17. Filofobia

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MARATÓN 4/6

NARRADOR OMNISCIENTE.

Te levantas una mañana preguntándole a tu reflejo si lo podrás hacer bien, aquel sin cara, ni voz, te responde a través de tu reflejo que solo son tú miedos e inseguridades.

No te queda de otra que aceptar lo de ese día, aceptar que elegiste ese camino, uno que no puedes cambiar.

Eso le pasaba no solo a Becky, sino también a Freen. Dos personas las cuales ahora mismo no podían ni ponerse de pie con el temblor de las piernas. Algunas personas creen que Becky está acostumbrada a los flashes, a las luces y personas a su alrededor, pero lo cierto es que, todo aquello le da fuertes dolores de cabeza y causan una gran ansiedad en ella.

Así cada que tiene que salir al escenario, pero no le queda de otra, su padre no se sentiría orgulloso de ella; así que no se puede dar ese lujo.

En estos momentos ella tenía una muy clara idea de que la gente estaba llegando y pronto se encontraría con ella. Entrar por la parte de atrás, quedarse a solas en los vestidores; mirándose al espejo y diciéndose que podía. Esa era Becky.

Una chica con miedos.

Salir allí y sonreírle a las personas a sabiendas propias de que tienes miedo, a cualquier crítica, aunque digas que no. Saber que la primera que se tiene que presentar ahí fuera eres tú. Es cuando te preguntas, ¿vale esto la pena?

Habían pasado las horas, toda la noche estuvo con ambas manos en su estómago con la respiración lenta subiendo y bajando contra su pecho, con el pensamiento de que hoy sería otro día más en el cual... no quería presentarse frente a nada ni nadie.

No quería verle la cara a periodistas que solo querían saber sobre su vida y arruinarla más de lo que ella creía que estaba, pero las palabras de sus padres eran claras y concisas. Esto lo tiene que hacer por y para el dinero.

Ella piensa que tiene mucho que agradecerle a su padre, sin su ayuda jamás estaría donde se encuentra ahora y se tomara los lujos que se toma. Es que ella sólo deseaba descansar un tiempo.

No salir al mundo, coger su privacidad para hacer cosas que le gustaban, caminar por la calle cuál persona normal sin que la grabaran en la otra punta de la calle. Eso deseaba ella más que nadie.

Pero no.

No lo tenía. Becky tenía una muy clara consciencia sobre eso, estaba metida hasta el fondo y así como había gente que la quería y apreciaba su trabajo, había otras que no soportaban verla donde estaba ahora. Esas preguntas del porqué su padre estaba tan empeñado en dejarla en este mundo, en hacerle ver que esto era lo correcto.

Sin siquiera preguntarle si era lo que quería hacer se sentaba todos los días frente a su ventana, y suspiraba luego de cada concierto, soportando ese pánico escénico. Sin habérselo revelado a nadie.

Aunque ella sospechaba que tanto Charlotte, Jimin y William tenían consciencia sobre eso, solo que no podían hacer nada. Becky tenía que seguir con su trabajo fingiendo ante todos que era fuerte e inquebrantable, cuando en realidad, no era todo lo que deseaba.

No lo odiaba, pero tampoco era toda su vida, como su padre le hacía decir en todas las entrevistas.

Un papel agradeciendo con las palabras exactas, ni más ni menos, ensayos de discursos horas antes o días antes.

Matándose para al final terminar en... nada.

Su pánico escénico nunca se vio tan desarrollado como ahora. ¿Por qué?, ¿por qué el miedo si antes lo ocultaba?

AMOR DE CINE || FREENBECKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora