Capítulo 41

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Capítulo 41

3 años después

Valentina y Juliana habían tenido una fuerte discusión por los constantes viajes de Valentina a la cárcel para visitar a su hermana. Ese último viaje había puesto en graves problemas la relación de las enamoradas. Valentina llego luego del último viaje donde su suegra para encontrarse con su pequeña y ver a su esposa después de una semana.

- ¿Cómo estuvo tu viaje Valentina? Pregunto Lupe cuando todos estaban almorzando. Valentina miro a su esposa antes de responder y esta desvió su mirada.

- Bien, hable con el abogado de Eva y saldrá la próxima semana, libertad condicional. Expreso Valentina, hubo un silencio en la mesa, solo María Victoria quien jugaba con su comida. Valentina se levantó dejando su comida. Con sus ojos un poco inundados le dejo un beso en la mejilla de su bebé.

- Mami, quiero contigo. Dijo la pequeña lanzando sus brazos a su madre y está la sacó de su silla

- Ven con mamá. Le dijo a la pequeña - Yo... Yo perdí todo, y no tengo culpa del padre que me tocó, pero creo en Eva, al igual que yo se dejó manipular, ya ella aprendió su lección, no es perfecta, pero es mi hermana y el amo. La amo, como los amo a ustedes, y no espero que me entiendan, pero... Lupe se levantó y la abrazó.

- Vale, nosotros te amamos y no queremos que pienses que te pondremos entre tú familia. Lupe miró a Juliana y le hizo seña para que se levantara. Juliana se levantó y le quitó a María Victoria, dándole un beso se la entregó a Lupe.

- Quédate con Abu, mami y yo ya venimos. Dijo Juliana llevándose a Valentina a su habitación, la cual ahora era de Marivi.

Luego arriba, cerró la puerta después de entrar con Valentina.

- Juls te amo, te amo, amo lo que hemos construido, pero Eva, ella es mi hermana... Juliana cerró la boca de Valentina dándole un beso a su mujer. Tomó los labios de la rubia invadiendo su boca y metiendo su lengua, saboreando su labio inferior, se besaban desesperadamente, acabando el poco oxígeno que les quedaba.

- Te amo Val. Le susurró Juliana sobre los labios de su mujer.

- Te amo. Mi amor te amo. Juliana volvió a besarla y las manos de Juliana pasaron por la cintura de su chica y la apretaba más a su cuerpo.

- Perdón, no te apoyé. Es tu hermana, y tú mi mujer. Es difícil para mí porque tu familia nos ha dañado, mucho, te extrañe mucho, eres la mujer de mi vida y todo esto me saturo, quiero que todo desaparezca, solo quiero cuidar de mis chicas.

- Lo sé y yo solo quiero que entiendas, que Eva es lo que me queda, ella es mi familia y...

- Tienes razón. Soy una idiota.

- No, no eres una idiota, eres mi reina, una mujer excepcional, una madrea hermosa, mi gran amor y eres maravillosa en la cama. Ambas chicas rieron. Juliana acarició el rostro de su mujer con suaves besos, en su mejilla y luego en su boca, jalando el labio de su chica.

- Vamos a superar esto, además nos tenemos que casar. Decía la escritora. Vamos a la mesa a terminar de comer y luego a casa ¿Sí? Valentina asintió y Juliana le continuó diciendo - Te haré el amor toda la noche. Haciendo que la rubia riera un poco

- Ella no sabe quién es el socio, y está muy arrepentida de lo que hizo, no tenía idea de los planes de papá ese día. Solo quiero que mi hermana salga de allí y comience una nueva vida lejos de papá y de Guille, no quiero que ella corra peligro, a pesar que me hizo la vida imposible cuando estaba del lado de papá, pero es mi familia y es una víctima también.

NOCHES DE LUNA LLENADonde viven las historias. Descúbrelo ahora