¿Existe La Felicidad? ~ La Casa Del Dragón

Capítulo 20

Comió después de considerarlo y le dijo a su hermano que comiera, sin querer decirle a Cole que tal vez tenía razón.

— Creo que cuanto antes hables con tu hermana mejor Aegon, realmente aliviará tus preocupaciones

Aegon lo miró y se asustó ante la idea de afrontar ese momento.

— Confías en mí, ¿verdad? — Cole preguntó sosteniendo su mano.
— Sí
— Bueno, confía en mí una vez más. La Princesa quiere lo mejor para ti, cuando hables con ella te sentirás menos preocupado

Aegon tragó saliva y asintió, sabía que lo mejor era hablar con su hermana de inmediato.

RAENYRA

Había estado aceptando dolorosa y lentamente el hecho de lo que su padre les había hecho a sus hermanos y sentía como si su pecho tuviera un gran agujero.

Ya había hablado tanto con Ser Criston que el hombre le había explicado todo, desde el principio. Pasaron de la trágica muerte de Alicent al cambio de su padre, cómo comenzó el abuso y que había sido un problema persistente. Para Aegon había comenzado cuando tenía 4 años y Alicent acababa de morir, le dolía tanto el corazón al imaginar lo que debió haber sido para él. Se imaginó a sí mismo en los zapatos del hermano de su pequeño y rápidamente se ahogó por una ola de dolor con solo pensarlo.

Su hermano perdió a su madre a la edad de 4 años. Ella sabía perfectamente cómo era ese dolor y pasar por eso a una edad tan temprana fue simplemente trágico. Como si eso no fuera suficiente, su padre se volvió loco y comenzó a abusar de él horriblemente. Aegon tuvo que crecer tan rápido, a una edad tan temprana, no sólo temiendo constantemente por su vida sino también por la vida de su hermano pequeño.

— Ver al joven príncipe, Aegon... cuidar de su hermano menor... Lo ha estado haciendo desde que tenía 4 años, un niño cuidando a un bebé. Lo ayudamos, pero el Príncipe Aegon siempre estuvo apegado a Aemond. Nunca había visto a un niño cuidar a otro con tanta fiereza — le dijo Ser Criston después de horas de conversación y sintiéndose más cómodo. — Es una verdadera tragedia. ¿Qué les ha pasado a esos chicos?

Y así fue. El corazón de Rhaenyra no podía soportar cómo Aegon se comportaba a su alrededor, caminando sobre cáscaras de huevo y asustado. Sabía que, para empezar, era culpa suya no tener una relación con ellos, pero verlo le rompió el corazón. Les demostraría a sus dos hermanos que podían confiar en ella, que estaban a salvo con ella.

Pensar en la corta vida de Aemond también la entristece profundamente. Ese niño era un verdadero sobreviviente, sin padres que lo cuidaran, criado por un niño, sirvientes misericordiosos y la guardia del rey. Nunca conoció el amor de un padre, no supo cómo era el amor de una madre. Aemond sólo tenía a Aegon y la violencia en su vida, es todo lo que conocía, era su normalidad y su realidad. Sentía como si su corazón se estuviera destrozando dentro de ella.

Le pidió consejo a Ser Criston sobre cómo hablar con ellos, sus hermanos estaban tan aterrorizados que ella misma estaba nerviosa por hacer algo mal y los asustó aún más. Los chicos se sentían tan cómodos con Ser Criston que ella sabía que necesitaría todos sus consejos posibles.

— Ambos están muy asustadizos, pero Aegon intenta que no se note. No se los puede separar hasta que se sientan seguros, o entrarán en una espiral de pánico — Ser Criston dijo y la miró como si le rogara que no hiciera eso — Allá en Palacio siempre estaban juntos, a menos que alguno de ellos fuera citado por algo
— No serán separados, te lo aseguro — le dijo Rhaenyra. Se dio cuenta de que Ser Criston también temía constantemente por los chicos.
— Aegon lo maneja mejor, pero ambos no soportan los gritos ni los ruidos fuertes. Por favor, sea amable con ellos. Sé que es mucho pedir, pero necesitan paciencia. No confían fácilmente, en absoluto. Realmente sólo confían en mí y cuando se lastiman, Aegon no confía en nadie. Ni si quiera yo. Cada vez que iba hacia ellos después de que los derrotaran, Aegon parecía perderse en sus pensamientos y trataba de protegerse contra cualquier cosa

Rhaenyra se llevó la boca a la mano, odiaba esto, ¿cómo era posible que abusaran así de sus hermanos?

— Lo siento princesa, no quiero causarte angustia
— Es inevitable Ser Criston, no se preocupe por mí. Por favor continua
— Creo que tienen bastante miedo de cualquiera, pero especialmente del Príncipe Daemon, tiene sentido ya que es una figura masculina fuerte y el hermano del Rey. También te tienen mucho miedo porque estás en una posición de poder, como el Rey. Pero creo que es posible cambiar esto mi princesa... nunca se les ha mostrado amabilidad. Creo que si eres gentil y amable con ellos, pronto se darán cuenta
— Por supuesto, tiene sentido... Juro que seré la más gentil y amable con mis hermanos
— Ellos nunca han estado cerca de niños, creo que les llevará algún tiempo acostumbrarse a otros niños
— He estado pensando en eso, por eso hoy no se reúnen con los niños
— Eso es muy sabio, creo que hoy sería demasiado para ellos. Tus hermanos... no son niños normales, no se comportan normalmente, han sido heridos tanto que no pueden evitar estar asustados todo el tiempo... son muy silenciosos y cautelosos todo el momento — dijo Ser Criston y sus ojos se agrandaron. Más triste.

Rhaenyra tragó saliva sintiendo náuseas, su estómago se había estado retorciendo al digerir información tan espantosa sobre el abuso de su hermano.

— Lo sé, pero ten por seguro que lo tendré en cuenta — Rhaenyra tomó la mano de Ser Criston, sorprendiendo al hombre y a ella misma — Juro por mi honor que haré todo lo que pueda para que mis hermanos se curen de lo que nuestro padre les hizo... y gracias Ser Criston. Estoy en deuda contigo por salvar la vida de mi hermano. Estarían muertos si no fuera por ti
— No estás en deuda, mi princesa. Que los aceptes y los protejas es todo lo que podría pedir. No solo eso, sino que me permites quedarme con ellos, yo soy el que siempre te lo agradeceré
— Realmente los amas — dijo Rhaenyra en voz alta sin pensarlo.
— ...Sí. Los conozco desde que nacieron... Ojalá hubiera hecho más para protegerlos — Ser Criston dijo mirando hacia abajo.
— Parece que hiciste todo lo que pudiste... Ojalá me hubiera dado cuenta antes — dijo Rhaenyra sintiéndose culpable.

Cuando Aegon pidió hablar con ella, le preguntó si Aemond podía unirse a ellos. Rhaenyra deseaba que no lo hiciera, Aemond estaba terriblemente herido, pero sabía lo ansiosos que se ponían los chicos cuando estaban separados, así que dijo que sí.