AMOR DE CINE || FREENBECKY

4. No bailes con el

FREEN SAROCHA

—¿Qué pasa, Armstrong? ¿celosa? —bromeó Charlotte.

Charlotte hablaba de broma, pero la tensión <<incómoda>> se percibía en el aire. Fruncí los labios con desagrado. Becky jamás estaría celosa de mí, y menos porque baile con uno de sus coreógrafos. Lo primero estaba en que yo y ella a penas y nos conocíamos y ambas nos caíamos muy mal. Así que no, era ilógico.

Y Becky lo percibió, porque rodó la mirada y negó, cruzándose de brazos y ante la idea de gustarnos. Era obvio que las palabras de Charlotte habían sido una tontería delante de todos. Pero por instinto me deshice del agarre que me tenía Jimin.

—No tengo por qué tener celos y menos de esta Señorita —me señaló con indiferencia—. Solo preguntaba que hacía ella aquí.

—Pues fácil, quiero que tanto Engfa como Freen se queden —explicó William.

—¿Qué? Tú estás loco, yo no voy a permitir eso —negó.

—Bueno, pero si Freen dijo que tenía práctica en el baile —explayó Jimin—. No veo el problema, si le falta, pues yo me ofrezco y listo.

Becky se tensó completamente, —No la vas a ayudar, porque no se va a quedar. Esta estúpida idea de William no es más que para joderme la  existencia.

William estaba enojándose, lo supe por la mala mirada que le dirigió a su hermana. Aunque lo intentaran ocultar, aquellos no parecían tener tan buena relación. No sé en qué estaban pensando sus padres cuando los juntaron; que ese era otro misterio, jamás hemos visto a los padres de aquellos personajes.

Dado que Becky siempre se excusaba diciendo que estaban ocupados o que no tenían el tiempo suficiente. Pero sí se sabía que eran personas con profesiones ajetreadas. Nada más.

De la vida de Becky se sabía poco, era muy limitada, pocas veces les permitía a las personas saber siquiera su estado de ánimo. Como ahora, su rostro era tan neutral, tan sin formas, que era casi imposible desentrañar en sus sentimientos u pensamientos.

Pero quería averiguarlo. Becky era como un acertijo, pero más que eso, era una persona que en la mirada no tenía ese brillo. Usualmente <<no siempre>> los artistas tenían algo en la mirada, se sentían orgullosos por lo que eran y por el mensaje que daban a la gente. Pero Becky no, esto para ella más que una pasión, parecía un negocio. Más nada.

Aunque en el escenario era una joya de persona, moviéndose con la música, sin duda era todo. Y se tomaba su trabajo lo bastante serio como para no romper esa esencia que tenía en el escenario.

Y estoy casi segura <<segurísima>> de que no soy ni de lejos su persona favorita.

—Que no se te olvide que yo también tengo voz y voto, soy tu manager, Rebecca. Y yo velo por lo que es mejor para ti y la empresa —intervino William, en un tono de voz brusco. Nada que ver con el chico amable que nos estaba hablando no hace un rato.

Becky resopló, —¿Sí? Vaya, qué vueltas da la vida, antes ni siquiera te gustaba entrar a la empresa.

—Basta, Becky —interpuso Charlotte—. Te estás comportando como una insociable, no veo nada de malo que ellas se queden.

—Charlotte tiene razón —afirmó Jimin—. Incluso, te dije que nada cambiará.

—Freen será una bailarina y Engfa la maquillista, algo que ahora mismo necesitamos más que nunca —dijo William.

Engfa y yo no pronunciábamos palabras, pero yo estaba segura de que aquí no me quedaría, no quería seguir causando más inconvenientes y mucho menos provocar a Becky. No era mi plan.