Capítulo 57

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Esta tarde la vi llorar por mi, un sentimiento amargo invadió mi ser, en las últimas horas he experimentado sentimientos que jamás creí tener dentro de mi o que al menos estaban escondidos muy en lo profundo. Pero verla llorar... me ablandó tanto el corazón, me sentí como la peor basura del mundo por mi culpa ella derramaba lágrimas.
Salí de su habitación,  aún me preocupa demasiado el estado en el que se encuentra pero no puedo hacer nada si ella no está de acuerdo.  Quiero que se quedé conmigo para siempre y ella quiere estar conmigo, pero lejos de los rebeldes... ¡carajo! ¿Por qué es tan complicado tomar la decisión de largarme y dejar sola a esa idiota? Lo único que quiero es pasar el resto de mis días con April, formar una familia, ser felices juntos... ella también quiere eso, lo sé ¡pero soy un idiota cobarde!

—Capitán...

—¡Que!

Uno de los chicos que ahora formaban parte de mi escuadrón de rebeldes estaba estático frente a mi.

—¿Qué sucede? ¿Solo vienes a verme idiota?

—No señor... La señorita April

—¿Qué sucede con ella?

—Tuvo una recaída, el doctor la está atendiendo ahora mismo.

Sentí como si un balde de agua helada me cayera encima, corrí rápidamente por los pasillos hasta llegar a la habitación de April. 
Una enfermera estaba ayudando al médico mientras este de forma muy nerviosa trataba de reanimar a April. 

—¿Qué mierda sucede aquí?

Apunté con mi arma al doctor haciendo que se pusiera aún más nervioso.

—¡no! Por favor no lo haga señor.

—si algo le pasa ¡te voy a volar la cabeza! ¿Qué fue lo que le pasó? ¡maldita sea hablen ya!

—E-ella al parecer entró en estado de shook, la encontramos inconsciente junto a la puerta y uno de sus escoltas estaba junto a ella, mu-muerto.

¿A caso dijo muerto? ¿Cómo era posible esto? Dejé a dos hombres cuidando la puerta y uno de ellos está muerto. Esto es imposible...
Ella no pudo haber matado al tipo ese, no claro que no. Él trató de hacerle algo a ella, aunque eso no explica porque él no está vivo.
Bajé mi arma y me acerqué a April, estaba demasiado pálida. Mucho más que la última vez que la vi hace unas horas. Las venas en su cuello y brazos resaltaban demasiado y se habían tornado en un azul oscuro, había sangre saliendo de su boca y nariz.

— ¿está infectada?

—parece que si, pero no puede ser...— el doctor revisó con rapidez a April —no tiene mordidas ni rasguños.

—Entonces que está pasando.

La respiración de April se volvía más acelerada y podría parecer exagerado pero podría jurar que escuchaba los latidos de su corazón hasta el lugar donde yo estaba.

—¡haga algo! Inyecte medicamento ¡no lo sé! ¡algo!

El hombre calvo corrió hasta su maletin y le dio un par de frascos a la enfermera, esta se acercó a April para tratar de inyectarle la medicina pero April despertó y con agresividad empujó lejos a la enfermera.
Corrí para tranquilizarla y me posicione detrás ella, la abracé con fuerza logrando asi inmovilizarla con mis brazos. El doctor tomó la jeringa e inyectó el líquido en la pierna de April. 
Al pasar unos minutos todo volvió a la normalidad,  April perdió el conocimiento pero volvió enseguida.
Le indique al doctor que revisara la herida de April pero ella se negó, así que no hubo más remedio que dejarla en paz.

Retorno: Legión Zombie 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora