AMOR DE CINE || FREENBECKY

5. Tu y yo Peleamos.

FREEN SAROCHA

—Sólo tienen que firmar aquí —señaló William—. Y esto —alzó las cuatro llaves, dos de los departamentos y dos de los carros—. Es suyo.

Engfa me miraba con emoción oculta. Cuando le di la noticia de que era momento de aceptar el contrato, me rompió el tímpano del oído y con justa razón. Yo también me encontraba emocionada, aunque por un lado, sabía que de nada serviría estarlo.

Becky me la va a poner en chino.

Pero con tal de saber un poco más de ella y de como es su vida, soy capaz de quedarme aquí. Y en parte es por mí, creo que merezco mi propio espacio. Suelo hablar las cosas con mi madre antes de tomar desiciones. No era para consultarle, era más costumbre que otra cosa.

Teníamos comunicación y era bueno hablar las cosas. Cuando necesitaba un buen hombro o buenos consejos, pues nunca estaba de más.

Pero esto fue de precipitación, fue algo que sólo pensé y lo hice.

Tomé el lapicero y firmé en la hoja sin más. El contrato era sencillo, tenía un contrato por tres años, me estaba amarrando a esto, y sabía que no era algo que me podía tomar a la ligera, sino comprometerme. Engfa me arrebató el lapicero y firmó con rapidez.

—¡Listo! —dijo con entusiasmo.

Tragué en seco. Ya mi vida no sería igual, de eso estaba cien por ciento segura.

¿Estaba segura? no, sólo lo hice para conocer su mundo.

El mundo de Becky Armstrong.

****

—Aquí pueden comer y tomar su desayuno. Esta abierto hasta cierta hora de la noche, obvio, no es el único lugar para hacerlo. Hay una cerca de la oficina de Becky, pero obvio, es de Becky. Es una cafetería con las comidas que ella puede comer, como dietas y eso.

—Esto es maravilloso, es una de las cosas más grandes que he visto hasta ahora; ¿esto es todo?

William rió, —No, Engfa, para nada, es sólo una cuarta parte de toda esta gran empresa. Pero quiero que conozcan a todas las bailarinas.

Y nos llevó a conocerlas. El lugar era enorme, incluso, cálido en muchas areas y todos <<por lo menos la mayoría>> eran amables.

Firmé el contrato y ya no podía dar marcha atrás, eso lo tenía muy claro, iba a tener que cumplir con mi trabajo. Y saber perfectamente que esto no era un juego, pero lo hablaría con mi madre y comunicaría todo esto a ella.

Dejarla sola en aquella casa no era opción, no me apetecía hacerlo, ya que toda mi vida viví con ella, y estaba sumamente acostumbrada a las charlas nocturnas que teníamos en muchas ocasiones. Pero sabía que en algun momento tendría que dividir mi vida; que no sería esto para siempre y que ahora no sólo tenía la universidad, sino también las clases de baile.

Me preocupaba no poder llegar al nivel de los demás, pero lo intentaría, no tenía el baile tan bien desarrollado, pero lo intentaría y sabía que si nada salía como yo quería <<o sea bien>> tendría muchos problemas con ella. Con Becky.

Inflé mis mejillas caminando por mi lado, mientras que Engfa seguía a William.

Veía por el cristal de afuera una de las tantas salas de practicas que habian en este lugar, y por alguna razón tuve miedo.

Me intimidaba lo que pudiera llegar a pasar y me incomodaba el sólo hecho de saber que nada saldría como yo quería o pensaba.

—Te noto tensa —habló una voz masculina detrás de mí.