AMOR DE CINE || FREENBECKY

Extra [8/12]

FREEN SAROCHA

Habían pasado meses desde que Fanny nació, y con eso. Algunas cosas habían cambiado.

Se preguntarán el que, lo primero es el hecho de que Becky, no pisa casi el trabajo, o no piensa casi en el trabajo. Pasa tiempo encerrada en la habitación con la bebé. E incluso, se ha llegado a dormir con ella en brazos.

Es increíble como antes de nacer le arregló la habitación, y el día de hoy es un increible lugar lleno de juguetes. Una cuna blanca, con aquellas luces colgando de la pared, para que a sus ojitos no molestara.

Pequeñas nubes y pequeñas estrellas pegadas al techo. Era una habitación de ensueño que Becky había preparado sólo para Fanny.

Ahora yo sólo estaba recostada del marco de la puerta, admirando el como Becky le hablaba a Fanny, y le susurraba cosas bonitas, mientras acomodaba su gorrito blanco. Ella jugaba aun sin tener mucho control de sus manos. A penas tenía cinco meses, Becky podía seguirse dando el lujo de hacerle muecas y que Fanny riera.

—Eres lo más precioso que tengo en esta vida —dejó un beso en su frente—. Lo más perfecto —Becky levantó la mirada hacia mí—. ¿Viste?, de mí no sacó ni el blanco de los ojos.

Sonreí, —Es cuestión de tiempo para que cuando sea más grande, tenga algo tuyo, amor.

—Sí. Eso dices para que no te demande porque nuestra hija se parece más a ti.

Caminé hasta ella y me coloqué detrás, abrazando a Becky y enterrando mi cara en su cuello.

—Te amo. Por cierto, saldré hoy, tengo que verme con Engfa —informé.

—Está bien. Me quedo con Fanny, por cierto, me llamaron de la empresa, sería bueno que te pases por ahí. O lo puedo hacer yo más tarde —se colocó de pie, y con cuidado, dejó a Fanny en la cuna. Y se arregló la ropa.

—Yo iré. Pero...Becky.

—¿Sí, mi amor?

—Ven —la arrastré conmigo hasta la otra habitación. Aquella me miró sin entender—. Fanny estará bien, la veremos por la cámara.

—Freen, a esta hora no... o sea...

—No es eso —golpeé su hombro y reí, dejándome caer en la cama sentada. Becky se sentó a mi lado—. Es otra cosa.

—¿Qué otra cosa, Mi Fini?

—He estado pensando, que más adelante puedes intentarlo.

Ladeó la cabeza, —¿Intentar qué?

—Tener otro bebé. Pero que tú lo lleves.

Abrió los ojos desmesuradamente, —¡Estás loca! —se paró negando—. Jamás. No. Ya tenemos a Fanny, Fini.

—Pero... —la seguí—. Amor, no perdemos nada.

—Pero Freen.

—Pero Becky.

Se pasó la mano por la cara, —¿Otro más?, no, eso no es lo peor, lo peor es que quieres que lo lleve yo.

—Yo lo hice —me fui acercando de a poco—. Quiero tener más bebés.

—Pero...

—Y no digas que quieres que lo lleve yo, Armstrong—le lancé una mirada amenazante.

—Pero no ahora. Esperemos que Fanny tenga una edad aceptable —infló sus mejillas, como una niña pequeña.

—A ver, dime que tengo que hacer para aceptar tener nuestro próximo hijo —acaricié la palma de su mano con delicadeza—. Lo que tú quieras.

—¿Lo que yo quiera?