Extra [3/12]

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BECKY ARMSTRONG

UN AÑO DESPUÉS.

Me paré en la puerta de la habitación, mirando hacia dentro, para ser más específica; hacia la cama, donde estaba mi querida esposa con el computador en sus piernas, entretenida y esos lentes que la hacían lucir tan atractiva, hace poco había terminado su última canción, y dijo que la daría unos retoques.

A decir verdad, no quería interrumpirla, porque cuando eso ocurría, Freen de alguna u otra manera se encargaba de no dejarme en paz con sus quejas de que nunca la dejaba hacer nada.

Pero aquí estaba yo, a punto de pedirle permiso para que me dejara ir a una fiesta a la cual Charlotte me invitó, y Engfa estuvo super en contra. Por obvias razones, esas fiestas en bares, con muchas mujeres <<despedida de soltera>>, jamás terminan bien. Es que nuestras amigas, Noey  y Yuki se estaban a punto de casar.

Y claro, nos invitaron a todas, pero Freen dijo que tenía trabajo hasta tarde y Engfa simplemente se quiso quedar en casa para así descansar. Y sólo quedábamos Charlotte y yo.

Despacio, me terminé de adentrar a la habitación, y me detuve a los pies de la cama. Tomé una bocanada de aire, y por fin lo solté.

—Mi amor  —prepárala, Becky, échale Vaseline para que cuando te diga que no; no te duela tanto—. ¿Puedo ir a la despedida de Noey?

Freen levantó la mirada, —Si.

—¡No es justo, nunca me...! —me detuve, incrédula—. Espera, ¿me dijiste que sí?

—Ajá —volvió la vista a su portátil—. Sólo no tomes mucho, sabes que te cae mal el alcohol.

Pestañeé, algo patidifusa, ella me acaba de decir que sí. Eso... eso no es normal.

Hubiera esperado lo que sea. En serio, hasta que me eché en cara la vez esa que casi chocamos y me echó la culpa cuando claramente yo estaba dormida y ella conducía.

—Bueno... —fui retrocediendo de a poco, pero me paré en seco con la mirada entrecerrada—. Habrán mujeres.

—Sí, lo sé —dijo, restándole importancia.

—Y... muchas mujeres.

—Sí, mi amor, lo sé —asintió.

Ladeé la cabeza, —Así, pero mujeres con ropas cortas y enseñando sus piernas.

—Está bien, Bec, ve tranquila —expresó, relajada.

Mi quijada se desencajó, —Alcohol más mujeres más bailes eróticos.

—Sólo cuídate, ¿sí?, y si estás muy tomada me llamas así te paso a recoger.

En la habitación reinó el silencio, iban a tener que recoger mi quijada, pero urgente. Retrocedí, hasta choqué con la pared, y en cuanto salí de la habitación, me llevé las uñas a la boca.

—¿Será que si se dio cuenta de que me le comí el helado?, no creo, si estaba casi vacío. No hemos discutido, eso es aun más raro. Es que... —volví a la habitación sólo que esta vez entré solo la cabeza—. ¿Amor?

—¿Qué, Bec?

—Mejor me quedo, no tengo porque ir, mi cama dice que no —sonreí.

—No, ve y te diviertes.

Entré por completo a la habitación, y me crucé de brazos.

—¿Quién viene esta noche que me estás echando? —provoqué.

Freen se arregló los lentes, —Nadie, mi vida, te digo que puedes salir tranquilamente.

—¡Exacto, ahí está!, ¿por qué quieres que salga?

AMOR DE CINE || FREENBECKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora