Retorno: Legión Zombie 3

Capítulo 18

Wendy.

Hace una hora que estaba despierta eso gracias a Adeline y Hemsworth quienes entraron aterrados a mi habitación diciendo que teníamos que ir a ayudar a Angeli por una situación que en ese momento yo desconocía. Pero ahora que tengo la mala fortuna de vivirlo… pues la verdad hubiera preferido quedarme a dormir en el hotel.
Autos volcados, edificios incendiados, cadáveres podridos por todos lados y todos agotados… si, como lo oyeron Cadáveres Podridos, ¡Zombies!
Había pedido una explicación pero nadie podía decirme con certeza cómo habían aparecido esos infectados en Londres. Como por arte de magia recibí una llamada de Asleiin.

Wendy- Que bueno que llamas, hay algo que debo decirte.

Asleiin- Lo sé, infectados

Wendy- ¿Ya lo sabes? ¿Está en las noticias a caso?

Asleiin- no, hubiera preferido enterarme por las noticias peor lamentablemente lo viví. ¿Cuando vuelven?

Wendy- nos vamos en este mismo instante

Asleiin- tengan cuidado, los espero acá

Wendy- adiós.

Angeli-¿Quien era?

Wendy- Asleiin

Adeline-¿Te dijo algo sobre los infectados? ¿La informaste de lo que sucedió?

Wendy-ella ya lo sabía

Hemsworth- ¿Cómo lo supo?

Wendy- dijo que se enteró de una manera muy fea y vamos a volver ahora. Ustedes «señalo a Hiddleston y Angeli» ¿Se van o se quedan?

Hiddleston- los acompañamos

Wendy- vámonos entonces

Camil.

Me sentía bastante afortunada de poder cuidar a Rose y Eddie (los hijos de Adeline) Hemsworth y Adie son muy buenos y me alegra que hayan puesto su confianza en mi para cuidar a sus dos tesoros más valiosos. Ellos tuvieron que salir por cosas de trabajo, aunque aún no se muy bien en que trabajan.
Ahora estaba preparando la merienda para Henry, los bebés ya están durmiendo plácidamente en sus respectivas cunas. El reloj acaba de marcar las diez veinticinco de la noche.
Aún no me acostumbrado a estar viviendo con normalidad, sin tener que esconderme y robar comida de los supermercados, eso sin contar que ahora puedo quedarme viendo televisión hasta altas horas de la noche sin que tenga que esconder las luces o no hacer ruido para no atraer esos malditos monstruos.
Escucho como un auto se estaciona enfrente de la casa, me asomo levemente por la abertura de la persiana de la ventana, son Asleiin y ese chico francés. Al estar frente a la puerta tocan el timbre.

Henry- ¿Quien es?

Camil- Los doctores del hospital donde estuvimos la otra noche.

Henry- ¡Yay!

Me apresuro a abrir y los recibo con una enorme sonrisa.

Camil- ¡Hola!

Asleiin- Hola, Camil. Adeline nos pidió que trajeramos unas cuántas cosas.