo contaré todo — Cole se sentó en la cama abarrotada, teniendo cuidado con Aemond.
— La Princesa nos creyó, estamos a salvo. Después de que te desmayaste, miraron tus heridas y las cuidaron, luego hicieron lo mismo con Aemond
— ¿Por qué está tan fuera de lugar? No pude despertarlo
— Le dieron un sedante
— ¿Dejaste que lo drogaran? — Aegon lo interrumpió, sintiéndose horrorizado de que Aemond hubiera sido drogado sin su conocimiento.
— Aegon — Cole agarró su mano para detenerlo — ¿Recuerdan cómo el Rey los arrastró a ambos? Lo arrastró por su lado malo, el hueso roto que había movido. Tuvieron que volver a colocarlo en su lugar, no podía estar despierto por eso, el dolor habría sido insoportable

Aegon miró a su hermano digiriendo lo que dijo Cole, respiró hondo para calmarse y asintió después.

— Atendieron las heridas de tu hermano. Luego nos dieron esta habitación y después dormimos. Estuviste dormido más de 17 horas. Llevo horas hablando con la princesa Rhaenyra; Ya le dije muchas cosas
— ¿Y ella nos cree, dices? — Preguntó mientras parpadeaba lentamente, necesitaba escuchar eso nuevamente en caso de que su mente le estuviera jugando una mala pasada.